Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 26 de diciembre de 2023

Islas del abandono



 A la hora de reflexionar sobre el cambio climático, encuentro que existe una tendencia a columpiarse entre dos polos: de un pánico extremo casi incapacitante a algo que se acerca a la incertidumbre, tal vez a la negación. Como ocurre con los desplazamientos continentales, el cambio climático sucede demasiado despacio para que pueda ser percibido por el ojo humano. Esta velocidad de cambio -la décima parte de un grado por aquí o por allá- nos arrulla en una falsa sensación de seguridad. Permitimos que nuestra atención se desvíe, que nuestra mirada se pose sobre preocupaciones más inmediatas. Sin embargo, el cambio es constante, inexorable, va ganando ritmo. Hay que recordar que incluso la apocalíptica extinción del Pérmico-Triásico -el acontecimiento masivo que empequeñece a todos los demás, cuando se puso en duda el futuro de la propia vida- tuvo lugar a lo largo de un periodo de unos cien mil años. Tal vez sea un instante en términos geológicos, pero al observador humano, que habita el planeta durante una mínima fracción de tiempo, le podría parecer que nada iba mal.
 
Cal Flyn.
Islas del abandono. La vida en los paisajes posthumanos.
Capitan Swing.

jueves, 21 de diciembre de 2023

Lo que no está


Aquí,
en este lugar,
en este mismo lugar
a ambos lados de la vía,
como en tantos otros,
una vez
(hace tanto tiempo
que se pierde
 en la niebla)
hubo árboles
procesionales.
Nadie
me lo dijo.
Yo
lo vi.

Madrid: un día entre paréntesis



En medio todo sucede. 
Abandona su insomnio una inmensa mayoría del millón de cadáveres que lloraba antaño el poeta.
Y tal vez el resto se transforme en una muchedumbre de licántropos sonámbulos y damas de compañía en busca de almas rotas y ángeles demediados.
Anónimos e indiferentes, abandonando están los subterráneos.
Con todo un día por delante para reivindicarse, para rescatarse de la inocente y vertiginosa costumbre de vivir.
Hijos e hijas de la ira, al fin. 

martes, 19 de diciembre de 2023

Grullas








A finales de noviembre fui a ver grullas a Extremadura. Había cierta inquietud entre la gente interesada por las aves porque esta vez se estaban retrasando en su cita migratoria. Pero cuando llegamos allí estaban. Al principio, al atardecer, eran solo un deseo, unas sombras amontonadas en el horizonte. Sombras que en el día postrero se hicieron patentes en su magnífica y multitudinaria presencia. Muchas gracias al compañero Felipe Zapico por sus orientaciones. El año que viene, si nada se tuerce, seremos también grullas, fieles a la cita.

lunes, 18 de diciembre de 2023

Imprudente


Recientemente mi amigo José Gabriel, obstinado fotógrafo de atardeceres, sacó esta imagen en la que me hallo, cual Jonás en el vientre de la ballena, en el interior de la Librería Manuel de Falla, en Cádiz; una, por otra parte, de mis aficiones favoritas, esa de rebuscar y rebuscar en librerías.
Y creo no equivocarme si considero que esta vez mi amigo ha retratado, sin desearlo, otro crepúsculo a los que es tan aficionado, a juzgar por las palabras que alcanzamos a escuchar al librero, en conversación con otro cliente, cuando decía que continuar, más que desaconsejable, empezaba a ser imprudente.
¡Ay, pena de librerías!

