Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 18 de noviembre de 2025

Otoño en París


Atravieso los caminos de hierro 
que llevan al norte. Dejo París atrás,
en esa calma de hojas moribundas
que pintan la tierra de trigo maduro.
Pero ese tan solo es el disfraz de una urbe
en la que los mendigos y las palomas
duermen junto a las puertas abiertas 
de los parques y de los cementerios.
Dejo allí, tal vez, un jueves intangible 
y el aguacero de Vallejo, una piedra blanca 
sobre una negra piedra resbalando, tenue,
como lágrimas del viento en las estatuas. 

                                                 MCH

jueves, 13 de noviembre de 2025

Las nubes


Hay navegaciones que es mejor hacerlas en compañía. 
Atravesar las nubes por ejemplo.
Cruzar la noche.
Como funambulistas sobre la línea del horizonte.


 

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Amanece, que no es poco.


Lo decía Sir John Falstaff en "Campanadas a medianoche", encarnado en la figura oronda de Orson Welles: "Señor, señor, las cosas que hemos visto". Y ciertamente, al igual que el personaje de Shakespeare, hemos visto prodigios y espectáculos sin tacha y sin mengua. Los más hermosos, los más sencillos. Los que están al alcance  de los ojos a poco que madrugue la alondra o que trasnoche más de la cuenta el búho. Quizá en ese intervalo en el que ambas aves coinciden.
¿O tal vez Falstaff, ese viejo truhán, se acordaba de otras maravillas?  

martes, 11 de noviembre de 2025

Trasllambrión

Fotografía tomada por el Conde de Saint Saud en 1893. Circos de Trasllambrión y La Palanca en Picos de Europa. Diario de León. 

En 1979 subí, casi por primera vez, a Picos junto a 15 compañeros de mi barrio para una travesía que había de durar unos diez días si no recuerdo mal. Las cosas las hacíamos entonces a lo grande. Lo digo por las jornadas que íbamos a ocupar en la aventura, por el número de personas que nos enredamos en aquello y por el peso que arrastrábamos en nuestras mochilas en vituallas y equipamiento para tanta gente.

Creo recordar que nuestra ruta nos llevaba desde Los Tornos de Liordes hasta la vega del mismo nombre; de allí al refugio de Collado Jermoso (nada que ver con lo que es hoy ese refugio) con posterior ascensión a la Torre del Llambrión y bajada por el nevero del Trasllambrión, que se mantenía incólume año tras año y siglo tras siglo. 

No recuerdo las siguientes etapas porque la ascensión del Llambrión por tanta gente al tiempo con mochilas de, probablemente, más de quince kilos a la espalda, se nos hizo tan tremenda que desistimos desde su cumbre, tras evaluar la situación, de bajar al hielo eterno del Trasllambrión. Nos dimos la vuelta prudentemente tras ser previamente imprudentes. Éramos jóvenes y eran otros tiempos.

Y me detengo aquí porque nunca llegamos a ver aquel hielo mítico. Y nunca lo veremos.

Leo hoy los artículos que aparecen a continuación, en los que se descubre un lamento por un glaciar que parecía perpetuo y que hoy está prácticamente desaparecido, cambio climático mediante (ese que todavía algunos se empeñan en negar) y siento una enorme tristeza por nuestros descuidos como especie y por lo que pudo ser. Y también, para que negarlo, por las oportunidades perdidas y por la juventud pasada. Ese lejano espejo en el que ya apenas nos miramos.

https://spanishrevolution.net/el-ultimo-aliento-del-hielo-la-muerte-del-trasllambrion-y-el-silencio-de-una-montana/?fbclid=IwY2xjawOAjPVleHRuA2FlbQIxMABicmlkETF6cHREdVNRazBhbzVUczlBc3J0YwZhcHBfaWQQMjIyMDM5MTc4ODIwMDg5MgABHmgVKeCbdiwY_XOJrL85vtBMOQJm8DGbyU3sSi6hwVwpLVKHYB3CVana8Brz_aem_h1VL3YNwr52gSY3-UCHYuQ     

 https://www.diariodeleon.es/monograficos/revista/251108/2065469/muere-trasllambrion-ultimo-glaciar-leon.html#foto5

Cita con desolación


 El Creador puso en la tierra a los zarapitos
 para enseñarles a los seres humanos cómo suena la desolación.

