Habían desaparecido a medida que el pueblo se transformaba en un vulgar dormitorio. Ahora, cuando salimos de casa o por las tardes cuando estamos en la huerta se ven de nuevo a nuestro alrededor. Vacas, ovejas, caballos, gallinas que ocupan el sitio. El lugar que una vez les arrebataron las grúas y los volquetes.
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