Según el diccionario, "panoli" es persona simple y sin voluntad y, curiosamente, proviene del valenciano Pa en Oli (pan con aceite). Supongo que la relación entre un significado y otro debe tener bastante miga, pero no me voy a extender por ahí.
Escucho en el Telediario las declaraciones de una señora, delegada de gobierno, con más peligro que una escopeta de feria, pretendiendo relacionar a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca con grupos independentistas vascos, que en algunos sectores afines a la señora producen bastante urticaria.
Claro, lo primero que se me ocurre es que si yo fuera periodista y estuviera entrevistando a la citada delegada pediría pruebas sobre dicha afirmación; lo cual sería una buena muestra de la salud del oficio.
Que yo sepa, más allá de generalidades, no hay demostración alguna al respecto, ni quien se la haya pedido. Ni hoy ni en ocasiones anteriores. Y me da que tampoco hay esperanza para el futuro.
Y es que los réditos de tirar piedras totalmente peregrinas sin encomendarse al diablo deben ser de mucho vestir, ya que hasta ahora pocas veces han dejado desnudo a tanto aprendiz de brujo.
Así que habrá que convenir que, aquellos que relacionan a sus enemigos políticos con presuntos radicales, o aquellos que enarbolan banderas de revolución desde las cavernas de la ultraderecha, o aquellos que autoproclaman bífidamente a su partido como el de los trabajadores, con el carrerón que lleva su reforma laboral en la destrucción de puestos de trabajo, o aquellos, en fin, que prometen antes de las elecciones lo que no van a cumplir después, panolis no son, quizá otra cosa. La torta de pan, bien atragantada, nos la llevamos los demás cuando no ponemos "escrache" a tanto desmán.
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