Nuala O'Faolain

lunes, 10 de noviembre de 2025

Lavándula


Los campos de batalla eran después un sembradío de muertos 
y una coral de heridos deambulantes lamentándose de sus amputaciones. 

Entonces, entre el humo y las nieblas de la guerra,
era, además, el momento de los buitres, de los cuervos y de las rapaces.
También de los que, ahuyentando la voracidad de las aves, alimentaban la suya propia.

Botas para los descalzos, mantas para los friolentos,
espadas y arcabuces para aquellos que cultivan el miedo del mundo.
Todo vale en tierra de proscritos donde reina la parca.

¿Quién enterrará entonces a los cadáveres?
¿Quién caminará como un justo entre la muerte?
¿Quién escapará de la pestilencia acercando un saquito de lavanda a su rostro, mientras ella, con su cuchilla tajadora, encuentra su lugar?

                                                                                                  MCH

viernes, 7 de noviembre de 2025

Mogro

Mogro (Cantabria).
 

jueves, 6 de noviembre de 2025

Paisaje sin la niebla


Creo recordar que una fotografía de este mismo lugar es la que prácticamente inició la serie de imágenes y de textos que fui incluyendo casi diariamente en "La nube en la boca" cuando, aún estupefactos, nos encerraron por pandemia. Aquella se hizo en nuestro primer paseo, mucho más allá de la distancia legal a la que podías alejarte de casa. Y gracias a que entonces estaba Mayo, nuestro perro tan difícil de olvidar. De hecho, en la fotografía aparecían Sol y él caminando por esa carretera.
Hoy, la vuelvo a recorrer después de mucho tiempo, como se transitan los recuerdos y las pesadillas.  

miércoles, 5 de noviembre de 2025

Un humilde muro


Hace unos días, no sé a cuento de qué, mencionaba lo de las "ocurrencias" en poesía.
Algo que pudiendo ser una alhaja es solamente una piedra en bruto que se recoge en el camino. Sin pulir pero con pretensiones. La emboscada en la que podemos caer todos a poco que dejemos de prestar atención o nos pueda la tentación de la gloria. En su simpleza, una gloria efímera.
Pues bien, lo que se ve en la fotografía, el humilde muro en el que alguien deja ese mensaje a aquel que pase es el antónimo.  Lo imperecedero. 


lunes, 3 de noviembre de 2025

Alas de mariposa



No es la primera vez que las encuentro en fechas como estas y no es la primera vez que se queda en el aire una cierta sensación de melancolía. Como cuando se acaban los días de fiesta y todos se marchan o el momento en que comienzas a ser consciente del tiempo que se fuga. Como el terrible vacío que deja en nosotros lo hermoso cuando las alas de mariposa se convierten en su mortaja.

domingo, 2 de noviembre de 2025

Rocinante


Ayer por la tarde,
víspera de difuntos,
me topé, ¡quién lo dijera!
con "el de la triste figura"
o más bien, para ser 
cumplidos y exactos,
con su rendida montura.


viernes, 31 de octubre de 2025

Errores



No sé qué error cometieron los del Colectivo de La Vorágine hace muchos años, cuando La Vorágine era pequeñita, con el ciclo denominado "Militancias" que, durante la presentación de un libro sobre la recordada Isabel Tejerina, afirman haber organizado. Y no lo sé, porque ese ciclo, y otros, en el que estuvo presente la mencionada profesora, además de algunos otros militantes, en realidad fue organizado por el Colectivo Desmemoriados. La Vorágine, como mucho, ponía el lugar (del que entonces ilusoriamente creíamos ser partícipes) y algo de infraestructura; entre otras cosas porque quien disponía de conocimiento sobre las personas a las que se invitaba a los ciclos no era precisamente ninguno de los miembros de La Vorágine.

