Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 31 de julio de 2022

Van Gogh









 Visitamos la exposición inmersiva sobre Van Gogh que ha recalado en Santander. 

lunes, 25 de julio de 2022

La huerta


Camino veinte metros y me llego a un agreste mercado. 
Y cuando salgo en dirección a la cocina, ni cajeras ni guardas de seguridad hay. 

domingo, 17 de julio de 2022

Hojas en la hierba

La verdad es que nunca tuve la oportunidad de hablar con él y no hubo más contacto que el de ser “amigos” en una red social. Algo tan fútil como etéreo. Ya ustedes saben.

Sin embargo tengo la sensación de que puede ser una de esas ausencias que notas cuando falta. Una de esas agarraderas a un mundo particular que parece estremecerse cuando hay personas, parte de un paisaje, que optan por apearse.

Por lo que leo, dicen sus amigos que era un hombre afable y cercano, comunicador.

Mi primer recuerdo es del césped de los antiguos Campos de Sport, cuando yo tenía cerca de doce años y mi tío me colaba a los partidos porque su hijo era el guardameta suplente del equipo local. Él, el joven fotógrafo barbado, con todo el aparataje de cámaras, en vaqueros y camisa de campaña como el reportero avezado que yo imaginaba, caminando detrás de su padre, también fotógrafo pero de otra época, con traje gris, elegante y señorial, que lo mismo valía para retratar deportistas de toda ralea que a un alcalde o a un procurador en cortes por el tercio familiar.

Y yo mirando desde la grada, con mi edad temprana y mi inocencia, decidiendo que, más que futbolista, me traía cuenta ser reportero como aquel, tener los ojos y el objetivo bien abiertos, recorrer mundo y mostrar piedad por todo lo que se ve al otro lado de la lente. 

Mali Twist


Hace un rato he tenido la suerte de pasearme durante algo más de una hora por los paisajes de Malí. Veinte años después, como si de una novela de Dumas se tratara.
Fue mi primer contacto con África y, desde luego, o tal vez por eso, el que más recuerdos dejó en mi.
La película del francés de origen armenio Robert Guediguian lo ha hecho posible. Llevaba tiempo esperando a su estreno. Para mi siempre es un acontecimiento una obra de este director, incluso sin la aparición de sus actores fetiche, encabezados por su esposa Ariane Ascaride y lejos del entorno de Marsella, donde se desarrollan la mayor parte de sus películas.
En ésta se cuenta, a su manera, la eterna historia de Romeo y Julieta en los albores de la independencia de Malí, cuando los sueños de justicia, igualdad y fraternidad eran una fruta fresca para el joven estado, tan vivos como la música que empezaba a sonar entonces en los clubes de Bamako.

Entre las curiosidades de la película un cartel de Los Bravos con su canción "Black is black" (muy a propósito, por cierto) adornando la pared de una de las salas de fiesta en las que se desarrolla la acción.
Por cierto, Joserra, ahí he visto también "La taberna del Maquis" y jamás pensé que fuera a tener ese aspecto. Habrá, tal vez, que reconvertir algunos de los sueños imposibles. 


 

sábado, 16 de julio de 2022

Lazos oceánicos


 Va para 29 años que establecimos lazos oceánicos

viernes, 8 de julio de 2022

Se cernía, ave


Se cernía, ave, sostenía su vuelo, un veloz grito puro, cerniéndose esfera de plata, saltaba sereno, acelerando, sostenido, para que viniera, no prolongarlo demasiado largo aliento él alentando larga vida, cerniéndose alto, alto resplandeciente, inflamado, coronado, alto en la efulgencia simbolística, alto, del seno etéreo, alto de la alta vasta irradiación por todas partes todo cerniéndose todo alrededor en torno al todo, el infinitonitonitonito...

Ulises.
James Joyce.
Editorial Lumen.

jueves, 7 de julio de 2022

Un poemilla que se me cruza como vencejo

 Vivir 

Cientos de vencejos
se cruzan y se destrenzan
imaginando
encrucijadas
en el aire.

lunes, 4 de julio de 2022

Frente a frente













En una reciente visita al Museo Etnográfico de Grandas de Salime he tenido la oportunidad de ver una exposición sobre la Guerra Civil en Asturias, con imágenes de dos fotógrafos que retrataron la contienda con el foco puesto en cada bando. Constantino Suárez desde Gijón y Florentino López desde la ciudad sitiada de Oviedo. Cada uno desde su óptica personal, a veces tan cercana, muestran la grandeza y la tristeza de una época que tanta huella nos ha dejado.
He de decir, no obstante, que me impresionaron particularmente las fotografías de Constantino Suárez. Y doy con ello respuesta a la pregunta cargada de curiosidad y de intención que en su momento me hizo  la simpática responsable del museo.