Nos acercamos desde la terminal de autobuses al mar por una calle aún dormida. Más allá amanece entre gaviotas.
A lo lejos las vemos por primera vez. O más bien las intuimos, bajo los chorros de niebla que parecen salir de las profundidades.
A lo lejos las vemos por primera vez. O más bien las intuimos, bajo los chorros de niebla que parecen salir de las profundidades.
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