Ana me pasó hace tiempo esta fotografía de un aviso a navegantes que coronaba un bar al fondo en el Valle del Asón. Me imagino yo que así pueden empezar las grandes amistades o, tal vez, los cabreos monumentales (y asociados) con las previsibles noticias de los periódicos hoy en día.
Y como voy a pasarme, a partir de ya, algo más de 15 minutos, leyendo el mundo con los pies (el de verdad, no el libelo vergonzante de Pedro J) ahí os dejo hasta la próxima.
Y que Siria lo vea.
Ayer vino Ana a tomar café con nosotros, su buen aspecto delata su no asistencia a la Dele, me da sana envidia.........................
ResponderEliminarBesos para todos.Raquel