domingo, 17 de diciembre de 2023

El mundo de ayer


(...) tal vez nada demuestra de modo más palpable la terrible caída que sufrió el mundo a partir de la Primera Guerra Mundial como la limitación de la libertad de movimientos del hombre y la reducción de su derecho a la libertad. Antes de 1914 la Tierra era de todos. Todo el mundo iba adonde quería y permanecía allí el tiempo que quería. No existían permisos ni autorizaciones; me divierte la sorpresa de los jóvenes cada vez que les cuento que antes de 1914 viajé a la India y América sin pasaporte y que en realidad jamás en mi vida había visto uno. La gente subía y bajaba de los trenes y de los barcos sin preguntar ni ser preguntada, no tenía que rellenar ni uno del centenar de papeles que se exigen hoy en día. No existían salvoconductos ni visados ni ninguno de estos fastidios; las mismas fronteras que hoy aduaneros, policías y gendarmes han convertido en una alambrada, a causa de la desconfianza patológica de todos hacia todos, no representaban más que líneas simbólicas que se cruzaban con la misma despreocupación que el meridiano de Greenwich. Fue después de la guerra cuando el nacionalsocialismo comenzó a trastornar el mundo, y el primer fenómeno visible de esta epidemia fue la xenofobia: el odio o, por lo menos, el temor al extraño. 

Stefan Zweig.
El mundo de ayer. Memorias de un europeo.
Acantilado.
(Traducción de J. Fontcuberta y A. Orzeskek)

viernes, 15 de diciembre de 2023

Los animales


Ellos, los animales, nos miran de frente,
desde la lejanía del tiempo en que olvidamos 
qué era aquello de la fraternidad entre las especies.
Nos miran ajenos, con la brizna de desconfianza
que ahorra excusas y lamentos,
con la pertinencia de los destinados a la servidumbre,
con el peso de las llanuras y los bosques,
como víctimas dispuestas
a nuestro capricho de la muerte.
Ellos, los invisibles, los animales. 

                                                                                           MCH

jueves, 14 de diciembre de 2023

martes, 5 de diciembre de 2023

Caminos sin retorno


-Esto es difícil, señor. La música está simplemente ahí para hablar de lo que la palabra no puede hablar. En tal sentido, no es totalmente humana. ¿Conque habéis descubierto que la música no es por complacer al rey?
-Descubrí que era por agradar a Dios.
-Y os habéis equivocado, pues Dios habla.
-¿Por regalar el oído?
-Aquello de lo que yo no puedo hablar no regala el oído, señor.
-¿Por conseguir oro?
-No, el oro no es audible.
-¿Gloria?
-No. No son sino nombres que se renombran.
-¿Silencio?
-Este no es sino lo contrario del habla.
-¿Por los músicos rivales?
-¡No!
-¿Por el amor?
-¡No!
-¿Por el amor perdido?
-No.
-¿Por el desamor?
-No y no. 

Pascal Quignard.
Todas la mañanas del mundo.
Galaxia Gutenberg.
Traducción: Esther Benítez. 


En nombre de la tierra


Una historia tan frecuente y tan antigua que podría ser dueña de todas las geografías. Una aldea de todo el mundo, de cualquier lugar del mundo, con sus bajas pasiones, sus envidias y sus catervas indecorosamente humanas.
Y sin embargo, un tipo de cine que es, sobre todas las cosas, un intenso placer para la vista y para los oídos. 


sábado, 25 de noviembre de 2023

Retrato de familia

La Puebla de Alcocer.
 

¿Pero hubo alguna vez esa huelga general?

Pedir no se les pide nada porque "pa qué", pero alguna vez esos fantoches deberían aprender a respetar las instituciones en las que se apoyan para continuar obteniendo fondos públicos en aras de sus ridículas cruzadas.
Sería hora de que dejaran de tocar las pelotas con mociones de censura que saben perfectamente que no van a llegar a ningún puerto y se van a quedar en un soberano naufragio. Sería hora de que abandonaran esa manía de personarse en los tribunales "pa ná". Sería hora de que dejaran en paz a los antidisturbios para una vez que no apuntan sus cargas en el mismo sentido de siempre. Hasta involuntaria ternura produce la sorpresa que se han llevado a la par que la andanada de hostias. Sería hora de que se dejaran de la mandanga esa de la huelga general revolucionaria porque no saben, porque no tienen ni puta idea. ¿Cómo van a tenerla los gilis estos?
Uno pensaba que al menos ellos iban a poder arrastrar a todos los esquiroles que nunca van a ninguna ni por el forro. Pero es que tampoco. ¡Vaya por dios!   


