Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 29 de septiembre de 2013

Aunque me tires el puente

 Miravet 2013
Miravet 1938


Leonard Olson, un norteamericano del Batallón Lincoln, cayó al agua y se hundió, arrastrado por su pesado equipo militar. Creyó que moriría allí mismo, pero pudo desprenderse del casco, el fusil, el correaje, la manta, la cantimplora y el macuto. Sacó la cabeza, volvió a hundirse y chapoteó , dando tumbos, mientras lo arrastraba la corriente, hasta varar en un recodo de la orilla republicana donde se quedó tumbado, medio muerto, perdido. Cuando llegó un payés a socorrerlo, sólo pudo preguntar en su mal español: "¡Por favor! ¿Dónde está la guerra?".
Superó ésta y las siguientes aventuras del conflicto, vivió largos años y murió a finales de 2002, en California. En primavera, su hija Martha vino a visitar el campo de batalla de su padre. Tras un temporal de lluvias, el río bajaba crecido, furioso, arrollador, imponente. Martha no había estado nunca en España. Y, cuando vio el Ebro, lloró.

Aunque me tires el puente.
Memoria oral de la batalla del Ebro
Gabriel Cardona.
Juan Carlos Losada.
Editorial Aguilar. 2004.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Dibujos de Viaje (34): Belchite

El pueblo viejo de Belchite

viernes, 27 de septiembre de 2013

Por el mundo

Por segunda semana consecutiva me sorprende en una cadena de televisión un cambio de formato del famoso, y pasado de optimismo, programa llamado "Españoles por el mundo".
Ahora lo denominan "Encarcelados".
Una más de las ramificaciones de la crisis.

jueves, 26 de septiembre de 2013

La cosecha del día

Nosotros, en realidad, solamente pretendíamos plantar cesped en el jardín. Y de la noche a la mañana nos encontramos con una invasión de hongos de difícil, para nosotros, catalogación.
Ni son boletus ni son champiñones vulgaris. Si al menos pusieran tendríamos resuelto el fin de fiesta del domingo.
Pero ni eso.


Sirva esta entrada como homenaje para las Cosechas Diarias de José María en Dextrangis, que tanta envidia me han dado a lo largo del verano.
Un abrazo, compañero.

martes, 24 de septiembre de 2013

La guerra

Una mañana todo estaba ardiendo.
Y una mañana las hogueras
saldrán de la tierra
devorando seres.
Y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces.
Y desde entonces sangre.

                                       Pablo Neruda

Corbera d'Ebre está a 5 kilómetros de Gandesa.
El poema de Pablo Neruda en el interior de la iglesia.
La fotografía es de antes de la guerra.
Las casas de la parte superior del pueblo hoy no existen.
La iglesia, a duras penas.
El resto, una explanada de ruinas.
Si pegáramos el oído al suelo tal vez aún escucháramos los bombardeos, las hogueras saliendo de la tierra.  

La guerra.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Tiempo muerto






Hay en el pueblo viejo de Belchite una puerta de entrada que te lleva directamente al pasado.
La sensación cuando cruzas el umbral, en un sentido o en otro, es complicada de describir. Tal vez lo que más se acerca sea la dificultad del ojo acostumbrándose al trayecto brusco entre la luz y la oscuridad o viceversa.

O quizá soy solo y solamente un personaje en un escenario, en un gastado teatro de operaciones sin espectadores ni testigos, esperando a que definitivamente caiga el tiempo de la desolación.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Orwell en Aragón

     Trincheras de Alcubierre

Por la tarde hicimos la primera guardia y Benjamín nos enseñó la posición. Enfrente del parapeto corría un sistema de estrechas trincheras talladas en la roca con troneras muy primitivas hechas con montones de piedra caliza. Había doce centinelas colocados en diversos puntos de la trinchera y detrás del parapeto interior. Delante de la trinchera estaba la alambrada y más allá la pendiente se precipitaba hacia un barranco que parecía no tener fondo; al otro lado había montañas peladas, en algunos sitios meros peñascales grises e invernales, totalmente yermos, donde no se posaban ni los pájaros. Me asomé con cuidado a una de las troneras tratando de localizar la trinchera fascista.
-¿Dónde está el enemigo?
Benjamín hizo un gesto amplio con la mano.
-Allí -respondió. (Benjamín chapurreaba un inglés terrible.)
-Pero ¿dónde?
Según mis nociones de la guerra de trincheras, los fascistas debían estar a unos cincuenta o cien metros. No se veía nada, por lo que supuse que sus trincheras estaban muy bien camufladas. Luego con enorme decepción, vi lo que me indicaba Benjamín: en lo alto de la montaña que había enfrente, a setecientos metros como mínimo, se distinguía el vago perfil de un parapeto y una bandera roja y amarilla: la posición fascista. Me llevé un buen chasco. ¡No estábamos cerca! A esa distancia nuestros fusiles eran completamente inútiles. Justo en ese momento se oyó un griterío emocionado. Dos fascistas, unas figuritas de color gris muy lejanas, subían por la ladera de enfrente. Benjamín cogió el fusil del hombre que tenía al lado, apuntó y apretó el gatillo. ¡Clic! Un cartucho defectuoso; "mal presagio", pensé.       

