Varsovia, 2017.
Esta es una esquina de lo que fue el Ghetto de Varsovia. Justo ahí se alzaba el muro que señalaba las diferencias y las prepotencias.
Y ahí seguimos, como tontos, marcando las líneas y las rayas.
Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago
viernes, 27 de octubre de 2017
miércoles, 25 de octubre de 2017
miércoles, 18 de octubre de 2017
martes, 17 de octubre de 2017
Cuerda de presos
Es curioso que los gobernantes de este país, cada vez, niegan
tozudamente la existencia de presos políticos aquí, pero siempre juran y
perjuran que los presos políticos están en otros lugares, en los que
habitualmente los gobernantes son de otro signo y, por tanto, les caen
mal.
Los presos políticos de allá son presos políticos porque sí. Jamás hicieron nada para acabar en el “trullo” salvo disponer de una conciencia levantisca. A los “No presos políticos” de acá la conciencia ni se les supone, y siempre llevan detrás un historial de acciones punibles que les convierten definitivamente en comunes.
El eterno enfrentamiento entre propaganda y credulidad.
Los presos políticos de allá son presos políticos porque sí. Jamás hicieron nada para acabar en el “trullo” salvo disponer de una conciencia levantisca. A los “No presos políticos” de acá la conciencia ni se les supone, y siempre llevan detrás un historial de acciones punibles que les convierten definitivamente en comunes.
El eterno enfrentamiento entre propaganda y credulidad.
El cartel rojo
En Transilvania, cuando los obreros tenían un problema con la dirección de la mina, confiaban al más viejo, al más silicótico de entre ellos, un cartucho de dinamita, con la orden de ir a casa del director. Se desarrollaba entonces un ritual más o menos inmutable. El minero leía al director una reivindicación escrita en un papelito. El director, como dictaba la costumbre, rechazaba todo en bloque. El minero reemplazaba entonces el cigarrillo que tenía en la boca, por el cartucho de dinamita; encendía y esperaba. Nueve de cada diez veces, todo saltaba por los aires. El humor no tenía ningún lugar en el ceremonial.
Phiippe Ganier Raymond
El cartel rojo.
Editorial Txalaparta.
domingo, 15 de octubre de 2017
Clavos
Forzados, doblados, cercenados. Relevados de su función. Los
humildes clavos ven la luz tras doscientos o trescientos años empotrados en las
recias y resecas maderas de una techumbre ahora derrocada.
Otro será el tejado y otros clavos fijarán vigas más recientes,
pero mientras rescato cada uno de estos tachones férreos me descubro en otra
mirada, en otro tiempo, con ojos nuevos, observando casi intacto el mismo paisaje de hoy.
miércoles, 11 de octubre de 2017
Las cajas negras del exilio
Hoy he tenido la emocionante oportunidad de asistir a la inauguración en el patio del Parlamento de Cantabria de la exposición de las Cajas Negras del Exilio, dentro de la programación de la Surada Poética de este año. En ella se homenajea a las mujeres y a los hombres del exilio republicano español que, tras la derrota, se vio sometido a las vejaciones y a la humillación de una inexplicable retención en innumerables campos de internamiento dentro de territorio francés.
Mi reconocimiento a los compañeros de La Vorágine por su trabajo y sobre todo a la poeta Manuela Parra, principal artífice del evento, por su dedicación a rescatar del olvido la causa republicana y también por su mención y agradecimiento a la participación en el acto de Desmemoriados, Memoria Colectiva de Cantabria.
sábado, 7 de octubre de 2017
jueves, 5 de octubre de 2017
miércoles, 4 de octubre de 2017
Coser Oradour
Oradour sur Glane es una pequeña población a las afueras de Limoges (Francia). No obstante, en su día y a pesar de su tamaño, tuvo hasta un pequeño tranvía que recorría la calle principal. Aún queda rastro de sus vías.
Oradour se conserva tal como el paso de los años la ha dejado a partir del 10 de junio de 1944. Ese día, cuatro después del desembarco de Normandía, un destacamento alemán que se encontraba camino de las playas normandas para agregarse a su defensa rodeó Oradour sur Glane y reunió a toda la población civil en la plaza del pueblo. A los hombres los fue fusilando en grupos en diversas lonjas y locales y a las mujeres y los niños los reunió en el interior de la iglesia. A continuación los soldados alemanes prendieron fuego al templo y dispararon contra toda persona que quiso escapar. Aquel día en Oradour sur Glane murieron asesinadas 642 personas, entre las que se encontraban 25 refugiados españoles de origen republicano.
Caminar por Oradour sur Glane hoy en día es como caminar dentro de una burbuja. Parece que hasta el aire se ha parado. Sin embargo, el tiempo sigue su curso mientras se cosen y descosen los lienzos de la memoria.
Etiquetas:
Amnesia Histórica,
Oradour sur Glane,
Viva la República
lunes, 2 de octubre de 2017
Concepto de patria
¿Es acaso la patria un campo lleno
de guijarros y maleza?
¿Es acaso una tumba inmensa
donde duermen el olvido los guerreros de antaño?
¿Es, quizá, el orgullo por algo que no es nuestro
y que nunca edificamos?
¿Son, tal vez, los colores aleatorios
de una enseña que solamente sirvió para el combate?