Repito, no sé qué error cometieron ellos, más allá del que ahora cometen. Lo que sí sé, sin asomo de duda, es cual fue el error imperdonable de Desmemoriados.  


jueves, 30 de octubre de 2025

Erwitt
















Aunque ya parecen lejos los días de Sicilia, no me olvido de que en Palermo asistí a una exposición de Elliot Erwitt; un fotógrafo genial sin duda, pero sobre todo un maestro de la ironía y de los contrastes morales. 
Valga esta pequeña muestra de sus imágenes como ejemplo y disfrute.

 

miércoles, 29 de octubre de 2025

Ella me observa


Van a decir los que lean esto que menuda ocurrencia (no hay problema, de ocurrencias están los poemas llenos), pero lo cierto es que a mi esta imagen me recuerda a una escena de la película de King Kong, en blanco y negro (o sea, la antigua), en la cual el pobre simio, acorralado en la ciudad de Nueva York, mira a través de unas ventanas hacia el interior de un edificio hasta que descubre, creo recordar (hace mucho tiempo que no la veo), a la chica rubia, objeto de su amor, que creía perdida.

Salvemos todas las distancias. Esta fotografía está tomada en el pueblo de Guadalupe (Cáceres) muy cerca del visitado monasterio. Y ella, tan apresada, tan inquietante, tan hermosa, me observa. 

martes, 28 de octubre de 2025

Ellas




 Aunque hay unas cuantas "ellas"
que no están, bástense de sobra éstas
para un capítulo como tales, 
porque de las que añoro ninguna sobra
y, en su momento y a su modo,
irán llegando quienes faltan. 



lunes, 27 de octubre de 2025

Unicornios


Ni perdí al unicornio azul, ni ando buscando un grial por veredas y senderos.
Pero a veces hallas donde menos te lo esperas.
No es cuestión de porfiar, ni de apostar, ni de tantear, pero hay lugares en los que se deshacen los tuertos, adarga en ristre, por pura casualidad.
Es la fantasía.
Las desaparecidas cumbres inexploradas.
Los confines que perviven en ti, que acompañan, del mismo modo en que nacen los días.
Como una medicina.
Para vivir.  


jueves, 16 de octubre de 2025

Una calle de Ragusa


 

La ciudad de Ragusa, aparte de ser una de las más bonitas que contemplé en Sicilia, al menos desde mi punto de vista, es conocida sobre todo por haber sido el escenario de gran parte de la serie que sobre el comisario Montalbano, basada en las novelas de Andrea Camilleri, rodó hace años la RAI (Televisión Pública italiana).
No sé si es por ese motivo, pero me pareció que a ratos había una cantidad insostenible de turistas. Algo que nos deberíamos empezar a mirar porque todos contribuimos a una situación que a la corta ofrece ciertos beneficios económicos a un lugar y a la larga, tengo la sensación, bastantes más perjuicios. El caso es que el fotógrafo de esta instantánea tuvo que esperar pacientemente durante mucho tiempo a que dejaran de pasar viandantes foráneos que, como él (pocos son los originales) se detenían a hacer la misma postal, aunque, eso sí, con menos escrúpulos a la hora de que aparecieran extras por todas partes con bermudas y "colorinchis".
Tanto tiempo de acecho pasó, que el cazador fue cazado (como no podía ser de otra manera).
Y voto a bríos que la foto quedó mejor.

