Desde los espacios publicitarios de la televisión una niña le dice a su madre que tiene hambre y ésta le ofrece un bocadillo mágico de pan con pan (y no voy a mencionar el refrán). Luego la madre, compungida, le dice, mientras abraza a la cría , que es mágico porque lo de dentro del bocata se lo tiene que imaginar ella. Detrás está esta mierda de crisis.
A continuación, en el siguiente anuncio, un pijo con síndrome de rey midas chasquea los dedos y convierte en oro la piel de una mujer de esas que algunos publicistas suelen utilizar como adorno sin contenido. También detrás está la crisis (pero de otro modo).
Y mientras tanto sigue la fiesta.
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