Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

miércoles, 31 de marzo de 2021

Premonición

                                                                                                        Para C.G.V.

Una de estas madrugadas me desperté bruscamente preguntándome por el paradero de alguien que hacía mucho que no veía. No suelo permitirme licencias con las premoniciones ni con asuntos inexplicables. Los misterios son para mí solamente cuestiones de las que no tenemos todos los datos. Pero lo cierto es que me desperté sin causa aparente y a una hora en la que todavía debería estar dormido.

No obstante, permanecí  aún durante un rato en la cama, con los ojos abiertos, observando cómo las luces del amanecer se desplegaban tímidamente, conquistando poco a poco rincones hasta entonces inexplorados de la habitación.

Ella, o el recuerdo de ella después de tanto tiempo, se había introducido inopinadamente en mi cabeza, así que me levanté y busqué su rastro por internet. Apenas había nada. Solamente una esquela fúnebre de un periódico de la región que decía que era jubilada de la empresa en la que nos conocimos y que había muerto en una ciudad del Mediterráneo ocho meses antes.

Ella fue mi primera jefa cuando yo era aún un joven primerizo e inexperto y he de confesar que nunca después tuve otra como ella.

Ante la imagen desoladora del ordenador no me quedó más remedio que evocar un pasado de treinta años antes.  Conversaciones entre tarea y tarea como si fuéramos amigos, como si no hubiera una distancia de edad y de vida entre ambos, con esa cercanía que propicia la mutua simpatía.

La perdí de vista cuando se jubiló o al poco tiempo y la verdad es que no me había vuelto a acordar de ella, salvo en cuestiones muy puntuales o en cada vez conversaciones menos habituales entre compañeros de la época. Hasta la sinrazón de esa madrugada premonitoria. Pero aquí está desde ese momento, paseando por mi cabeza, con sus años y su hermosura de entonces. Con esa voz que ahora rememoro.

 Ella, la que me cuidó.

domingo, 21 de marzo de 2021

Día de la Poesía

El poeta se despierta a las 6,52 de la mañana. Sin embargo permanece entre las sábanas, en duermevela, hasta las 7,03. Luego se levanta  (es un decir) mientras busca sus calcetines por el suelo, tras lo cual observa el horizonte invernal por la ventana. Su primera imagen (más bien su primer recuerdo) se lo dedica al cine –ese perejil de todas las salsas­-  en el que estuvo ayer por la tarde tras varios meses de ausencia. A las 7,07 se dirige al excusado con un libro bajo el brazo que habla del lóbrego trastero del Imperio. Lee 10 minutos  mientras hace otras cosas. Luego saluda a su perro a las 7,22 al tiempo que dispone su desayuno. El perro, al cabo, desde la puerta le mira con ojos intensos como dardos. A las 7,24 le prepara la comida y las medicinas al can y aprovecha la desatención para tomarse su café mientras en la radio una mujer,  que ha escrito un libro sobre acontecimientos ocurridos cuando ambos eran más jóvenes y más rebeldes, habla de una cronología discretamente familiar. En el programa radiofónico dicen que son las 7 y media  cuando el poeta está  guardando los platos de la cena. A las 7,41 mete al horno unos tomates y unas berenjenas. Luego vuelve a mirar por la ventana. Pasan unas cornejas a las 7,46 y un minuto más tarde se posan dos tórtolas en el árbol del jardín.  A las 7,51 un mirlo (tan poético)  ocupa su puesto en otra rama y el aire le revuelve las plumas y tal vez el alma. A las 7,58 la primavera recién estrenada continua disfrazada de invierno riguroso. Y a las 8 en punto y clavadas el poeta piensa que es un gran día, el mejor día para no escribir ningún poema.

jueves, 18 de marzo de 2021

Días de destrucción - Días de revuelta


La dicotomía entre las creencias del hombre blanco y el nativo americano era tan enorme que cualquiera que se aferrara al animismo y el misticismo, a la ambigüedad y lo mistérico, a lo esencial de la imaginación humana, a la vida comunal y a la noción de lo sagrado, debía ser exterminado. El credo hallado en las llanuras y en las comunidades indígenas preexistentes, arrasadas por los puritanos de Nueva Inglaterra, resultaba antitético y hostil para con el capitalismos y los conceptos de progreso tecnológico e imperialismo, así como para el ethos de la sociedad industrial. La veneración del misterio de la vida -el modo en que las culturas nativas abrazaban el principio socrático de conocerse a uno mismo- se enfrentó a la ambición de dominación, riqueza y poder. Lo alegórico entró en pugna con lo prosaico. La filosofía previa a la modernidad, esa que hacía del mundo una entidad viva y sagrada, fue violentamente derrotada para ser reemplazada por una cultura arrodillada ante la maquinaria de una economía basada en los salarios. Esa idolatría de la eficiencia , el racionalismo, la expansión capitalista y el imperialismo sería posteriormente caracterizada por el sociólogo Max Weber como el "desencantamiento del mundo". Una característica perturbadora, sostenía Weber, de la cultura occidental.    

