Cruzo la mitad de la Península en una jornada entre el delirio y la necedad. Pongo para evitar el sueño un estrambótico CD con cantos de las Brigadas Internacionales. La mayor parte son en alemán, además de algunos interpretados por Pete Seeger y otros socios. Yo voy dando berridos enardecidos mientras pasa Loja, Granada, Jaén, Bailén, Guarromán, Despeñaperros... Me adentro en La Mancha y llego a Puerto Lápice al anochecer. Todavía queda cruzar Toledo y entrar en Madrid. En la dichosa M30 me paso la entrada para la carretera de Badajoz y no me queda más remedio que hacerle un nudo de corbata a la Villa y Corte. No sé si le queda elegante, pero llego a Aluche hecho polvo.
Mayo me mira y no dice nada.
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