Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 22 de diciembre de 2020

Doce meses y un día


En enero y en febrero la madera ardió llenando el aire de llamas y pavesas. Nada hacía presagiar que marzo sería un mes raro, anormal, de esos en los que cabeceas pensativo y te dices, estupefacto, que hay cosas que no te pueden estar pasando a ti. Pero lo cierto es que te estaban pasando. A ti y a todos los demás. La calle se quedó de pronto vacía, en una especie de desconsuelo de ventanas vigía en las que se posaban los gorriones mirándote. Mirando para adentro. En abril los días pasaban lentos como la niebla o como los asistentes a un entierro. Y las urracas, junto a los gorriones, miraban para adentro. Mayo ya no era mayo, aunque los buitrones inundaran el cielo con sus salmódicos vuelos. Para junio cerramos ventanas y abrimos las puertas como si el dinosaurio ya no estuviera allí y porque de ilusión también se alimenta el pobre. Julio no nos llevó lejos como a pájaros migrantes y agosto se vistió de tregua. Septiembre, en una lenta deriva, como los continentes o las placas de hielo, volvió a ser marzo. Y en octubre nos hirió el rayo.
Noviembre no supo de sueños y los colores del otoño se habían escapado, sin darnos cuenta, hacia otros territorios en los que no estábamos nosotros. Y sin embargo el milano real miraba para adentro.
Y en diciembre, ya ven, a pesar de todo extendemos las alas, desentumecemos, intrépidos, las plumas y los músculos dormidos y hacemos, como todos los días, prácticas de esperanza.

sábado, 19 de diciembre de 2020

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Martín


A Martín llevo viéndolo en los mismos lugares durante años. Al principio creí que era una centella o una alucinación tornasolada. La mayor parte de las veces lo escucho cantar antes de que se presente ante mi y se convierta en una flecha. Es un sonido que recuerda lejanamente a la melodía de un grillo, aunque más tenue. Luego sí, luego aparece en un visto y no visto, en un juego recurrente de irás y no volverás. Él se burla mientras se aparta hacia otros inescrutables posaderos y yo regreso cabizbajo a mis quehaceres, pensando en que en la siguiente cita se detendrá un momento. Tal vez el tiempo suficiente para que pueda enfocarle y apretar el disparador. Aunque sea, como esta vez, a una distancia que no permite mayores confianzas. 

lunes, 14 de diciembre de 2020

La danza de las aves







No me cuesta nada imaginar, cuando contemplo esta serie de fotografías, una danza en el aire. Ha de ser suave, cadenciosa, alas batiendo en algodón contra las olas de la brisa. Una ingrávida sinfonía sin tiempo.  
Son garcillas bueyeras y gaviotas reidoras marcando el compás del cielo. Pequeñas heridas sobre las nubes.
La vida sosteniéndose.
Nada más que un vuelo.
Una ensoñación.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Escalones en el cielo


Nives Meroi: [...] Escalones en el cielo, dice el profeta: el cielo para mí queda lejos, fuera del alcance de las puntas de nuestros piolets. [...]. No es cosa de alpinistas construir escalones en el cielo.
Erri de Luca: ¿El cielo empieza inmediatamente después de la cumbre o entre la cumbre y el cielo hay una línea, una distancia vacía?
Nives Meroi: Mucho más que una línea, hay un abismo que hemos ensuciado, hay un subcielo de satélites que giran de noche más luminosos que cualquier estrella. Está nuestra tos que vuela hacia lo alto porque es más ligera que el aire, están los brazos de alguien que exulta, está nuestro aliento que no sabe a pasta de dientes, están todos los números que cuento mientras voy subiendo, hasta treinta y me detengo, otros treinta y me detengo, está el oso del viento que nos gruñe, la grasa que quemamos, las neuronas que se apagan a millones por la escasez de oxígeno, entre la cumbre y el cielo está nuestro vertedero y nuestra suerte de estar sobre una meta.

