Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

lunes, 28 de septiembre de 2020

Un siglo de piel y poesía


Durante todo el mes de septiembre ha estado presente en la Biblioteca Central, en Santander, una exposición del artista Chema Prieto en la que se muestran retratos, poemas y poéticas de diversos autores cántabros entre los que me encuentro, lo cual es de agradecer.
Siempre es difícil realizar una apuesta de estas características; no por lo que incluyes, sino por lo que dejas fuera. Alguna que otra ausencia de cierta relevancia me ha parecido que existía, y eso es la mayoría de las veces harto comprometido. Por tanto, justo es reconocer al autor la intrepidez o la temeridad al navegar por parajes pantanosos. 

sábado, 26 de septiembre de 2020

El vate orate


Tal vez un canto general o las soledades de Babel en el árbol de la memoria.
O unas odas elementales en un antipoema de las nanas de la cebolla.
Quizá hojas de hierba de un poeta en Nueva York en la larga noche de piedra.
Aunque seguro que es la voz a ti debida por todos los hijos de la ira donde el hombre acecha.


martes, 22 de septiembre de 2020

Todo lo que trae el mar


Todo lo que nos trae el mar cabe en una mano del mundo  y en el cuenco de tus pensamientos.

Todo lo que nos trae el mar está escrito en un otoño antiguo, cuando  aún no concebíamos las conjeturas del tiempo ni los días oscuros ni las noches forzadas.

Todo lo que nos trae el mar llega en las alas de pájaros peregrinos o en el vientre de la botella que lanzamos  en otro siglo.

Todo lo que nos trae el mar está en las nubes que avanzan sobre nuestras cabezas.

Todo lo que nos trae el mar se engendró  ayer y se extinguirá mañana.


sábado, 19 de septiembre de 2020

La mano de Castelao



Tengo la sensación de que la figura de Castelao es asumida como propia por la inmensa mayoría de los gallegos, opinen como opinen de cualquier otra cuestión. He visitado recientemente dos capitales de provincia en Galicia y me he topado con tres estatuas que lo representan. Esto, claro está, no es una prueba de lo que afirmo pero creo que es un síntoma.
Salvo para algún que otro cretino que va a Galicia a hacer campaña sin tener ni puñetera idea de dónde está pinado ni de dónde se mete. 
Así les fue y así les irá.
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Acoge a los de aquí
 y a los de ultramar, 
a los serenos y a los ahogados,
a los muertos y a los vivos,
la mano de Castelao. 

jueves, 17 de septiembre de 2020

Cosas de Blogger

Debido a que Blogger ha modificado su diseño y ya no me deja acceder al anterior, que a mí sinceramente me parecía mucho mejor y más práctico, he podido comprobar que sin saberlo tenía comentarios a las entradas sin revisar desde el 23 marzo de 2017. No es que antes recibiera muchos comentarios paro algo si que me extrañaba.

Bueno, el caso es que antes, cuando recibía un comentario, por algún sitio aparecía un aviso y entonces yo lo leía y lo contestaba si me parecía pertinente, que normalmente siempre me lo parecía.

Parece ser que los avisos ya no me aparecen, sin que yo haya hecho nada conscientemente para modificar tal circunstancia.

Escribo esto para que todos aquellos que han escrito comentarios en entradas de "La nube en la boca" en los últimos tiempos (desde la fecha que menciono) sepan que, al menos, respecto a esta cuestión, no es que me haya vuelto un borde y un desconsiderado.

Respecto a otras cada cual tendrá su opinión.

Dicho queda.  

Una eternidad para la gloria


Valle Inclán tiene estatua en Pontevedra. También tiene casa con cartel a unas cuantas manzanas en una calle recoleta. A buen seguro su vecino no tiene estatua que lo recuerde, pero el que no se consuela, desde luego, es porque no quiere.



