Desde los muladares del fascismo nos han llamado en estos días delincuentes, maleantes, vagos, cobardes, antidemócratas y no sé cuantos epítetos más. Sin embargo… tengo para mí que, cuando tanta inquina levantamos los sindicalistas entre la rancia derechona, debe de ser que alguna cosa no estamos haciendo tan mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario