Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

jueves, 30 de septiembre de 2010

El rey desnudo

Como si se tratara de una reedición del cuento en el que el rey realmente iba desnudo compruebo que a mi alrededor, en los medios de comunicación y en los comentarios de la gente, todos se quedan con lo accesorio: la función de los piquetes, los altercados más o menos violentos, los liberados…
De los que han hecho de esquiroles, de los que aborrecen todo lo que pueda relacionarse con sindicatos, de los que siguen al dictado los comentarios intoxicadores de la prensa ultra, de los que viven dormidos…; de todos ellos, una ínfima minoría se ha preocupado de saber exactamente de qué va la Reforma Laboral que cínicamente nos quiere colocar el partido que gobierna.
Luego, cuando a muchos de ellos les pasen por la piedra del despido barato o de los contratos de mierda, clamarán sorprendidos e inocentes.
Pero, efectivamente, para entonces el rey no llevará ropa.

martes, 28 de septiembre de 2010

Huelgan hasta las palabras


ESTA NOCHE CERRAMOS
POR HUELGA GENERAL

domingo, 26 de septiembre de 2010

Leer

Como quien transita
por las veredas de la utopía,
juez de los milagros,
intérprete del delirio de los otros
que entonces van contigo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Labordeta



En los locales del barrio, el lugar en el que nos reuníamos los chavales de entonces, fumábamos durante horas, y en los ladrillos de vidrio habilitados como ceniceros podían acumularse enormes montañas de ceniza y colillas.
Allí, a veces, por puro placer de cantar mientras nos dedicábamos a la noble actividad del "fumeque", entonábamos, como si bramáramos, algunas canciones que se habían quedado a vivir en el hit-parade de nuestra memoria. Entre ellas no eran las menos aquellas en las que intentábamos imitar la voz poderosa de Labordeta, canciones de dos álbumes que entonces rodaban por las discotecas y la curiosidad de muchos de nosotros: Tiempo de espera y Cantes de la tierra adentro. Las meditaciones de Severino el sordo, o el milagro de Lamberto, o la ausencia de Ramón Cabeza, que un día no llegó a clase, o incluso la declinación latina de Rosa Rosae, nos hacían intuir que ese hombre de mirada profunda e imponente voz era el “profe” que todos queríamos tener.
Desde entonces José Antonio Labordeta nos ha acompañado. También nosotros hemos recorrido el mundo con mochila. He asistido a alguno de sus conciertos (menos de los que hubiera querido), he leído sus poemas y sus novelas, y he escuchado muchos de sus discursos parlamentarios (todo el mundo se acuerda del exabrupto que dirigió a esa derecha chulesca e iletrada que sufrimos, pero yo me acuerdo más del poema que leyó de su hermano Miguel).
Hace tres o cuatro años, tras la presentación de una novela suya en la Librería Gil, compartimos barra en el Canela durante un rato. Todavía me arrepiento de mi tímida actitud en su presencia pese a no haber sido nunca especialmente mitómano. En la dedicatoria que me regaló me decía que esperaba poder leer algún día mis poemas. No fue posible. Sin embargo, mejores o peores, son consecuencia en parte de vivir intentando aprender de personas como él.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Escribir



Como dibujar círculos concéntricos en el agua,
versos de lluvia, renglones que se trazan
con la voluntad
y con el miedo.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Albada

Hoy, al alba, se ha muerto Labordeta

y sólamente me gustaría poder quitarme las lágrimas

a puñetazos.




Morir, pero lejos.
No aquí,
donde todo es una aviesa
conspiración de la vida,
hasta las otras muertes.

Morir lejos.
No aquí,
donde morir es ya una traición,
más traición que en otra parte.

Morir lejos.
No aquí,
donde la soledad descansa a ratos
como si fuera un animal tendido,
olvidando su espuela de locura.

Morir lejos.
No aquí,
donde cada uno se duerme
siempre en el mismo sitio,
aunque despierte siempre en otro.

Morir lejos.
No aquí.
Morir donde nadie nos espere,
donde haya lugar para morir.





Roberto Juarroz

sábado, 18 de septiembre de 2010

Noviembre



Ni siquiera tenemos un reino
y lo poco que tenemos
no es de este mundo.
Pero tampoco es del otro.

Huérfanos de ambos mundos,
con lo poco que tenemos
tan sólo nos queda
hacer otro mundo.