jueves, 23 de noviembre de 2023

Eichmann en Jerusalén

El miembro de la jerarquía nazi más dotado para la resolución de problemas de conciencia era Himmler. Himmler ideaba eslóganes, como el famoso lema de las SS, tomado de un discurso de Hitler dirigido a estas tropas especiales, en 1931, "Mi honor es mi lealtad" -frases pegadizas a las que Eichmann llamaba "palabras aladas", y los jueces de Jerusalén denominaban "banalidades"- y los difundía, tal como Eichmann recordaba, a finales de año, seguramente acompañadas de una gratificación de Navidad. Eichmann únicamente recordaba uno de estos eslóganes, y lo repetía constantemente: "Estas son batallas que las futuras generaciones no tendrán que librar". Se refería a las batallas contra las mujeres, los niños, los viejos y las "bocas improductivas". He aquí otras frases tomadas de los discursos que Himmler dirigía a los comandantes de los Einsatzgruppen y a los altos jefes de las SS y de la policía: "Haber dado el paso al frente y haber permanecido íntegros, salvo excepcionales casos explicables por la humana debilidad, es lo que nos ha hecho fuertes. Esta es una gloriosa página de nuestra historia que jamás había sido escrita y que no volverá a escribirse", "La orden de solucionar el problema judío es la más terrible orden que una organización podía jamás recibir", "Sabemos muy bien que lo que de vosotros esperamos es algo sobrehumano, esperamos que seáis sobrehumanamente inhumanos". Aquí, nosotros tan solo podemos decir que las esperanzas de Himmler no fueron defraudadas. Sin embargo, debemos poner de relieve que Himmler casi nunca intentó hallar justificaciones desde un punto de vista ideológico, y que, cuando lo hizo, ello pronto cayó en el olvido. Lo que se grababa en las mentes de aquellos hombres que se habían convertido en asesinos era la simple idea de estar dedicados a una tarea histórica, grandiosa, única ("una gran misión que se realiza una sola vez en dos mil años"), que, en consecuencia, constituía una pesada carga. Esto último tiene una gran importancia, ya que los asesinos no eran sádicos, ni tampoco homicidas por naturaleza, y los jefes hacían un esfuerzo sistemático para eliminar de las organizaciones a aquellos que experimentaban un placer físico al cumplir con su misión. Las tropas de los Einsatzgruppen procedían de las SS armadas, unidad militar a la que no cabe atribuir más crímenes que los cometidos por cualquier otra unidad del ejército alemán, y sus jefes habían sido elegidos por Heydrich entre los mejores de las SS, todos ellos con título universitario. De ahí que el problema radicara, no tanto en dormir su conciencia, como en eliminar la piedad meramente instintiva que todo hombre normal experimenta ante el espectáculo del sufrimiento físico. El truco utilizado por Himmler -quien, al parecer, padecía muy fuertemente los efectos de aquellas reacciones instintivas- era muy simple y probablemente muy eficaz. Consistía en invertir la dirección de esos instintos, o sea, en dirigirlos hacia el propio sujeto activo. Por esto, los asesinos, en vez de decir: "¡Qué horrible es lo que hago a los demás!", decían: "¡Qué horribles espectáculos tengo que contemplar en el cumplimiento de mi deber, cuán dura es mi misión!".

Eichmann en Jerusalén.
Hannah Arendt.
De Bolsillo.
Traducción: Carlos Ribalta.     
 

domingo, 19 de noviembre de 2023

Amigo Mochuelo


Desde hace tres o cuatro años es para mi como un vecino más. Y aunque parece que a veces se ausenta el tiempo suficiente para que le eche de menos, él siempre regresa. Eso no quita para que, cuando salgo a caminar, esté siempre pendiente de su atalaya.
Si no está, pienso que su retorno no ha de tardar. Y si, por el contrario, me lo encuentro, le hago un par de fotos a modo de saludo y continúo el paseo con la sensación de que la observación de aves ese día empieza bien.
Él me mira, mientras me acerco, con ese gesto que no sé si interpretar como de curiosidad bienintencionada o de genuina displicencia. Ya entiendo que nuestra arrogancia, la de los humanos, es infinita y que necesitamos como el comer darle explicación comprensible a todos los actos que rodean a la fauna. Y que por tanto humanizamos tontamente lo que no entendemos. No obstante, pese a ello, saludo cuando me marcho y me parece que su mirada atentísima me persigue, como si me dirigiera una educada contestación, durante unos segundos. El tiempo oportuno antes de que el amigo mochuelo encuentre la razón para empezar a dedicarse a asuntos más importantes.  

