No sé si es porque llueve mucho (y no parece que levante) o porque con este Enero comienza el centenario de la Gran Guerra y en aquella escabechina murió mucha gente y entre ella algunos poetas, pero lo cierto es que este mes está siendo particularmente arrasador. Juan Gelman, José Emilio Pacheco, el combativo Pete Seeger y también, hoy, Félix Grande. Todos han escrito ya su último verso.
Abrir el periódico o escuchar las noticias se está convirtiendo en una prueba de difícil solución.
Así que más vale que acabe Enero y la atmósfera nos regale una tregua.
Telegrama a tu ancianidad
Si por temor o por incertidumbre
esta noche no empujas esta puerta
tras la que está desnuda ya y despierta
la prohibida mujer llena de lumbre
te juro que después cuando seas viejo
y un día mires tu cara y tu memoria
brotarán hacia ti desde esta historia
culebras que te espanten el espejo
Félix Grande
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