La verdad es que, hasta que Hugo llamó mi atención al respecto, nunca me había dado cuenta de que a mí, en la mayoría de las ocasiones, no se me puede preguntar ¿qué tal? a modo de cortesía, puesto que enseguida sale a relucir mi gen trasmerano.
Por eso hoy que, cumplida la
prórroga, tanto él como Gi, buscando la primavera, ponen un océano de
por medio hasta no se sabe cuando, aquel que quiera saludar, iniciar
conversación o interesarse por este servidor, ya conoce la respuesta.
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