sábado, 18 de noviembre de 2023

Filminas


Filminas, les decíamos. También diapositivas, claro. Eran el soporte progre, entonces, de la fotografía; aquel que, para los aficionados, superaba el descanso eterno de las imágenes en papel dentro de olvidados álbumes y cajas metálicas de membrillo. Tenían un ritual de almacenamiento y de clasificación, un cuidado de entomólogos ante las alas de las mariposas. No tocar, no desordenar. Anotar cuidadosamente número de orden y lugar. ¡Ay, los viajes, los primeros viajes y las primeras montañas!
Y sin embargo, hoy en día son también objetos del pasado, recuerdos arrumbados que, encima, envejecen mal, palidecen al tiempo que el polvo, los hongos y las huellas de dedos descuidados se convierten en vestigios de ancianidad. Y entonces volvemos a esforzarnos en su conservación transformando su naturaleza y convirtiéndolas en nube. La misma nube en que vamos transmutándonos nosotros.  

lunes, 13 de noviembre de 2023

Sol y Tioma

 Piedrasluengas

jueves, 9 de noviembre de 2023

Esa España que usted menciona

Observo con cierta aprensión las imágenes y las fotografías que lanzan los medios de comunicación sobre lo que está ocurriendo estos días frente a la sede madrileña de los socialistas y, supongo que, por simpatía, en otras sedes también, aunque no se publiciten tanto. Ya saben que el circo necesita de leones rugientes para subsistir.

He de decir que lo que más me llama la atención de los aquelarres que suelen montar en hordas, como es el caso, o en particular, es su concepto de España, aquí, o de patria en general porque, no nos vamos a engañar, la tontería por desgracia está muy extendida.

Acostumbran a hablar mucho de España o, al menos, a mencionar mucho, muchísimo, la palabra España, porque en realidad no pueden ir más allá. No tienen con qué. Tampoco tienen nada más a lo que agarrarse que el palo de la bandera. Imagínenselos suspendidos en el aire sin otra salvación.

Pero la verdad es que, en donde ellos ven España y los exagerados colores del faro de la patria, solo hay vanidad, orgullo castrense y pretensiones de supremacía. Si ustedes se fijan, en sus gestos y en sus actitudes son los mismos hooligans que acuden al campo de fútbol para ver ganar a su equipo, ya sea por lo civil o por lo criminal, porque no hay más en sus apetitos que la necesidad intestinal de triturar a los que no quieren ser como ellos.

Por eso todo a su alrededor es rabioso artificio, porque detrás de esa España que preconizan no hay nada. Tampoco hay gente.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Poema de la mar


Como Heracles he visto al otro lado del mar las manzanas doradas
en el jardín de las Hespérides. 
La tentación en la que nacen los dulces coros de las sirenas.
¿No lo observáis en el horizonte de mi sonrisa, en mi océano corazón? 


Mariano Calvo Haya.
Poema de la mar (fragmento).

martes, 7 de noviembre de 2023

Banderías

Y dijo el pérfido, el ruin santón de las cloacas:
"El que pueda hacer que haga".
Y salieron entonces de debajo de las piedras
y del fondo oscuro de los socavones
un sinfín de perdularios, la hez del subterráneo,
un batallón de gaznápiros,
la santísima hermandad de los alacranes.


lunes, 6 de noviembre de 2023

sábado, 4 de noviembre de 2023

¡Que ahorquen a Heródoto!


