Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 26 de febrero de 2019

Brigadoon

Quizá sea una película olvidada para el común pero yo todavía la recuerdo, aunque la vi de chaval en una de aquellas añoradas sesiones de tarde de los sábados. Brigadoon era un musical dirigido por Vincente Minnelli en 1954 y hablaba de un lugar mágico en las tierras altas de Escocia, que solamente aparecía para los mortales cada cien años. El resto del tiempo aquel pueblo feliz se escondía tras la niebla.
Hoy, el paraje en el que vivo parecía una especie de Brigadoon en el que sus habitantes se movían, celosos y en silencio, bajo una envoltura de bruma.
Sin embargo la felicidad, ésa que perseguimos como a una corza huidiza, es en realidad una rara especie para el ser humano. Y a pesar de nuestros deseos no se prodiga en exceso.
Brigadoon sigue disimulado entre la niebla y nosotros, como en la película a la que da título, apenas lo alcanzamos algunas veces con la punta de los dedos.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Flores para Don Antonio Machado



A Collioure llegamos huyendo de los fríos alpinos. Aparcamos frente a la playa y la torre circular que corona la iglesia. La ciudad parece acogedora, pero a estas alturas del viaje ya no tenemos ganas de hacer turismo. Al primer transeúnte que encontramos le preguntamos por el camposanto. Está muy cerca, apenas a unas calles en sentido contrario al mar.
El cementerio es recoleto y silencioso. A pocos pasos de la entrada está la sencilla tumba que acoge al poeta y a su madre desde el lejano final de la guerra. Hay una placa con unos versos que no recuerdo y algunos objetos que han ido dejando a modo de homenaje los visitantes.
Y también, a los pies, estamos nosotros. Jóvenes, inmóviles y turbados por emociones que aún no sabemos reconocer.
Habríamos querido ser previsores. Tal vez haber comprado unos cuantos claveles rojos o quizá haber imaginado un poema certero para la ocasión. Pero hemos llegado allí ligeros de equipaje, casi desnudos. Y sin un duro, para colmo de la desdicha.
Sin nada, hasta que mi compañero, en un arrebato, se acerca con decisión a otro sepulcro cercano y, sin encomendarse ni a musas ni a bardos, incauta la mitad de las flores recientes del vecino.
“Justicia social”, me dice con parquedad tras depositar el ramo apresurado en la tumba de Don Antonio. Y mientras, me guiña un ojo con su mejor sonrisa de tunante.

lunes, 18 de febrero de 2019

La sirena varada

                                                                                                                    Grecia, 2015.


Cubrid con cera mis oídos y atadme al mástil,
que el mar me lleve donde me lleven las mareas,
que sea leve el dolor de los encantos
y dichosa la travesía.
Cubrid con la cera del entendimiento mis oídos,
que no quiero escuchar los coros del embuste,
su dulce cantilena. Y que me proteja de todo mal
aquella que me espera inútilmente
en el tierno hogar tejiendo y destejiendo el tiempo.

                                                                                              MCH

jueves, 14 de febrero de 2019

Cita sin exclusión

Quien no tiene de Inga tiene de Mandinga. 

                                                Escuchado a un joven peruano.

jueves, 7 de febrero de 2019

Rendición



Podríamos rendirnos
y todo estaría hecho.
La facilidad con que agacharíamos la cabeza,
el modo de entregar nuestras armas al tedio.
Bajaríamos los brazos con elegancia
para suprimir cualquier muestra de amor o de coraje
y buscaríamos intensamente el reverso a la alegría.
Podríamos blanquear nuestros huesos,
encender la noche con las hogueras
en las que ardería nuestra piel
y nuestro pensamiento.

                                                MCH  

viernes, 1 de febrero de 2019

Molino de marea

Al final pudo más el mar, 
el tiempo, 
el olvido, 
el silencio.
 La infranqueable renuncia
 que anudó los despojos al paisaje.