El hombre del frac(king) en este reino no ha mucho invitaba desde su poltrona a que los españolitos "vacacionaran" en tierras patrias (se supone que para que no se escapara ni una misérrima pesetilla). Pero el hombre del frac(king), a lo que se ve, anda camino, con la meritoria participación de otros compadres, de pegarse un tiro en el pie (o no, que diría su actual jefecillo) tras habernos traspasado antes con la misma bala de medio a medio a todos los sufridos contribuyentes (los menos, cada vez) y a parados de larga duración y sin subsidio (los más, cada vez).
Y cómo puede ocurrir tamaña desgracia se preguntará el lector. Y la respuesta es fácil si nos paramos a ver la retahíla de decretos: Ley de Costas, el litoral a paseo. Consideración del fracking (un lujo que según dice nos podemos permitir), el interior del país a verlas venir. Reforma laboral, todos a la calle sin un chavo de turista. Ley de Pensiones, los abuelos para casa.
Y así podríamos seguir hasta el aburrimiento. O hasta que alguien deje de legislar solamente para emporios energéticos, grandes constructores y empresarios varios. De esos que van llenando las alforjas del poder con sobres a los reyes magos.
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