-¿Cómo dice, señor? ¿Duda usted de Heródoto?
-¡Que ahorquen a Heródoto! Y a Plinio junto con él. Francamente, ¿cómo puede pretender que un ser racional acepte todos esos disparates sobre tribus que chillan como murciélagos y son más veloces que los caballos? ¿O sobre esos pigmeos o duendes -o como los llamen- que corretean y saltan airosamente por los bosques como si la jungla fuera un parvulario de Mayfair? Le digo que todo eso no son más que mitos. Puro folclore. Tombuctú es tan real como la tierra de los lestrigones.
Sir Joseph Banks, presidente de la Royal Society, tesorero y director de la Asociación Africana para la Promoción de la Exploración, está sentado a la cabecera de la mesa de caoba de su biblioteca, en el número 32 de Soho Square. Frente a una copa de Madeira. Estamos en julio, las ventanas están abiertas, las mariposas nocturnas revolotean alrededor de las lámparas. En la pared del fondo, cuelga un mapa de África de Desceliers del siglo XVI. Sir Joseph lo contempla taciturnamente, apenas prestando atención al debate que tiene lugar a su alrededor. Una joya artesanal, ese mapa de Desceliers. Lleno de colorido. Imaginativo. Por supuesto, no es más que un esbozo, un perímetro con alfileres marcando topónimos, pero el vasto e inexplorado territorio interior permanece astutamente oculto tras un goteo de ríos imaginarios y legiones de míticas bestias, doncellas de seis brazos y cíclopes sin brazos o sin piernas. Sir Joseph suspira, bebe un lúgubre sorbo de vino. Dos siglos después, él y sus colegas -hijos de la Ilustración- casi saben tanto como Desceliers.       

T.C. Boyle
Música acuática.
Impedimenta.
Traducción: Manuel Pereira. 

jueves, 2 de noviembre de 2023

Orense

 Orense. Noviembre 2021.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

Fantasistas


Supongo que ya había barruntos en el imaginario, a veces enciclopédico, de crónicas literarias revisadas, de escaparates de librerías observados al milímetro, de críticas escuchadas en cualquier cadena de radio o del boca a oído entre noveleros, pero lo cierto es que me encontré por primera vez con una obra de Rivera Letelier en una plaza ajardinada recién llegado a Copiapó, a la orilla del Norte Grande. Se trataba de "El fantasista", y nosotros, que jamás habíamos sido lumbreras y ni siquiera meritorios en aquello de dominar los caprichos del balón, nos sentimos hermanados con las glorias efímeras y los fracasos desvelados de aquel mago del fútbol salitrero.
Recuerdo que a poco llegaste tú, de sorpresa, a Santiago y al tiro compartimos descubrimiento, como antes lo habíamos hecho con los sabios escritos de John Berger y algún otro.
Entonces no, pero en algún otro viaje, yo creo que en aquel de varios meses que te marcaste, pudiste visitar alguna oficina salitrera fantasma y me trajiste alguna ficha, que aún conservo de recuerdo, de la oficina y ahora también de ti. Una de aquellas fichas de economato que mencionaba la Cantata de Santa María, repleta de injusticias y de "sequiedades del silencio, para siempre sequiedades".
Y ahí continuó, sin duda, el encantamiento con las historias que nos iba contando libro a libro el buen Rivera Letelier, aunque a veces nos parecía que flojeaba y repetía en demasiadas ocasiones la misma fábula. Pero seguíamos incansables e inabordables hasta llegar a "La contadora de películas". 
Ayer la vi, plasmada en carne y hueso de celuloide (o en lo que se quiera que ahora se hagan las películas, en polvo de estrellas quizá) y me acordé de todo esto y también de ti, que ya no estás, y de que al igual que la protagonista tú también tenías el magnífico poder de narrar una película en blanco y negro como si estuviera hecha en cinemascope y technicolor. Y también recordé que, si no hay nada que lo impida, en unos meses iremos de nuevo a ese Chile quimérico para el que tú también tenías pasaje.
Aunque ya no nos quede mucho tiempo para cambiar el mundo.