George Orwell
Homenaje a Cataluña.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Banderas, banderolas y banderillas

A mí el color del cristal con que los miren me da exactamente igual.
Los nacionalismos me producen más frío que calor y sus ímpetus no me sirven ni de abrigo. Por eso el otro día yo me sentía como Peter Sellers en un guateque, un forastero en boda ajena. A mi lado pasaba gente vestida de amarillo, gente que se autorretrataba junto a su pareja amorosamente con bandera al fondo, gente inflamada de ardor patriotico que se hacía fotos con bandera y cartel de Bar Español al fondo como si hubieran puesto con eso una pica en Flandes o, más bien, en La Castellana, gente feliz de sentirse igual a otros y, al tiempo, diferente al hipotético enemigo.
Como decía, a mí los nacionalismos ni fu ni fa. Del mismo modo me ponen en el disparadero los de amarillo que los adoradores de la roja campeona o los que llevan la txapela como si fuera el tapón de las patrióticas esencias.
Siempre he pensado que esos calores los encienden aquellos que pretenden poner coto al coto de sus dominios. Y en ellos seguir recortando pensiones, sueldos, puestos de trabajo, maestros y médicos a su libre albedrío. Es decir, ellos, los de siempre, mangoneando con barretina, boina de amplio vuelo o los tirantes de Don Manuel.
Lo que nunca he entendido es qué coño hacen en el mismo fregado algunos representantes de la izquierda de cada nacionalidad.
Yo, por suerte, aún creo en la lucha de clases.
Al fin y al cabo, nada tengo yo que ver con el dueño del principal banco de este país de países aunque, teóricamente, vivamos en el mismo lugar.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Librería 44

Ponferrada (León)

martes, 17 de septiembre de 2013

A cuarenta años de ayer




Somos cinco mil
en esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil
¿Cuántos seremos en total
en las ciudades y en todo el país?
Solo aquí
diez mil manos siembran
y hacen andar las fábricas.
¡Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!


                                Victor Jara 

Cementerio General. Santiago de Chile. 2007.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Iber, Ebre, Ebro

Hace años, un amigo cubano que ya no está, en una de sus escasas estancias en mi tierra, nos pidió que lo lleváramos a ver el lugar en el que nacía el río Ebro. Él afirmaba que tal río estaba cargado de significados que ayudaban a comprender el origen y las vicisitudes, a veces tan dramáticas, de lo que siempre llamó "las Españas".

Pues bien, durante unos días hemos recorrido caminos cercanos a su curso, y aunque aún no sé si Miguel tenía razón aquella mañana ya lejana y friolenta de Fontibre, lo cierto es que a veces a nosotros, pese a los calores del final del estío, como al poeta también se nos ha helado el corazón. 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Aviso a navegantes

Ana me pasó hace tiempo esta fotografía de un aviso a navegantes que coronaba un bar al fondo en el Valle del Asón. Me imagino yo que así pueden empezar las grandes amistades o, tal vez, los cabreos monumentales (y asociados) con las previsibles noticias de los periódicos hoy en día.
Y como voy a pasarme, a partir de ya, algo más de 15 minutos, leyendo el mundo con los pies (el de verdad, no el libelo vergonzante de Pedro J) ahí os dejo hasta la próxima.
Y que Siria lo vea.

martes, 3 de septiembre de 2013

Ford, John Ford

Es mentira que llevemos cuarenta años sin John Ford. Está por todas partes, en la luz mineral de Monument Valley, en el galope imperial de la caballería, en el viejo borrachín que tararea desde el estribo, en la lluvia delicada de Innisfree, en el boxeador ciego que da el primer paso para rescatar a los mineros (“Yo voy, son mi misma sangre”), en el silencio unánime del desierto, en las carreteras polvorientas, en la ronquera ciega de los camiones cargados de pobres y de hambrientos que buscan todavía, siempre todavía, la tierra prometida. 

David Torres en Diario Público.

Para leer artículo completo:

 http://blogs.publico.es/davidtorres/2013/09/02/me-llamo-john-ford/


lunes, 2 de septiembre de 2013

Cargar pilas


Para cargar pilas normalmente se acude a las fuentes.  Es lo que alguien debe hacer si queda abandonado en territorio extraño. Pongamos por caso un camping. ¿Que no hay enchufes en la tienda de campaña para alimentar smartphones a pares?  Pues nos vamos a dónde los haya. 
Hay que alimentar a los nuevos reyes de la creación.
Lo del libro es sólo para matar el tiempo de espera.
Aún estamos al 21 por ciento.