Tras las huellas de Nives. 
Erri de Luca.
Siruela.



sábado, 12 de diciembre de 2020

Lectura y lluvia


No se inquieten vuesas mercedes si no avanza ni progresa en ocasiones esta nube de mi boca, pues ha de ser entonces que nos hallemos mi rocín y yo deshaciendo tuertos, ganando confines inexplorados para esta nuestra república, desjarretando malandrines o auxiliando a doncellas y doncellos de galanura sin par.
O tal vez es que llueve torrencial o que la fuente está seca tal vez.
O quizá es que estoy leyendo. O allá, en otro lugar.


sábado, 5 de diciembre de 2020

Scripta manent


"Las palabras escritas, desde los tiempos de las primeras tablillas sumerias, estaban destinadas a pronunciarse  en voz alta, puesto que los signos llevaban implícitos, como si se tratara de su alma, sus propios sonidos. La frase clásica scripta manent, verba volant - que en nuestro tiempo ha pasado a significar "lo escrito permanece, las palabras se las lleva el aire"- significaba antiguamente lo contrario, se acuñó en alabanza de la palabra dicha en voz alta, que tiene alas y puede volar, comparándola con la palabra silenciosa sobre la página, inmóvil, muerta. Enfrentado con un texto escrito, el lector tenía el deber de prestar su voz a las letras silenciosas, a las scripta, para permitirles convertirse, según la matizada distinción bíblica, en verba, palabras habladas, espíritu". 

Una historia de la lectura.
Alberto Manguel.
Alianza Editorial.

viernes, 4 de diciembre de 2020

Obra completa y vuelta




En una época en la que no había móviles y los ordenadores eran cosa de la NASA, yo tuve esos libros en mis manos y me los leí de cabo a rabo. Pero eran del bibliobús que pasaba semanalmente cerca de mi casa y no disponía de dinero suficiente para comprarlos.
No voy a negar que desde entonces tengo debilidad por Celso Emilio Ferreiro (o incluso antes, cuando me aprendí de memoria y en gallego un poema suyo que aparecía al final del libro de texto de literatura del bachillerato, y que hablaba de la "lingoa proletaria do meu pobo").
El caso es que en el segundo tomo se incluye uno de sus libros titulado "Cementerio privado" que copié pacientemente con dos dedos a máquina de escribir, con una Olivetti Lettera 32 que aún conservo. 
También conservo encuadernado rudimentariamente el resultado de mi desvelo mecanográfico y mi amor por los versos del poeta gallego. De cuando en cuando me los recito en el idioma original.
Hoy, por fin, muchos años después, me he hecho con ejemplares de aquellos tomos que quise y no pude tener más allá de los pocos días que me permitía la biblioteca ambulante.


O DÉSPOTA

Acadóu o fervor das moitedumes,
degradándoas.
Os pobos -decía il-
son coma algunas mulleres
que se namoran do que as maltrata.

Deus o teña,
xustamente,
no sitio que lle corresponde.

jueves, 3 de diciembre de 2020

Biografía de ayer mismo





Ya no hacemos grandes distancias.
No cruzamos mares a merced de las olas y las corrientes
ni volamos a las páginas lejanas de un libro adolescente.
Damos pasos lentos que contamos en pequeños kilómetros a la redonda.
Solo usamos la brújula para averiguar el lugar en el que se encuentra la esperanza.
Mientras tanto, imaginamos el mundo en el envés de una hoja de otoño.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Amilanarse


 
Amilanarse: Acobardarse. Quedarse paralizado de miedo cuando se echa encima el milano (o cualquier otro bruto, abusón o virus). 
No obstante, alguna que otra vez yo he visto salir por alas al milano cuando le acosan las urracas o las cornejas.




