Debe ser que a los reyes de los cuentos no les escribían los discursos. Por eso, a veces, salvo aquellos que eran muy malos, muy malos, emprendían viajes a lo largo de todos los confines del reino, disfrazados de peregrinos o mendigos, para comprender a su pueblo y para conocer las penalidades de sus días. Y luego volvían a palacio llenos de vivencias y de propósitos de enmienda.
Pero debe ocurrir que ya no existen los reyes de los cuentos. Y a los que quedan les escriben los discursos, que luego ellos se atreven a leer, sin discernimiento ni pena, ni rubor, en cualquiera de los reinos vecinos donde apenas los conocen.
Ni a ellos, ni a los que escriben los discursos.
Ni Dios, ni rey, ni amo, ni cuentos.
ResponderEliminarAmigo José María, por mi parte nada que objetar.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Los cientificos tratan de hacer posible lo imposible.Los politicos, a menudo, sa afanan en hacer imposible lo posible.Bertrand Russell".
ResponderEliminarRaquel