  

lunes, 30 de octubre de 2023

Argos


Argos, el perro fiel, reconoció que, tras los harapos y las huellas del mar y de los años, en aquel forastero que arribaba a Ítaca estaba Odiseo. Fue el único.
Argos es también una ciudad amable del Peloponeso. A un tiro de flecha de las ruinas de Micenas, a un lanzazo de las ruinas de Tirinto, a varias leguas del teatro de Epidauro, a cuatro pasos de la bella Nauplia.
Un lugar en el que fuimos razonablemente felices, nos reconocimos también y observamos con confianza de misteriosos habitantes regresados el pulso de la vida al pasar.


jueves, 26 de octubre de 2023

S.O.S.

Save Our Souls

 
Salvad nuestras almas de la angustia que nos ahoga.
Salvad nuestras almas del temor que nos hace imprudentes.
Salvad nuestras almas de la lógica de los poderosos.
Salvad nuestras almas de la equidistancia y de la frialdad.
Salvad nuestras almas de los turbios propósitos y de la fea hipocresía.
Salvad nuestras almas de los que no titubean alguna vez.
Salvad nuestras almas de los que nunca dudan en llegar hasta el final.
Salvad nuestras almas de las venganzas y de la religión.
Salvad nuestras almas del dinero y de los intereses compuestos.
Salvad nuestras almas del sibilante sonido celeste de las bombas.  
Salvad nuestras almas, porque siempre caen con estrépito donde no se las espera.
Salvad nuestras almas vivas de la muerte.
Pero salvad, sobre todo, las almas impúdicas de aquellos que nos matan
porque no contemplarán 
un rostro apacible en los espejos
ni tendrán sosiego jamás.

                                                                           MCH

martes, 24 de octubre de 2023

La memoria


Veo en televisión que se han descubierto imágenes filmadas en las que aparece el poeta Miguel Hernández durante las jornadas en las que se celebró el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura (Valencia, 1937). Hasta ahora se conocían (aunque desde hace poco tiempo) algunas fotografías tomadas por Walter Reuter durante aquel Congreso, que han servido para comparar el atuendo y el lugar en el que se encontraba el poeta. Y también se comenta que ha sido un espectador, Bernardo López Mínguez, el que ha caído en la cuenta mientras veía unas imágenes antiguas durante un reportaje de TVE sobre una exposición de Miguel Hernández en la Biblioteca Nacional.
Y no queda otra que felicitarnos porque así es como se pone luz en las tinieblas de la memoria. Porque, ésta, la colectiva, la que nos debería unir bajo la bandera de la cultura y el conocimiento, está hecha de casualidades y de fragmentos. Está hecha a base de atravesar lo inadvertido y de encender lo que otros se empeñan en mantener en las sombras.    

lunes, 23 de octubre de 2023

Napátridas del mundo

En Nápoles, cuando bajo por las escalerillas del tren, no tengo la sensación de estar de vuelta. Por el contrario, me siento solo más merecidamente que en cualquier otro lugar. Una ciudad no perdona la separación, que es siempre una deserción. Estoy de acuerdo con ella, con la ciudad: quien no estuvo o se ausentó ahora no está; su derecho de ciudadanía ha prescrito. Ahora es uno de los muchos transeúntes a los que ella acoge, sin oponer resistencia, un extranjero embobado al que nadie ahuyenta, al que se observa de reojo como si fuera una mercancía maleable. Respeto el derecho de regurgitación que la ciudad ejerce sobre quien se aleja de ella. Si respondo de mí ante ella lo hago poniéndome en el pellejo del huésped, no del ciudadano. Y, si bien no tengo derecho a definirme como apátrida, puedo decirme napátrida: alguien que se ha raspado del cuerpo sus orígenes para entregarse al mundo.