Roberto Juarroz


Acabo de ver en televisión una película titulada "Noviembre" del director Achero Mañas. Para aquellos que alguna vez la hayan visto, el poema de Roberto Juarroz seguro que les puede valer, como a mí, de estremecido epílogo. Para los que no, sirva como vehículo para disfrutarla e intuir algo de lo que queda por hacer.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Unanimidades

Es curioso cómo los dirigentes de los países de esta Europa tan aficionada al autobombo alcanzan una vergonzosa unanimidad siempre, siempre, cuando se trata de atentar contra las minorías, como en el caso de los gitanos deportados (como si no fueran ciudadanos de pleno derecho), o defenderse de los inmigrantes, o proclamar la necesidad de reformas laborales que malogren los derechos de los trabajadores.
Luego se sorprenden cuando de vez en cuando les falla algún referéndum. Claro que, como los tahúres que son, reparten cartas tantas veces como sea necesario hasta que les sale bien la jugada.
Peste de gente.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Una forma más de mojarse

Valle de Elqui (Chile), 2007.

Pablo Guerrero cantaba hace años, en lo más duro del duro invierno de este país, que tenía que llover a cántaros. Era una hermosa metáfora que intrínsecamente conllevaba el deseo compartido por muchos de que un aguacero de libertad arrastrara la podredumbre de entonces. Pues bien, sin ánimo comparativo, hoy sigue sin llover lo suficiente y los herederos ideológicos y literales de los que dominaban tiempos pasados nos siguen tomando el pelo en abundancia.

Pero lo que más jode es que el instrumento y correa de transmisión de tanto machaque sea un gobierno que aún sigue denominándose socialista y de izquierdas (por cierto, me pregunto qué tipo de principios pone en juego el presidente para afirmar que, con las reformas que está llevando a cabo, no ve socavado ninguno de ellos). Cuánto más les valdría reconocer que son gente como la de derechas pero con tendencia al remordimiento.

El día 29 de septiembre hay huelga general. Una forma más de mojarse.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

¿Guardia Urbano?

Bangkok, 2008
¿Será, tal vez, una sugerente forma de dirigir el tráfico?
Posted by Picasa

lunes, 13 de septiembre de 2010

Colibríes

"Anunció nuestra llegada un incesante ruido de perros y una gran agitación de gallinas. Jóvenes gauchos aparecieron de las sombras para ocuparse de nuestros caballos y el general me guió a su casa. Vivía allí con su mujer nativa y nueve hijos, la mayor de las cuales era una muchacha de veintidós años. Los besó a todos sucesivamente y me presentó como el doctor Olivero, pues habíamos convenido que ese nombre era adecuado para la región. Pero no permanecimos junto a la familia y nos dirigimos al despacho del general, en un extremo de la casa. Allí me presentó al resto de su familia que era la parte más númerosa: sus colibríes, que vivían en media docena de jaulas colgadas de las paredes. Allí los alimentaba y allí se multiplicaban. El general abrió las jaulas y todos salieron con penetrantes chillidos, revoloteando a su alrededor. Había llevado unas plumas empapadas en jarabe en las que hundían sus lenguas los veloces pájaros. Otros volaban alrededor de sus orejas, revoloteaban ante su boca, zumbaban junto a su cabeza y sus manos. Cuando se cansó de jugar con ellos, el general apartó las plumas y agitó suavemente las manos; ante esa señal todos volvieron a sus respectivas jaulas".


Herbert Read.
La Niña Verde
Emecé Editores

domingo, 12 de septiembre de 2010

Otra forma de mojarse

Playa de Labenne. Francia.

Mañana de domingo. Llueve como un presentimiento. Mientras va finalizando el verano nada como una imagen que nos recuerde que hay otras formas de mojarse diferentes a la que vendrá.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Septiembre

Fotografía tomada en Damasco. 2008.
No tengo duda alguna de que hubo otros días como hoy bien tristes. Pero nosotros seguimos soñando con las grandes alamedas.

viernes, 3 de septiembre de 2010

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Los Miserables

En los tiempos que corren Jean Valjean quizá volviera a ser un "miserable" que robara una barra de pan y una lata de sardinas en cualquier supermercado, tras hacer una puñetera bolita de papel con su inservible tarjeta del paro.