Dado que en los últimos tiempos los únicos libros de cuentas que están de moda son los de cuentas pendientes, parece que en Grecia, pese a las penurias, aún importan los libros libros, los de verdad, que para eso tienen aún en el ADN la conciencia de que una vez fueron la cuna de la sabiduría, mientras que en otros sitios, ahora arrogantes en exceso, andaban todavía tirando piedras a los cuervos y planteándose si la piel de oso era la más adecuada para la colección otoño-invierno y para los saraos al fondo de la cueva.
En fin, que de esta librería salió no ha mucho mi ejemplar griego de La Isla del Tesoro, gracias a los desvelos de Héctor, Merche y José Gabriel. Y el que escribe es un "puñao" agradecido. Con ellos y también con Homero, Herodoto, Platón... Y hasta con Fideo de Mileto.
¡¡El Jabato !!!!!!!!, qué tiempos aquellos......
ResponderEliminarRaquel