Este cuaderno de bitácora, diario de a bordo, libro de soledades, cierra el año. Y ya van 11, de los cuales estos dos últimos siguen siendo un paréntesis abierto. No sé si cerrarlo es cosa nuestra porque no veo al género humano (así, en abstracto) capaz de tan espléndidas empresas.
No obstante, y por si acaso, mi deseo es que la nueva rotación (iluso que soy) nos pille, libres, salvajes y galopando.
Insallah.
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