Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 31 de enero de 2010

Caramelos

No sé por qué, pero el paso al frente que diversos municipios de la España rural y desesperada han dado para ser candidatos al cementerio nuclear que el Ministerio de Industria tiene planteado, me recuerda a algunos niños, hace ya demasiado tiempo, que, con poca astucia para bandearnos por el barrio, aceptamos en alguna ocasión, de manos de chavales mayores que nosotros y con bastante mala leche, caramelos que de caramelos no tenían nada salvo el envoltorio.
En el interior de aquel regalo envenenado nos aguardaba un trozo redondeado de jabón, que nos hacía subir para casa, tras probarlo inadvertidamente, llorando como descosidos y con la lengua, si no limpia, al menos irritada para un rato.
Esperemos que el siempre fructífero cebo de dinero y trabajo no tenga consecuencias más lamentables que la del sabor del jabón.
Postdata:
¿Por qué algunos políticos que se declaran partidarios de la energía nuclear (en abstracto) no la quieren para su casa (en concreto)?

sábado, 30 de enero de 2010

Biblia de Pobres










Hace ya varios años, en un viaje a Gijón, cayó en mis manos una antología poética de Juan Manuel Roca (Medellín, Colombia, 1946) titulada "Los cinco entierros de Pessoa" (Igitur/Poesía), que hoy guardo como una de mis más preciadas posesiones. De nada conocía entonces al autor y lo cierto es que, en principio, lo que llamó mi atención fue el título y la referencia al poeta portugués más que otra cosa. Sin embargo, a medida que fui leyendo poema tras poema, este, para mí, mayúsculo poeta colombiano me fue ganando para su causa sin condiciones.
Tras mucho tiempo buscando nuevos libros he encontrado esta “Biblia de Pobres”, ganadora del IX Premio Casa de América de Poesía Americana, y publicada por Visor, que recomiendo a todo aquel que guste de la poesía grande, aquella que es fiel a sí misma en estos tiempos de bandazos y extrañas búsquedas de caminos a seguir.




Breve Historia de Nadie


Dice el señor Nabokov que la literatura no
nació cuando un niño de un valle del Neandertal
llegó gritando: ¡Un lobo!, ¡un lobo!, y tras de él,
cuatro patas al aire, un lobo gris blandía su lengua
chasqueante.
Dice, mejor, que la literatura nació cuando un
niño de un valle del Neandertal llegó gritando: ¡un
lobo!, ¡un lobo!, y tras de él nadie venía.
Desde entonces, nadie es un eterno personaje,
un fantasma en los valles del poema.

Juan Manuel Roca

viernes, 29 de enero de 2010

Honduras y profundidades

No sé de qué me sorprendo. Escucho en las noticias que el depuesto y nunca restaurado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, parte hacia el exilio tras la toma de posesión de un nuevo presidente elegido “democráticamente”.
Hay que recordar que Zelaya fue apartado de sus labores de gobierno mediante la conocida técnica del golpe de estado puro y duro. Y pensar en las especiales circunstancias que han rodeado la posterior convocatoria electoral, tan “democrática” ella, me pone los pelos de punta.
Sin embargo, una vez efectuadas las contabilizaciones que han hecho posible el enorme “espectáculo democrático”, se comprueba que “por casualidad” el nuevo presidente, Porfirio Lobo, pertenece al área de influencia ideológica de los golpistas.
También “por casualidad”, el gobierno de este nuevo presidente está empezando a ser reconocido por gobiernos de países vecinos, que pertenecen a la misma área de influencia ideológica.
Lo que tal vez no sea tanta casualidad es que alrededor de los últimos acontecimientos esté habiendo tanta sordina mediática. A lo peor es que el resto de los gobiernos y organizaciones mundiales que podrían decir algo (democráticamente hablando) están dejando correr el tiempo, sin más.
Y aunque empezaba diciendo que no sabía de qué me sorprendía, lo cierto es que tiene su punto comprobar lo bien que queda la prestidigitación (democrática) aplicada a la desvergüenza como una de las bellas artes.

