Viernes por la tarde. Espero bajo la lluvia a que abran el cine. Única oportunidad de ver el documental que Basilio Martín Patino hizo sobre el 15M. Al fin dentro de la sala nos encontramos con doble sesión. En el preámbulo se proyecta un cortometraje en el que dos jóvenes se comportan como viejos y, luego, la mencionada película en la que un director de 82 años desborda tanta juventud como la que sus ojos ven.
Acabo conmovido ante las imágenes de unas jornadas tal vez irrepetibles, aunque más tarde, en el coloquio, el director no cesa de decir que estas cosas en cualquier momento pueden volver a suceder. Quizá.
Durante toda la película la Puerta del Sol me recuerda a los momentos que viví en el Zócalo de México en el año 2001.
Durante toda la película la Puerta del Sol me recuerda a los momentos que viví en el Zócalo de México en el año 2001.
En esas estamos.
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