Lo mejor contra la tristeza es aprender algo. Es un remedio que no falla. Puedes hacerte viejo, con temblorosa anatomía; puedes yacer despierto por las noches, escuchando el desordenado rumor de tus arterias; puedes perder el único amor de tu vida, puedes ver el mundo devastado a tu alrededor por locos malvados, o advertir que seres mezquinos hunden tu honor en las cloacas. Sólo hay algo que mitigue esos pesares: aprender. Aprender por qué el mundo se mueve, y qué es lo que le impulsa. Estudia, eso es lo que te conviene. Mira todo lo que hay que aprender: la ciencia pura, lo más bello que existe. Puedes aprender astronomía en una vida, historia natural en tres, y literatura en seis. Y luego, una vez que hayas empleado un millar de vidas en el aprendizaje de la biología, la medicina, la teología, la historia, la geografía y la economía, entonces será el momento en que puedas comenzar a hacer una carreta con la madera adecuada, o podrás pasar cincuenta años aprendiendo a batir a tus adversarios en la esgrima. Luego, a empezar de nuevo con las matemáticas, y después será tiempo de que aprendas a arar la tierra.
Camelot
Terence H. White
Es bello aprender, sobre todo cuando tienes un buen profesor al lado.
ResponderEliminarRaquel
¿Merlín?
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