jueves, 28 de enero de 2010

Haití

De pronto la solidaridad es una explosión de luz a la que acompaña un vértigo de dolor y de tristeza. Todo parece tan inmediato, tan cercano, como el miedo a sufrir en cabeza propia los golpes ajenos.
El problema es que el brillo de los televisores y las linotipias no permanece.
Cuando nuestra conciencia se duerme, la penuria y el sufrimiento siguen despiertos a demasiada distancia de nuestra memoria.
Haití tiene el dudoso honor de encabezar la lista de los territorios más desdichados de América.
¿Qué será de nuevo de su gente cuando el foco de la actualidad se apague?

miércoles, 27 de enero de 2010

De paso

Me dormí en un banco del parque frente al local sindical. Me desperté cuando Miño me sacudía con fuerza y con más energía que buena intención. Él molestaba mucho, carajo.
- ‘Ta bueno, pues, ya volví. Aquí estoy, ya no zarandee.
- A qué horas llegó, amigo, y qué tantas urgencias? –me dijo Miño, un anarquista gallego pa’ mi gusto demasiado bien trajeado.
- San Vicente está en Veracruz, lo tienen encerrado para deportarlo. Tenemos que averiguar dónde lo tienen y en qué barco lo van a mandar.
- ¡Ah, caray! ¿Y cuándo lo cogieron?
- No, cogerlo, que yo sepa no se lo cogieron, nomás lo agarraron.
- Usted siempre con tonterías. En mi pueblo se dice coger cuando lo cogen a uno.
- No, si aquí también, cuando se lo cogen a uno, se lo cogen a uno… A San Vicente, lo agarraron anteayer. Y ahora está aquí en Veracruz.
- Deje ver –dijo Miño rascándose la cabeza-. Lo de cuándo y en qué lo van a deportar, eso está fácil. Lo de dónde lo tienen también, lo vemos con los compañeros del sindicato de presos.
- Ah, carajo, que avanzados están aquí, que tienen hasta sindicato de presos.
Miño no me hizo mucho caso, y subió caminando las escaleras del local conmigo detrás. Pero de repente, me acordé de los caballos…
- ¡’Pérame! Tengo que arreglar lo de los caballos –le grité al gallego, que estaba empezando a hartarse de mí.
Los caballos estaban bien, y Miño sabía más cosas cuando llegué a verlo.
- Lo van a deportar en el AlfonsoXII , hasta la Coruña, directo a mi pueblo lo van a llevar…
- ‘Uta, qué mal asunto, si ahí se cogen a los cristianos…
- San Vicente es ateo, déjese de preocupar por eso. (…)



DE PASO
Paco Ignacio Taibo II

martes, 26 de enero de 2010

La nube en la boca

Son las palabras del mundo que están muertas. Y por eso los dioses modelaron la lluvia: para que no ahogara la tierra la dieron forma de nube, y en su idioma, que son todos los idiomas, quisieron llamarla nube. Pero las palabras estaban muertas. Sólo eran sonidos, extraños ruidos que los dioses no interpretaban: era el feroz bramido de la tormenta, la queja del árbol derribado, un murmullo de agua en los arroyos, sus propios pasos, con sus diversas cadencias, del sigilo a la urgencia, en el sendero.
Cuando todos los dioses hubieron fabricado su nube, de similar naturaleza, aunque de diferente forma dependiendo de sus propios modos, todos pusieron la nube en su boca y soplaron. Entonces todo el vaho de tanto aliento ascendió hasta lo más alto, y unas nubes confundiéronse con otras. Aquel día llovió una suerte de palabras con voz propia. Y tocaron la frente de los dioses y a sus ojos dieron nueva luz sobre las cosas. Y germinaron las semillas en sus bocas.