Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

miércoles, 23 de febrero de 2022

Mirar de frente III












 Mirar de frente
para no ver fronteras
para no ver visados
para no ver pasaportes
Mirar de frente
a lo que es
como yo
y a lo irrealmente
distinto

lunes, 21 de febrero de 2022

Mirar de frente II












Mirar de frente,
atentos, vigilantes,
con esa regla del instinto
que no necesita 
de sistemas métricos decimales.
Mirar de frente
con la prudencia y el hastío
 del que tiene
en pluma y pelo
un grabado inmemorial
de palos y perdigones.
 
    

 

sábado, 19 de febrero de 2022

Mirar de frente













Mirar de frente a cada rato, a cada paso, 
como si la confianza no tuviera límite 
y los abismos que hay en los otros 
fueran nada más que un reflejo mustio
del que se encuentra ante al espejo 
en el que nos miramos.

Mirar de frente, 
con dulzura,
con audacia,
sabiendo como sabemos
que donde no hay precipicios 
hay horizontes. 




jueves, 17 de febrero de 2022

Q


-(...)¿Te has preguntado alguna vez cuántas familias dejarían de pasar hambre con lo que los Fugger tienen en sus arcas? Yo creo que medio mundo podría comer durante un año entero sin tener que mover un dedo. ¿Te has preguntado cuánto tiempo emplea un mercader de Amberes en amasar su fortuna? La respuesta es simple: toda su vida. Toda la vida acumulando, llenando cajas fuertes, joyeros, fabricando la prisión para sí mismo y para sus propios hijos varones, y la dote para las hembras. ¿Por qué?
Vacío la copa: su sueño ha sido también el mío.
-¿Y quieres convencer a los mercaderes del puerto de que es mejor para su espíritu dároslo todo a vosotros?...
-En absoluto. Lo único que quiero es convencerlos de que es más hermosa una vida libre de la esclavitud del dinero y de las mercancías.
-Olvídate de ello. Te lo dice alguien que ha luchado contra los ricos durante toda su vida.
Frunce los ojos y levanta el vaso:
-Nosotros no queremos luchar contra ellos, son demasiado fuertes. -Gotea la cerveza-. Lo que queremos es seducirlos.

Q.
Luther Blissett.
Debolsillo. Penguin Ramdom House.


domingo, 13 de febrero de 2022

Basura


Hoy, día de elecciones autonómicas en Castilla y en León, me desayuno con niebla y con esta página de periódico en un bar de barrio de las afueras de la ciudad del Bernesga.
Quisiera creer que el negocio del periodismo tuvo en algún momento de su historia la vocación de informar y, probablemente, la tentación de incidir en el pensamiento de sus consumidores.
Pero páginas como ésta en un día como digo, no ya de reflexión sino de elecciones, con la gente camino de ir a votar, páginas que interesadamente mantienen vivo al monstruo por mucho que hayan pasado casi diez años desde que ETA dejara de matar, páginas que causarían vergüenza a la inteligencia si no causaran placeres a las tripas de aquellos que no dan más valor a la política y al periodismo que el de  una oportunidad de medrar y de servir al poderoso, me hacen pensar que en realidad el negocio del periodismo o, al menos, de algunos de sus cómplices, tiene, o ha tenido, la vocación de incidir, costara lo que costase, aunque fuera con basura, en la voluntad de sus usuarios y, a veces, las menos, la tentación de informar sabia y lealmente.  


 

viernes, 11 de febrero de 2022

Cita final


 

martes, 8 de febrero de 2022

Errar el tiro


No es la primera vez que dejo un libro a medias. Cada vez más.  De joven me empeñaba y los terminaba aunque se hundiera el cielo sobre mi cabeza, pero ya hace tiempo que no, aunque me sigue produciendo una indescriptible decepción. 
Las Geórgicas tenía muchas cosas para atraerme, y sin embargo no ha sido así. Tres periodos de la Historia (uno de ellos la Guerra de España), tres épocas violentas. Un premio Nobel. Literatura francesa, que suele ser de mi gusto, pero...
Leo en la wikipedia que Claude Simon al final de su vida se calificó a sí mismo como un autor "difícil, aburrido, ilegible y confuso". Y no seré yo el que le lleve la contraria. 


lunes, 7 de febrero de 2022

Etiopía

                                                                                       Montañas Simien. Etiopía. 2016

Eran otras épocas, aunque apenas haya transcurrido tiempo. Fue la última vez que visité un país africano. Etiopía ayer fue un deseo incontestable por fin cumplido. Hoy es un mundo lejano; en parte por los tambores de otra guerra olvidada y en parte por las nuevas trabas que se nos imponen: las que afectan al tráfico de viajeros y sobre todo las que encierran en nuestra cabeza, con ataduras más complicadas, nuestras ilusiones.

Hacía mucho frío en las Montañas Simien, algo que parecía afectar a nuestros primos lejanos, los geladas, bastante menos que las tormentas y sus fuegos fatuos mientras deambulaban por aquellas praderas de niebla.

Más abajo, un artículo que escribí para la revista Amberes sobre aquel viaje: 

jueves, 3 de febrero de 2022

Y de pronto...


Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
Y de pronto anochece.

       Salvatore Quasimodo

 

miércoles, 2 de febrero de 2022

Arborecer


Arborecer.
Hacerse árbol.
Adquirir la capacidad de dar vida
y de vivir.
Mantenerse incólume, salvo por la acción
de algunos elementos de la naturaleza
y por las necedades de los hombres.
Mientras tanto
resistir.

                                    MCH

martes, 1 de febrero de 2022

Toral de las Maletas










Visité Antequera el pasado noviembre por segunda vez en mi vida. Apenas recuerdo la primera. Así que recorrí la ciudad con ojos nuevos tras alejar, mientras me aproximaba, la niebla pertinaz de los paisajes. Y cuando ésta desaparece, un mundo de tejados y paredes blancas que retienen a duras penas los cerros de alrededor comienza a divisarse desde la Alcazaba.
Un horizonte que impacta en la retina, como me impactó también la obra de Cristóbal Toral en el museo de la ciudad. Alguien al que no conocía (discúlpenme). Ese panorama de maletas que siempre parecen abandonadas en luces tenebrosas. Tan abandonadas a un destino incierto como las mujeres tristes y delicadas que protagonizan muchas de sus pinturas. Tan exentas del glamour utilitario de los aeropuertos y, a la vez,  tan reales como fotogramas de la vida.