¿Es, por casualidad, nuestra patria la contingencia
que nos alumbró aquí
del mismo modo que nos pudo nacer allá?
MCH
domingo, 1 de octubre de 2017
Estado de Depresión
Visto el día de hoy me declaro formalmente en Estado de Depresión.
Y que viva la República.
A TALL D'EXORDI
Qualsevol de nosaltres, perdedors
irreverents i lucids, i també
qualsevol d'ells, els altres, instal-lats
en castes de poder i privilegi,
un matí qualsevol, des de la trista
permuta del mirall, podem sentir-nos
exiliats sense sortir de casa.
I què farem, llavors? Invocarem
lleis y preceptes? Cridarem a comptes
els descreguts? Renegarem els déus?
Així s'expressa el temps, sense cap llei
d'impietat, i és bo saber-ho i dir-ho
per assajar de viure amb els sentits
i els sentimentes en perpètua vigília.
Mirar la vida cara a cara és un
recomanable i prudent exercici
d'humilitat, una activa i discreta
conspiració que ens apropa a aquell nucli
tan oblidat de nosaltres mateixos
en què a vegades és dur descobrir-se.
Créixer també és saber que la tristesa
i fins i tot l'afront no són, per sort,
exclusiva dels vils, sinó un grotesc
patrimoni de tots, i que pels ulls
dels marginats, dels pobres, del vençuts,
se'ns en va a tots plegats el goig de viure
harmoniosament i amb alegria.
Miquel Martí i Pol
A MODO DE EXORDIO
Cualquiera de nosotros, perdedores
irreverentes y lúcidos, y también
cualquiera de ellos, los otros, instalados
en castas de poder y privilegio,
una mañana cualquiera, desde la triste
permuta del espejo, podemos sentirnos
exiliados sin salir de casa.
¿Y qué haremos entonces? ¿Invocaremos
leyes y preceptos? ¿Pediremos cuentas
a los descreídos? ¿Renegaremos de los dioses?
Así se expresa el tiempo, sin ningún tipo
de impiedad, y bueno es saberlo y decirlo
para probar de vivir con los sentidos
y los sentimientos en perpetua vigilia.
Mirar a la vida cara a cara es un
recomendable y prudente ejercicio
de humildad, una activa y discreta
conspiración que nos acerca a aquel núcleo
tan olvidado de nosotros mismos
en el que a veces es duro descubrirse.
Crecer es también saber que la tristeza
e incluso la afrenta no son, por suerte,
exclusiva de los viles, sino un grotesco
patrimonio de todos, y que por los ojos
de los marginados, de los pobres, de los vencidos,
se nos va a todos el gozo de vivir
armoniosamente y con alegría.
Miquel Martí i Pol
Y que viva la República.
A TALL D'EXORDI
Qualsevol de nosaltres, perdedors
irreverents i lucids, i també
qualsevol d'ells, els altres, instal-lats
en castes de poder i privilegi,
un matí qualsevol, des de la trista
permuta del mirall, podem sentir-nos
exiliats sense sortir de casa.
I què farem, llavors? Invocarem
lleis y preceptes? Cridarem a comptes
els descreguts? Renegarem els déus?
Així s'expressa el temps, sense cap llei
d'impietat, i és bo saber-ho i dir-ho
per assajar de viure amb els sentits
i els sentimentes en perpètua vigília.
Mirar la vida cara a cara és un
recomanable i prudent exercici
d'humilitat, una activa i discreta
conspiració que ens apropa a aquell nucli
tan oblidat de nosaltres mateixos
en què a vegades és dur descobrir-se.
Créixer també és saber que la tristesa
i fins i tot l'afront no són, per sort,
exclusiva dels vils, sinó un grotesc
patrimoni de tots, i que pels ulls
dels marginats, dels pobres, del vençuts,
se'ns en va a tots plegats el goig de viure
harmoniosament i amb alegria.
Miquel Martí i Pol
A MODO DE EXORDIO
Cualquiera de nosotros, perdedores
irreverentes y lúcidos, y también
cualquiera de ellos, los otros, instalados
en castas de poder y privilegio,
una mañana cualquiera, desde la triste
permuta del espejo, podemos sentirnos
exiliados sin salir de casa.
¿Y qué haremos entonces? ¿Invocaremos
leyes y preceptos? ¿Pediremos cuentas
a los descreídos? ¿Renegaremos de los dioses?
Así se expresa el tiempo, sin ningún tipo
de impiedad, y bueno es saberlo y decirlo
para probar de vivir con los sentidos
y los sentimientos en perpetua vigilia.
Mirar a la vida cara a cara es un
recomendable y prudente ejercicio
de humildad, una activa y discreta
conspiración que nos acerca a aquel núcleo
tan olvidado de nosotros mismos
en el que a veces es duro descubrirse.
Crecer es también saber que la tristeza
e incluso la afrenta no son, por suerte,
exclusiva de los viles, sino un grotesco
patrimonio de todos, y que por los ojos
de los marginados, de los pobres, de los vencidos,
se nos va a todos el gozo de vivir
armoniosamente y con alegría.
Miquel Martí i Pol
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¿Qué crisis?,
El mundo está loco,
La Credulidad,
Poemas
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