lunes, 28 de marzo de 2022
Animaliña
viernes, 25 de marzo de 2022
Canto con ellos
jueves, 24 de marzo de 2022
Permanecer
martes, 22 de marzo de 2022
Retrato de familia
jueves, 17 de marzo de 2022
Soñar un poema
jueves, 10 de marzo de 2022
Gambito de Dama
miércoles, 9 de marzo de 2022
Librería 83
domingo, 6 de marzo de 2022
El lado correcto de la Historia
Estoy casi seguro de que Pedro Sánchez sabe perfectamente que el término que ha empleado hoy ante sus correligionarios entregados no es otra cosa que un brindis al sol, algo moldeable como el chicle o la cera de abejas. Y es que él no es el primero ni será el último de los próceres del mundo que han empleado eso de “el lado correcto de la Historia” para arrimar el ascua a su interés, sea cual sea. De hecho la propia Historia nos enseña que cualquiera está en el lado correcto de la Historia si se empeña; normalmente hasta que el enemigo o un Tribunal Penal Internacional lo baja de ese podio fabricado para satisfacer su propio ego, para calmar a su Pepito Grillo y para amansar a sus partidarios.
El mantra ese de “el lado correcto de la Historia” ha demostrado ser tan falso como aquello de “Dios con nos”. ¿Se imaginan ustedes por un casual a las tropas de Francisco I de Francia y a los ejércitos de Carlos I de España, enemigos irreconciliables a pesar de practicar la misma religión, antes de cualquier batalla entre ambos, la de Pavía por ejemplo, rogándole a Dios? ¿De parte de quién se pone Dios, vamos a ver?
Pues eso, que por entregar armas a un contendiente, armas que por cierto cuando las entregas no sabes en qué manos van a acabar al final, si en poder de víctimas inexpertas o de elementos incontrolados o por qué no, en las de las propias fuerzas rusas a las que se pretende combatir, no vas a estar en ningún lado honorable de la Historia. La Historia, como decía al principio, es moldeable y depende, por desgracia, del pan que alimente a los escribanos en cualquiera de los múltiples lados. En uno de esos está Putin, merecedor desde luego de acabar algún día como reo de crímenes varios, pero que seguro que ya tendrá a los suyos escribiendo loas y alabanzas con mayúsculas. Tantas como ha tenido cualquiera de los presidentes norteamericanos, que han necesitado aderezar cada una de sus legislaturas con una guerra; siempre eso sí en territorio ajeno. No vaya a ser.
sábado, 5 de marzo de 2022
jueves, 3 de marzo de 2022
La sol-hilaridad de la Vieja Europa
Cómo vas a atreverte, si recuerdas aquellas fotografías antiguas en blanco y negro de tus propios compatriotas avanzando por los caminos que llevaban a Francia, que llenaban las callejuelas de los pueblos fronterizos como una nube imparable, que se morían de pena y de enfermedades en las arenas de Argelès, que abarrotaban barcos cargueros en las rutas de Argelia, de México, de Chile o de Cuba.
Cómo no vas a pensar en los sufrimientos de los expatriados sirios, afganos, yemeníes, chadianos, etíopes, saharauis, palestinos...
Cómo no vas a pensar en tu tierra, en tu país, en la vieja y miserable Europa ahora tan solidaria.
Cómo no vas a pensar en los que te dicen (gente de baja estofa y peores entrañas) que a todos esos que los metas en tu casa.
Cómo no vas a pensar en la impiedad y en el nefando pecado de la hipocresía.