viernes, 27 de noviembre de 2020

Crónica de Indias


Todo ascendió al milagro y sin más valimiento
que la fiebre, el coraje, el sórdido apetito o las alumbraciones,
cada uno en su sitio se sintió destinado
ya que habían pisado al fin la desmesura
y, allende el mar, el mundo había envejecido
de una vez para siempre sin que ellos lo supieran
y aún mucho menos que esto era un Continente,
como que no supieron debajo de la muerte
que le habían volteado la puerta al horizonte
en el que los cartógrafos anotaban estrellas,
cruces, constelaciones, extensiones del cielo
donde estallaba el número y la geometría
porque había más norte del que se suponía
para situar aquí el ombligo del mundo.
Así fue que olvidaron. Así fue que nacieron
turbiamente de nuevo  dos veces ese siglo
y aunque escribieran  largos informes obsecuentes
a sus Reverendísimas Majestades Católicas,
salivaban procaces la Corte calzonuda
dueña de un mundo oceánico breve como un pañuelo,
ahora que ellos eran Capitanes del Límite
y habían derrumbado los muros del espacio.
Chancheros, escribientes, horteras, ganapanes,
deudores, condenados, ralea, leva, garfios,
pinzones, sánchez, gómez, pérez de pero y pera;
libertos y corteses, pizarros, alvarados,
quirogas, bajo pueblo, giménez de la nada:
solamente la chusma disponible esos días:
balboas, alvar núñez, mendozas, magallanes.
Nada. Ni un solo príncipe. Ni un hidalgo señor.
Ni un señor hijodalgo. Ni un caballero. Nada.
Nadie para dar fe. Nadie sino los pobres infelices sin nada.
Brutos como una ostra. Gente de bajo instinto.
Carne de mugre y muerte. Banderías de harapos.
Despertaron a Dios, lo llamaron al alba:
-¡Señor, allá abajo hay otro continente!,
gritaron, patalearon, le gastaron la aldaba.
Dios revisó los Libros. Dijo:
-Aquí no está escrito. Guiñó un ojo a sus ángeles
y mientras regresaba a su nivel de sueño,
dicen que murmuró:
-Otra treta del diablo.


Armando Tejada Gómez.
Crónica de Indias (Fragmento)
Canto Popular de las Comidas.
Premio de Poesía 1974 Casa de las Américas. 


miércoles, 25 de noviembre de 2020

El deseo de volar


No sé por qué pero esta imagen me ha traído a la cabeza una especie de tristura. 
También podría ser un náufrago agarrado a un palo entre las olas. 
O alguien confinado en casa.
Ya va para nueve meses.
Mi mochila siente nostalgia de mi.

martes, 24 de noviembre de 2020

Ron Padgett

Los poemas de Ron Padgett están presentes en la voz y en el pensamiento del personaje protagonista de la película titulada "Paterson" de Jim Jarmusch.




 

viernes, 20 de noviembre de 2020

Cervantes: Soneto con estrambote

 Al Túmulo del Rey Felipe II en Sevilla


¡Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla!,
porque, ¿a quién no sorprende y maravilla
esta máquina insigne, esta riqueza?

¡Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más de un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo!, ¡oh gran Sevilla,
Roma triunfante en ánimo y nobleza!

Apostaré que el ánima del muerto
por gozar este sitio hoy ha dejado
la gloria, donde vive eternamente.

Esto oyó un valentón y dijo: "Es cierto
cuanto dice voacé, señor soldado.
Y el que dijere lo contrario, miente."

Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.

                     
                                                            Miguel de Cervantes


martes, 17 de noviembre de 2020

Perímetros y confines


Hace muchos, muchos años, siglos diría yo, cuando había un número infinitamente mayor de personas que opinaban que la Tierra era plana (y no como ahora), el confín se representaba en los mapas con dibujos de monstruosas serpientes y la expresión "más allá, dragones" o bien "aquí yacen dragones", como aviso a navegantes respecto a los infinitos peligros que aguardaban en lo desconocido.
Pues bien, en el horizonte están los Picos, que no es que sean desconocidos, pero por ahora son inalcanzables. Y en la línea más cercana, en primer plano, está más o menos mi actual perímetro. O sea, mi confín.
Más allá, la Guardia Civil. 
¡Hay que joderse!

domingo, 15 de noviembre de 2020

Raro


Todo es tan extraño como lo es un paréntesis de anormalidad, 
como la rutina de los días que pasan sin dejar rastro ni memoria, 
como la inexistencia de los abrazos y la epidermis,
como un túnel sin ruido.
Tan raro como un perro ladrándole al mar. 