miércoles, 16 de septiembre de 2020

La Burla Negra


Que una ciudad cuente con una calle, aunque sea un pequeño callejón, dedicado al más insigne de sus piratas, en tiempos en los que parece imposible descabalgar a tanto militar fascista del callejero nacional, no deja de hacer que una pequeña sonrisa (con colmillo retorcido) aflore en los labios del que esto escribe.
En Pontevedra me encontré con esta rúa a nombre de Benito Soto Aboal, pirata gallego que a principios del siglo XIX se amotinó a bordo del bergantín brasileño bautizado con el nombre de "O Defensor de Pedro" y rebautizado, tras enarbolar la bandera pirata, como "La Burla Negra". En ese bergantín comenzó sus tropelías abordando a la fragata inglesa "Morning Star" (Estrella Matutina) y asesinando a la mayor parte de su tripulación. Y así, de abordaje en abordaje y de asesinato en asesinato, Benito Soto y La Burla Negra fueron haciéndose con una reputación sumamente merecida, que acabó en 1830, en Gibraltar, con la ejecución por ahorcamiento del gallego a la escasa edad de 24 años.
Hay varias novelas y relatos que cuentan esta historia. Yo leí hace años la novela de José María Castroviejo, amigo de Cunqueiro, titulada "La Burla Negra" y cacharreando en Internet he sabido que es probable que Espronceda se basara en la figura de Benito Soto para su famosa "Canción del Pirata". Ya saben, "veinte presas hemos hecho a despecho del inglés..." 
Que el alma de Soto lleve buenos vientos y mejor singladura que su cuerpo mortal.

martes, 15 de septiembre de 2020

The grass dancer


Han pasado al menos cien años y el hueso de ciruela de mi boca se ha convertido en un bosquecillo de árboles. Puedo oler el aroma de la fruta cuando madura y mi aliento agita las hojas.
Estoy ligada a los vivos, movidos siempre por sus inquietudes. Mi espíritu jamás abandona al pueblo dakota, aunque a veces lo único que puede hacer es observar. Estaba allí cuando el ejército confiscó nuestros caballos para aislarnos en la inmovilidad. Estuve tras los Bailarines Fantasmales y cuando desfallecieron a causa de un arrobamiento desesperado e inútil, soplé una brisa refrescante sobre sus rostros. Ha habido muchos soldados y muchas tumbas. Muchos niños montados en trenes y enviados al otro extremo del país. Muchas veces corrí tras sus pasos y me dirigí a sus rostros tristes y cobrizos. "Eres dakota -les decía-. Tú eres un dakota." En una ocasión me quedé de pie ante una rústica máquina de vapor e intenté detener su avance, pero pasó sobre mí. Vi marchitarse la lengua y a pesar de que extendí los brazos para atrapar las palabras, muchas de ellas se escabulleron y quedaron enterradas en el olvido. Ahora soy una habladora y parloteo en los oídos de mi gente hasta que me hastío de mi propia voz. "Soy la memoria", les digo mientras duermen.   

Susan Power.
Vísteme de hierba (The grass dancer).
Círculo de Lectores (por cortesía de Muchnik Editores S.A.)

lunes, 14 de septiembre de 2020

Corteza









 Corteza

De niño me gustaba
desprenderla,
limpiar el tronco,
dejar al descubierto
la verde urgencia de otra capa,
sentir debajo
de los dedos
la rectitud del árbol,
sentirlo atareado
allá en lo alto,
en otro mundo,
indiferente a mis mordiscos,
capaz de sostenerse
sin corteza, 
capaz de reponerse 
de cualquier ofensa.


                Fabio Morábito

domingo, 13 de septiembre de 2020

Las termas de Bande


 A mi perro
 le gustan las aguas calmadas,
 las que tienen vocación de espejo
 y reflejan las nubes que pasan
 y que al paso,
 como doncellas sin tierra, 
se miran.

jueves, 3 de septiembre de 2020

El año que no fuimos a Madagascar


El año que no fuimos a Madagascar nos echaron de menos nuestros amigos los piratas y quedaron abandonadas a su suerte las jarras de pólvora y ron.
El año que no fuimos a Madagascar contemplamos las horas y los días que pasaban desde una ventana que nunca llegaba a escotilla.
El año que no fuimos a Madagascar llenaron la ventana y la vida vacía familias de gorriones y de milanos.
El año que no fuimos a Madagascar retratamos buitres y buitrones, trepadores y agateadores, mosquiteros, collalbas, bisbitas, colirrojos, gavilanes y gaviotas. Ellos sí que saben de distancia social.
El año que no fuimos a Madagascar, atravesamos los Bosques de la Tristeza y del Dolor, cruzamos las Ciénagas de la Ira y alcanzamos, por fin, las más altas cotas de la Cordillera de la Fragilidad.