Mientras cenan con nosotros los amigos


En realidad hacen acto de presencia
cuando menos te lo esperas.
Tienen el don de la ubicuidad
y recorren océanos al instante.
Un segundo y se instalan
 como magos en el pensamiento.
Desde las ausencias te remueven,
 sin apenas darte cuenta, 
el corazón y los silencios.


martes, 14 de octubre de 2025

Cervantes de testigo

Lo que está claro es que ese señor con pinta provecta, que parece recién salido de pedir “por dios” de la puerta de una iglesia, no es comunista ni lo ha sido jamás. No le ha hecho falta. Porque él jamás ha mendigado subvenciones, ni premios, ni medallas, ni herencias. Tampoco tiene abolengo alguno. Ni fresco ni rancio. Tampoco ha vivido de las sonrisas de loba de presidentas autonómicas y otros gerifaltes. Solo de las pagadurías donde se abonan las rentas de sus libros, a tanto el kilogramo de letra impresa.

Que yo no pudiera pasar de la página treinta y tres de alguna de sus obras no es culpa suya. Al fin y al cabo tiene razón la otra Pombo: Leer no te hace ser más que nadie. Sobre todo si tienes que leer con la misma fruición que si remaras en galeras.

Lo peor no es que atropelle a aquello de lo que no tiene ni puta idea, porque ellos, angelitos, desde sus tribunas y sus palcos de estirpe y patrimonio qué van a saber de diablos y de muertos de hambre, si todo lo amontonan.

Lo peor, desde luego, es que por un momento, por un solo momento, nos ha tentado con salir en la defensa de su odiado contendiente, que por otra parte, y esto quizá sea tan infundado como sus comentarios ideológicos (¿quién soy yo para osar?), escribe bastante mejor que él.

domingo, 12 de octubre de 2025

Para cuando llegue


Nos sentamos en un banco de la estación, yo entre los dos guardias.
Tengo un jersey rojo y unas alpargatas azules, que me tocaron hace un mes en el reparto de ropas del cura de la cárcel.
- ¿Por qué te agarraron, muchacho? - dice un guardia.
- Por robar.
- ¿Qué robaste?
- Algún jamón y algún chorizo.
- ¿Para vender o para comer?
- Para comer.
- Eso no debería ser delito. Todos hemos robado alguna vez para comer.
Le miro. No se está burlando de mí.
- ¿Usted también ha robado?
- ¿Cómo te crees que he llegado vivo a rellenar la solicitud para guardia? En mi pueblo a los honrados les entraba la pelagra.
- No des mal ejemplo al preso -dice el otro guardia.
- Mira, chico, tú lo que tienes que hacer es rezar a todos los santos para que venga el comunismo.
- Como te oiga el teniente...
- El comunismo está muerto -digo-. Franco lo mató. Se lo oí decir muchas veces al maestro y al cura de mi pueblo.
- No les creas. Los comunistas salen de donde menos lo esperas. Por ejemplo, de debajo de la capa de un guardia.
- Tú, mucho hablar...
El guardia comunista saca del bolsillo un envoltorio de papel, lo abre y aparece un cacho de pan y un chorizo. Corta con su navaja uno y otro por la mitad y me pasa las partes.
- Esto es el comunismo -dice.
Come y me hace señas para que yo coma también.
- ¿Esto es el comunismo? -digo.
- Voy a tener que denunciarte por propaganda ilegal -dice el otro.
- ¿Verdad que está muy buena la propaganda ilegal, chico?
Llega el tren correo de León y los guardias se levantan y yo hago lo mismo. Se come mal con las esposas. Miro al guardia comunista, no atreviéndome a decirle lo que quiero. Come a toda prisa para acabar antes de cruzar la estación. Por fin, me atrevo.
- Quíteme las esposas.
Se está ahogando con el último bocado. Traga, respira y me mira con ojos de loco.
- ¿Qué dices? Anda p'alante, que aún no ha llegado el comunismo.


Ramiro Pinilla.
Antonio B. El Ruso, ciudadano de tercera.
Tusquets Editores. Colección Andanzas.