En la imagen aparece la ventanilla de un autobús. En el interior, pensativo, un hombre oculta su rostro y solamente muestra a la vista unos ojos claros, aunque bajo el pasamontañas parece adivinarse una poblada barba.
A los pies del vehículo hay una muchedumbre que saluda hacia el interior. Entre la gente, Corinne levanta en su mano un paquete de tabaco y el hombre hace un gesto de asentimiento mientras sonríe. Alguien vestido completamente de blanco, tras no pocos esfuerzos, le alcanza los cigarrillos al encapuchado. Pero la fotografía nunca llegará a mostrar al Subcomandante Marcos fumándose un Ducados.
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