domingo, 11 de mayo de 2025

Un banco para sentarse bien de mañana


Me levanto pronto después de una noche de música de "prao" que me traslada en unas cuantas notas y alguna emoción a lugares que tanto quiero. 
La mañana se abre al vuelo de cigüeñas y a un caminar solitario por un puente largo y antiguo que cruza el río. En su orilla me encuentro con un banco apropiado para contemplar sin prisas, para pensar lentamente, para un soñar efímero, para escuchar el canto del agua y de los pájaros. 
Que importa que antes que yo, año y medio antes más o menos, pasara por ahí el bueno de Eneko Grafitero acompañado de María Consentidora, su madre (que ya le vale),  y dejara la impronta de gran artista, firmando el cuadro, apropiándose del paisaje y, aprovechando que aquel es el Pisuerga, también de mis pasos tempraneros de hoy.


2 comentarios:

  1. Los líquenes piensan todavía más lento. Se harán con el banco, Eneko y su madre. Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Fatalismo poético sin sombra de duda.

    ResponderEliminar