Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 1 de abril de 2018

Más allá, dragones

   Puerto de Lunada (Cantabria)

Teníamos algo más de veinte años y, aunque no lo decíamos, creíamos que el mundo se acababa ahí, en ese lugar y en aquel tiempo. Hoy he vuelto tras demasiados años y el paisaje sigue siendo el de entonces. He reconocido la carretera por la que subíamos andando desde San Roque. He reconocido las cabañas en las que pernoctábamos, y también la senda invernal por la que al fin un día pudimos llegar al Valnera. Entonces, desde la cumbre, fue cuando abrimos los ojos y cambió la perspectiva. 
Más allá no vimos dragones. Y la edad nos enseñó que tan terribles saurios son capaces de pasearse a nuestro lado por cualquier avenida, mientras disimulan las hogueras de su alma, y que el fin del mundo, en realidad, siempre está un paso más allá de cualquier lugar al que nuestras botas nos lleven.

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