miércoles, 24 de febrero de 2021
El color de la tierra
lunes, 22 de febrero de 2021
De pronto entras en un juego imparable, una especie de carrusel sin control, y te conviertes en un "voyeur" de las vidas de los demás, de las opiniones de los demás, de las alegrías y de las miserias de los demás. Y de alguna manera tú te sientes obligado a corresponder y enciendes la luz sobre tu vida, sobre tus opiniones, sobre tus alegrías y tus miserias. Y acabas siendo algo demasiado parecido a un exhibicionista. Y puedes tachar y borrar o añadir a otros como tú como si fueras un pequeño dios. Y así eres el objeto de su diversión y ellos son tu entretenimiento. Y todos somos, a la vez, diosecillos y víctimas en una entelequia. Seres humanos desnudos que han perdido la vergüenza.
domingo, 21 de febrero de 2021
Límites
jueves, 18 de febrero de 2021
Unos versos para un holandés errante
miércoles, 17 de febrero de 2021
Estación de Francia
martes, 16 de febrero de 2021
Esto es un cuento
Imagínese que usted tiene mayordomo (o así) y que este fámulo da las órdenes oportunas (bajo cuerda, claro, y presionando con las penas del infierno, porque le sale así y es gente de mal carácter) a un empleadillo de una entidad bancaria, para que en la cuenta de la que usted es titular se añadan fraudulentamente cantidades económicas que pasan a engrosar su patrimonio, como quien no quiere la cosa y sin que usted se haya enterado, porque bastante tiene con dirigir los rumbos del país, de la región o de su comunidad de vecinos.
Imagínese que tiempo después se descubre el pastel que se ha zampado única y exclusivamente usted y que el que tiene que juzgar si lo ocurrido está bien o está mal decide que usted no se ha enterado de nada, pese a la pesada digestión, y que la mala acción se debe achacar a su mayordomo y al empleadillo del banco, que hacen estas cosas en plan deportivo, porque sí y sin beneficio propio que se conozca. Y dadas las circunstancias o porque no caen de pie, ellos que no se comieron el pastel, se comen el marrón.
Imagínese.
jueves, 11 de febrero de 2021
Un baile de fuego
sábado, 6 de febrero de 2021
viernes, 5 de febrero de 2021
El Lobby Feroz de nuevo
Me parece a mí que lo de regular los ecosistemas es la última coartada pseudocientífica que se han inventado los del Lobby Feroz para seguir matando lo que se tercie sin que se note mucho. Es una pamplina similar a la del mundo del toreo, según la cual, de no existir ellos (aleluya) se extinguiría la especie del toro bravo.
Hasta ahora a los escopeteros les ha ido bien e incluso se les ha permitido salir con sus vehículos todo terreno de alta gama y sus trajes de camuflaje en épocas de confinamiento, mientras que a otros colectivos, que también suelen salir al monte y pateárselo bastante más, les dejaban bien “perimetraos” en sus domicilios, con sus mochilas, su bicicletas o sus prismáticos criando polvo. Nada como disponer de padrinos en los distintos estamentos autonómicos que sepan comprender, como los de las escopetas, eso de la regulación ecológica a base de plomo. Aunque también comprenden bastante bien aquello de que “la pela es la pela”. Como no.
Por cierto, por si no se ha notado, que me alegro mucho por el lobo y me avergüenzo en la misma medida de la clase de dirigentes (al menos de algunos) que gobiernan en la región en la que vivo.
¡Hala! Y a ver si abren para Semana Santa, que menudo carnaval tienen montado de un año para acá.