¿Cómo reconocerme, desde los altos cobijos obreros de la niñez, en una ciudad demediada, ajena, a ratos inhóspita?
¿Cómo descender por sus calles estrechas, entonces, hacia una mar avasallada e indefensa?
¿Cómo responder a lo que está oculto, a lo que se olvida, a la apariencia?
¿Cómo volver con ojos nuevos a lo que nunca existió?
No hay comentarios:
Publicar un comentario