Está visto que nunca se fueron definitivamente los cuatro jinetes; el desdoblamiento de la muerte en realidad.
Por ahí están. Los periódicos son el evangelio de sus actos.
Ya no viajan a lomos de caballo. Hoy llevan billete de lujo en microscópicos vehículos que aparcan en estaciones miserables.
Pero a veces se mueven en dron.
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