Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 11 de junio de 2023

Pre-nazis

Ayer, de la que volvía a casa conduciendo tras una intensa jornada, me encontré de frente con una piara de jóvenes postadolescentes que, ocupando toda la calzada por la que yo tenía que pasar, me recibieron con el saludo nazi al unísono. 
Quiero suponer que nada más pretendían provocar al primero que pasara ante ellos, pero como no tienen ni puta idea de lo que están haciendo, porque no leen (y si leen no les cunde), mi dedo corazón extendido fue como la vara de Moisés abriendo las aguas del Mar Rojo y bajando brazos desconcertados.

3 comentarios:

  1. Para mí que el dedo extendido en vertical implica entrar en su juego, nunca lo practico. Siempre me rebelo contra las provocaciones y acudo a la palabra tranquila, que puede ser tan peligrosa...Vaya, no sabía que la estupidez cundiera tanto entre la juventud, y no quiero generalizar, obviamente.

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  3. Bien, entiendo tu postura y la apruebo habitualmente, pero a veces rebelarse, como en el día de ayer, puede incluso llegar a ser un bálsamo muy sanador.

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