Oyes la lluvia golpeando en el vértigo de la noche.
Oyes un silencio de pájaros en el tejado y luego un coro del alba entre los pasos del tiempo.
Oyes el furor de tu cerebro.
Oyes cómo crujen los huesos de la casa.
Oyes los perros a lo lejos, las nubes que pasan, los mecanismos de tu cuerpo.
Los relojes rotos de la impaciencia.
Qué cosas más chulas escuchas cuando no duermes. Qué envidia.
ResponderEliminarY además estás que te sales. Qué envidia también.
H.
¿Y los juramentos que soy capaz de pronunciar entre las 4 y las 7 de la mañana?
ResponderEliminarYa. Pero yo también tengo insomnio, y escucho los autobuses pasando por delante de la ventana, los perros del vecino ladrando en la terraza de abajo, algún borracho o/e hijo de puta gritando a las cuatro de la mañana y, hasta una vez, un tipo sentado en la acera al que digo que deje de tocar y deja, pero vuelve a los diez minutos, by cuando vuelvo a salir y le digo: Son las cuatro, podrías dejar de tocar de una puta vez, por favor?, me contesta, si lo dices por favor claro, no hay drama. Ganas de bajar a explicarle que el por favor era sarcasmo... Así que, aun con juramentos incluidos, sí, qué envidia.
ResponderEliminarAbrazo.
H.
Compañero, ahí tienes una historia.
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