Pernambuco, Las Quimbambas, El Congo Belga, Tombuctú, Matapolculo del Toboso (según Sol), Villadiego, El Quinto Pino. O sea, más o menos donde Cristo dio las tres voces. Ahí mismo.
También la Conchinchina. Por cierto, que no puedo entrar a hacer comentarios en tu blog (algo relacionado con el email de google, un lugar lejano a mis conocimientos y mi paciencia), pero me gustaría decirte, en referencia a la lata de chivo, o castrón, que el secreto sin duda alguna estriba en la compañía. Por ello, basten estas líneas para agradecer aquella velada desde este extremo peninsular. Abrazos.
Y también la Cochinchina.
ResponderEliminarTambién la Conchinchina.
ResponderEliminarPor cierto, que no puedo entrar a hacer comentarios en tu blog (algo relacionado con el email de google, un lugar lejano a mis conocimientos y mi paciencia), pero me gustaría decirte, en referencia a la lata de chivo, o castrón, que el secreto sin duda alguna estriba en la compañía. Por ello, basten estas líneas para agradecer aquella velada desde este extremo peninsular.
Abrazos.