Erri De Luca.
Napátrida. Volver a Nápoles.
Periférica (Ed.)
 

viernes, 20 de octubre de 2023

La amiga invisible










Mientras hago tiempo para iniciar junto a los compas de Desmemoriados el montaje de la exposición ("Una vida, dos países, dos guerras y Dos patrias llevo conmigo") sobre los niños españoles que durante la Guerra Civil fueron llevados, gracias a la solidaridad,  a la antigua U.R.S.S. y a otros países de Europa, me detengo a contemplar las fotografías que en una sala cercana de la Biblioteca Central de Cantabria expone Iñaki Izquierdo Muxica.
No descubro nada si digo que "la amiga invisible" que da título a la exposición es la radioactividad latente que se encuentra en las zonas de alrededor de la Central de Chernobyl, de triste recuerdo, y que gira alrededor de las imágenes que se exponen como un espíritu invisible, inevitable y mefítico. No puedo menos que, al tiempo, recordar la lectura terrible del libro de Svetlana Aleksiévich titulado "Voces de Chernobyl".
Si pueden dense una vuelta por la Biblioteca Central, en Santander, y viajen a ambas exposiciones.     


miércoles, 18 de octubre de 2023

Un paisaje


Un paisaje es un lugar donde el aire no choca con los muros, donde los ojos pueden liberar sus dioptrías hasta el horizonte. Un paisaje es donde nosotros, los de la especie humana, estamos en minoría respecto a los pájaros, los árboles y los peces.

Erri De Luca.
Napátrida.
Periférica (Ed.)

domingo, 15 de octubre de 2023

La taberna fantástica

 

La taberna fantástica 

                                                                 En aquella taberna
                                                          todo parecía quedar fuera
                                                         del poder del Estado.                          

                                                                                              Manuel Rivas 

En este poema han pasado casi quince años
en lo que se tarda en servir una pinta de Guinness
con un trébol irredento coronando su espuma.
Y mientras tanto, al comienzo de todo, un forastero,
que aún no sabe que dentro de unos instantes
pedirá esa cerveza de aguas negras como el que pide salvación,
transita, inabordable, por sus pensamientos
en una calle anónima de una ciudad desconocida.
 
En este poema salen de su interior los lamentos
de un mago extravagante, quizá recién llegado del Valle de Strathmore
o tal vez, porque la memoria se hace mezcla de humo de tabaco antiguo
y vapores de grog, se van del bar los pasos quedos de alguien que,
de regreso, acompaña a la medianoche y a la melancolía,
mientras escapa también del verso al son de la gaita apacible de Spillane. 

Por este poema entra la memoria de los amigos
todas las noches de mi vida y sube hasta mi almohada
la necesidad atribulada de su recuerdo.
Por este poema van y vienen batallas que libramos
y conversaciones que fueron, como un hálito rebelde
que circula por el aire. Por este poema viajan
almas en pena que no se acostumbran al silencio. 

En este poema lo que hay en realidad es el fantasma de una taberna.
Por ella, raudo y mágico, entro en Torrelavega,
me pido un café bien cargado, y amanezco en Donegal,
en Derry o en Plouyé, en el malecón de La Habana,
en San Cristóbal de las Casas o, solitario e imprudente,
ante un tanque en la plaza china de Tiananmen. 

Pero a este poema se vuelve siempre, como si la vida fuera un guiño,
un buen trago, una mala broma, un birlibirloque
o tuviera la brevedad de una despedida,
del mismo modo que el Capitán Morgan retorna al mar
con el reflujo de las olas, como los personajes regresan a los libros,
como el viento se hace de nuevo viento tras su derecho a la pereza,
como nosotros permanecemos, quietos, jóvenes e irreductibles,
brindando como ayer por nuestros muros de amor y de piedra.


                                                                  MCH

 

martes, 10 de octubre de 2023

El terror

El poder, la posibilidad de encerrar en un inmenso campo de concentración a dos millones y medio de personas a la vez que impides cualquier tipo de suministro para rendirlas por hambre, sed y enfermedades. Y además, por si no bastara, y para que no quede ni rastro de ellas, día y noche les revientas a bombas.

Eso, ni más ni menos, es el terror.

Defiendan eso y vivan con ello.


