-Hum, soñar no cuesta nada- dijo Bartolo, al cabo, suspirando.
-Soñemos, entonces- acordó Manuel.
-Pero jode mucho.
-Jodámonos, entonces.
-Eso hacemos.
Y Manuel se levantó, los saludó y se fue.
Mempo Giardinelli.
La revolución en bicicleta.
Edhasa.
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