Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 17 de julio de 2022

Mali Twist


Hace un rato he tenido la suerte de pasearme durante algo más de una hora por los paisajes de Malí. Veinte años después, como si de una novela de Dumas se tratara.
Fue mi primer contacto con África y, desde luego, o tal vez por eso, el que más recuerdos dejó en mi.
La película del francés de origen armenio Robert Guediguian lo ha hecho posible. Llevaba tiempo esperando a su estreno. Para mi siempre es un acontecimiento una obra de este director, incluso sin la aparición de sus actores fetiche, encabezados por su esposa Ariane Ascaride y lejos del entorno de Marsella, donde se desarrollan la mayor parte de sus películas.
En ésta se cuenta, a su manera, la eterna historia de Romeo y Julieta en los albores de la independencia de Malí, cuando los sueños de justicia, igualdad y fraternidad eran una fruta fresca para el joven estado, tan vivos como la música que empezaba a sonar entonces en los clubes de Bamako.

Entre las curiosidades de la película un cartel de Los Bravos con su canción "Black is black" (muy a propósito, por cierto) adornando la pared de una de las salas de fiesta en las que se desarrolla la acción.
Por cierto, Joserra, ahí he visto también "La taberna del Maquis" y jamás pensé que fuera a tener ese aspecto. Habrá, tal vez, que reconvertir algunos de los sueños imposibles. 


 

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