Cerrar los ojos


Max Roca: Saber envejecer, that is the question.
Mikel Garay: ¿Tú sabes cómo se hace eso?
Max Roca: Claro que sí. Sin temor ni esperanza.


domingo, 8 de octubre de 2023

Clandestinos



En 1998 el músico Manu Chao publicaba su primer trabajo en solitario tras haber sido integrante de Mano Negra y lo tituló "Clandestino".  Menos de un año antes, en Chiapas, se había producido la matanza de Acteal y dos años y medio atrás el Ejército Zapatista de Liberación Nacional había firmado con el gobierno de México los Acuerdos de San Andrés con el objeto de que los pueblos indígenas tuvieran unos derechos y una autonomía que jamás habían tenido. Aquellos acuerdos el gobierno mexicano nunca los cumplió.
En 2001 viajé a México para ser testigo emocionado de la Marcha zapatista del color de la tierra.
Las canciones de "Clandestino", a partir de su publicación se convirtieron en una suerte de himno continuado para los que durante aquellos años trabajamos en la solidaridad con los pueblos de Latinoamérica y nos movimos por las trochas de sus países.
Ayer, en un viaje sentimental al pasado, tuvimos la oportunidad de escuchar a Manu Chao en Torrelavega gracias a la labor de los amigos de la Asociación Octubre. Muchos de los que anoche estaban en el concierto no habían llegado a pre-escolar cuando ocurrían los sucesos que relato al principio. 
Hay 22 años de distancia entre ambas fotografías, y en un razonable parecido, en las dos hay dedos que se alzan al aire, quiero pensar que quizá intentando aprehender algo parecido a la justicia. 

jueves, 5 de octubre de 2023

El país raro


Mi montaña es íntima, modesta y suave. Me gusta su belleza tranquila, sus colores alegres. Es un paisaje sentimental de altos valles fértiles, amables con el hombre, cañadas tapizadas de hermosa nieve. Es un lugar de pueblecitos y casas de campo familiares o de amigos, en un ambiente festivo, risueño. Y, si en verano asciendo a veces más arriba, no me tengo por un águila y todavía menos por un rebeco: soy un simple ser temporalmente liberado de la gravedad. No tengo ese complejo de superioridad que empaña el alpinismo y lo transforma a menudo en una competición viril. Las escuelas de escalada y los refugios de montaña transpiran testosterona. (...) Me gusta levantar la mirada hacia el cielo, en vez de mirar desde la cima hacia abajo. El país de arriba que se escalona en niveles sucesivos hasta los glaciares y los canchales es el país precioso, el país raro. 

Pascal Bruckner.
De la amistad con una montaña. Pequeño tratado de elevación.
Siruela. Biblioteca de Ensayo.

Aglais io


Según mi particular experiencia de fotógrafo aficionado a la naturaleza hay tres tipos de mariposa. A saber: Las que se posan con las alas abiertas, las que se posan con las alas cerradas y las que no se posan jamás.
Y mientras averiguamos si estoy en lo cierto o no, aquí les presento a una probable mariposa pavo real, también llamada Aglais io.


lunes, 2 de octubre de 2023

La niebla





¡Ay, la niebla, la niebla! 
La que empalidece el color 
y engalana las geometrías,
la que apaga el aire.
La niebla silenciando
el rumor de lo que palpita,
el vuelo de las aves,
el rumiar de las vacas,
el fuelle del oxígeno 
que respiro.
La terrible mirada
que ciega los horizontes.

                                             MCH

domingo, 1 de octubre de 2023

El bosque


¡Cuidado! Estás a punto de entrar al territorio de los cuentos, al lugar en el que solamente somos una pequeña parte del misterio y, también, el forastero que, imprudente, osa hollar lo desconocido. Allí estamos hechos con la misma materia que el humus y el musgo entre las hojas o, tal vez, del temor atávico a ser los más pequeños entre los pequeños.
¡Precaución! Estás a un paso de entrar en tierra de emboscadas. Si no estás atento a las señales, tal vez te llegue a atrapar el difuso canto reverencial de los pájaros escondidos.