martes, 20 de mayo de 2014

Contracorriente

El otro día estuve escuchando atentamente la entrevista que Jordi Evole le hizo al presidente de Uruguay José Mujica; algo de lo que me felicito porque no deja de ser extraordinario que en el mundo de la alta política haya una excepción de tal calibre. Y no me refiero al hecho de que el antiguo tupamaro parece haberse despojado del lujo y el oropel que rodea habitualmente a la clase política sino a la franqueza que destila su actitud.
Sin embargo, una de estas mañanas en las que el insomnio me impulsa a tirarme a los caminos, esta imagen me recordó a la sobriedad, que no austeridad prostituida, de la que hablaba el uruguayo.
Supongo que Diógenes sería feliz a esta orilla de la ría. Y José Mujica contemplaría la otra orilla pensando en aquello que dijo de que todo lo que compras no lo pagas con dinero sino con tiempo de tu vida.

1 comentario:

  1. Hay que preguntarle a Evole si también tarareaba zarzuelas o cualquier otra melodía, y si le gustaba dormirse con el sonido del mar...

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