Días de Destrucción. Días de Revuelta.
Chris Hedges y Joe Sacco.
Planeta Comic 


miércoles, 17 de marzo de 2021

Conor Pass

Conor Pass es un puerto de montaña que hay en la península de Dingle, en la costa oeste de Irlanda. La segunda vez que estuve allí, como la vez anterior, paré para contemplar el paisaje, los bosques. Solo que en esta ocasión había un arpista en mitad de la nada haciendo música del aire. Allí nació este poema, que años después se publicó en el libro titulado "Las fronteras del aire" (Amargord).  


Nada.

Ni la nebulosa promesa del océano,
ni los cortinajes de eternidad
con que se adornan las doncellas y los obispos,
ni la etérea murmuración de las aguas,
ni los espejos sombríos en que se admira la bruma.

Nada.

Ni el frío rozando los dedos de los duendes
mientras el aire extrae
de entre las cuerdas del arpa
la memoria de los días. 

lunes, 15 de marzo de 2021

El Adelantado

El eider común es un ave residente en el norte de Europa que suele migrar hacia el sur buscando un invierno más benigno, tras el cual regresa a su origen.
Sin embargo en 2016 llegó a las marismas de Santoña un ejemplar que decidió quedarse, y ahí sigue, para asombro de todos, disfrutando de sus nuevos dominios. Como un adelantado, ignorante de las tentaciones que suponen para él aquellos de su especie que llegan cada año para volver luego a las aguas nórdicas, siguiendo los puntuales dictados de la naturaleza. Dictados que nada valen, por lo que se ve, ante decisión tan testaruda.  

 


martes, 9 de marzo de 2021

País portátil


Recuerden que el árbol de la libertad está regado con sangre de mártires o con sangre de tiranos.

Adriano González León.
País Portátil.
Seix Barral.               

 

miércoles, 3 de marzo de 2021

Audubon






Estimado John: La verdad es que nunca he viajado por los Estados Unidos de Norteamérica. Y por las trazas que lleva la cosa me da el pálpito de que no lo voy a hacer en los restos. Sé que me estoy perdiendo algo, pero también sé que por otras latitudes lo estoy ganando. No pasa nada. Cada cual, si puede, elige el rumbo y los vientos.
Quiero pensar que te iniciaste en esto de las aves un poco como yo. Es decir, por casualidad. Por aquello de que tu alma se sentía libre entre las montañas y los bosques. Y ya que estabas allí, qué mejor manera de ser un poco más feliz que fijando tu atención en esos seres tan volátiles, tan huidizos, con esa capacidad tan maravillosa, ese privilegio que es elevarse por los cielos y viajar.
Supongo que al principio las acuarelas que llevabas en la mochila te servirían para fijar los paisajes que atravesabas, que la memoria con la edad se va haciendo pequeñita. En mi caso, aún no he traspasado la línea como tú y no los voy retratando con los pinceles. También es cierto que cuento con una ventaja fotográfica, propia de mi tiempo y no del tuyo, puesto que no necesito dispararlos para pintar sus cadáveres como si estuvieran vivos. No es que me parezca bien, pero creo que debo comprender lo difícil que es juzgar determinadas cuestiones con algunos siglos de diferencia.
Por lo demás, obviando esa "pequeña circunstancia", no me queda más remedio que hablarte de la emoción que supone contemplar hoy los hermosos retratos de las aves que tuvieron la mala suerte de cruzarse en tu camino.  
  


martes, 2 de marzo de 2021

El camachuelo se dignó a posar


He de reconocer que todos los pájaros tienen para mi su encanto. No obstante, de los que se pueden contemplar por estos lares, los hay que son particularmente hermosos: el martín pescador, el abejaruco, el reyezuelo... Sin embargo, y tal vez por lo complicado de observar, el tímido camachuelo se lleva la palma. Toda una sorpresa el que se posara durante un rato en un árbol frente a mi cuando volvía de una jornada de sequía pajarística. Una buena manera de regresar contento a casa.