Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 7 de marzo de 2023

Fuser


Las connotaciones clasistas en el rugby argentino a día de hoy todavía se perciben [...] De hecho, esta vigencia del clasismo en el rugby argentino podemos acreditarla con el escándalo provocado por el "caso Matera" [...] El 14 de noviembre de 2020, Argentina hacía historia ganando por primera vez a Nueva Zelanda (15-25); fue un partido en el que destacó la joven promesa y capitán de la selección argentina, Pablo Matera, que realizó una actuación soberbia en todos los aspectos del juego. Durante la siguiente semana parecía que la carrera de la nueva promesa argentina iba a eclipsar a los más grandes del rugby, cuando alguien encontró algunos tweets que escribió Matera en 2012 y 2013. La crudeza, el racismo y el clasismo que desprendían escandalizó a todo el mundo del rugby. Despreciaba a los bolivianos, a los uruguayos, a la "mucama" de su casa (una trabajadora del hogar) por pasar la aspiradora mientras él miraba la televisión o por encontrar un pelo en la sopa. En 2012 tras disputar el mundial juvenil de rugby en Sudáfrica, escribía desde Argentina que se alegraba de regresar de un país lleno de negros. También había numerosos comentarios machistas. Fue precisamente a raíz de esos tweets, cuando diversos usuarios de Twitter empezaron a buscar comentarios similares de otros jugadores de los pumas, que es como se conoce a la selección argentina de este deporte, encontrando comentarios similares de varios jugadores como Guido Petti o Santiago Socino.
En menos de 15 días se había roto el espejismo [...] Los nuevos pumas, que habían maravillado a medio mundo del rugby, no eran más que un puñado de niños ricos y malcriados, racistas, machistas, clasistas y afines a la extrema derecha de su país. De hecho, se descubrieron numerosos tweets de Santiago Socino insultando abiertamente a Hebe de Bonafini, una de las activistas más famosas de  Madres de la Plaza de Mayo.
Por suerte, y como en otros países, también ha habido en Argentina clubes de rugby humildes, donde han jugado personas de extracción popular, con una ideología en las antípodas de la que profesan estos jugadores de la selección nacional.
En 1942 empezó a jugar a rugby un joven flaco, con poco cuerpo y asmático, a quien su entrenador apodó "Fuser", de la contracción de "furibundo", pues así era su manera de jugar, con su segundo apellido: Serna. Este tal "Furibundo Serna" empezó a jugar en el Estudiantes de Córdoba y cuando su familia se trasladó a Buenos Aires, jugó en el San Isidro Club [...] Después jugó en el Yporúa Rugby Club y luego volvió al Estudiantes de Córdoba. Siempre jugaba de ala, pegado a la línea lateral, donde siempre había alguien con el inhalador para aplicárselo cada veinte minutos [...] Una persona más en la historia del rugby, claro, si no fuera porque este jugador nunca llegó a hacerse famoso por su sobrenombre en el mundo de este deporte, "Furibundo Serna", sino que pasó a la historia por cómo se le conocía en el mundo de la guerrilla revolucionaria: el Che, Ernesto Guevara Serna.

Melé en las gradas. Reflexiones para la recuperación del deporte obrero.
Alberto Luque.
Piedra Papel Libros. Libros del Borde.

4 comentarios:

  1. Me acuerdo que en la película "Diarios de motocicleta" su compañero de viaje, Alberto Granados, le llamaba Fuser, pero no explicaban la razón.

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  2. Esa película la vi, emocionado, en La Habana.

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    Respuestas
    1. El lugar tiene siempre un plus de emoción. Recuerdo que a mi me sucedió con "Relatos salvajes". La vi en un cine de la Avenida Corrientes en Buenos Aires y al final todos los espectadores se levantaron a aplaudir. Vale que la película era buena, pero es algo que aquí jamás había visto.

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