sábado, 14 de noviembre de 2020

La hispanibundia


"En los peores momentos de nuestra historia aparecen caudillos -no los más laboriosos ni los mejores- que, en vez de alzarse contra la ruina y la decadencia, convocan al pueblo a la dejadez y al abandono, como si la pobreza  pudiese resolverse en el propio hervor de la indignación, y no en la justicia social y en el trabajo tenaz y responsable. Surge entonces la España goyesca y desgarrada que elige a Viriato frente a Roma, y el casticismo frente al afrancesamiento.
Muchas guerras civiles en España se plantearon como un enfrentamiento entre los partidarios del "sobrio casticismo patriótico" y los "heterodoxos" defensores del progreso cultural que -por su cosmopolitismo- eran vistos con recelo y sospecha. Los caciques de cada lugar se encargaban de instigar a las huestes más bárbaras del pueblo -aquellos que vivían sometidos al abuso y a la ignorancia en un sistema feudal que fue tan duro y persistente en algunos reinos de España- para que reaccionasen contra el progreso".  

Mauricio Wiesenthal.
La hispanibundia. Retrato español de familia.
Acantilado.

 

viernes, 13 de noviembre de 2020

Brindis


Vamos a celebrar al sol de las cosas sencillas, de los días felices, de los tiempos mundanos. Como si no hubiera un ayer, como si hoy fuera mañana por los siglos de los siglos y tú estuvieras en todos.
Vamos a celebrar que somos. Vamos a celebrar que estamos y que la luz llega cada mañana. A veces con nubes, a veces con sombras, pero vestida de raso. Con esa hermosura que dan los años y mirarnos de frente cuando nos caemos y nos levantamos. 


miércoles, 11 de noviembre de 2020

El mundo en el año veinte


 No hay palabras que desborden la imaginación.

martes, 10 de noviembre de 2020

Sobre mi cabeza


Hay un mundo sobre mi cabeza
que gira y gira y aletea 
y vaga en las corrientes de aire. 
Hay infinidad de planetas
y constelaciones en lo alto.
Un sendero azul, blanco, gris, 
lleno de nubes que anidan y se revuelven.
O juegan a ser nave y mascarón. 
Vela inquieta. Alma de tormenta. 
Sombra de pájaro a mis pies. 

domingo, 8 de noviembre de 2020

La gracia

No deja de tener su gracia que un país que ha roto tantos países en nombre de su democracia se esté descosiendo centímetro a centímetro. No olvidamos Chile.

No deja de tener su gracia que  algunos sepan situar en un mapa a los estados de Oregón o de Montana y al tiempo sean incapaces de situar Soria o Guadalajara. Mucho imperialismo cultural es lo que hay.

No deja de tener su gracia que sientan alivio por la marcha de “Boquita de piñón Trump”  muchos de los que blanquean al “mantenido” del sin igual partido facha carpetovetónico. Rasero doble, sin más.

No deja de tener su gracia el diluvio de publicidad de seguros privados de salud con que nos aporrean desde los medios de comunicación. Que tu mano derecha no sepa de las andanzas de la izquierda.

No deja de tener su gracia que Biden les parezca a algunos un paladín. Nivel sótano.

No deja de tener su gracia que alguien nos quiera hacer creer que Kamala Harris puede ser la culminación del progresismo solamente por el hecho de ser mujer. Hemos olvidado a la sin par Margaret Thatcher. 

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Murphy for president


Cuando llegan días como el de hoy siempre me acuerdo de Efraín, un viejo judío que conocimos en Laos. A sus ochenta años, y una vida llena de experiencia, era un hombre feliz el día que ganó Obama. Y tuve que ser yo el que rebajara su alegría. Tiempo después en un correo electrónico me daba la razón. Nada cambiaba sustancialmente, estuviera en la presidencia de Estados Unidos un demócrata o un republicano. No había revoluciones.
Sin embargo he de decir que mi percepción del asunto ha variado un poco desde entonces. Justo desde que el más alto cargo de los yankies se ve denigrado por un estúpido representante de la más miserable de las extremas derechas -si es que hay alguna que no sea miserable-. 
A estas horas aún no se sabe qué nos deparará esa democracia tan peculiar, pero barrunto que la Ley de Murphy gobierna el caos.

martes, 3 de noviembre de 2020

Itaca


Ayer salí a la calle con sol primaveral. Compré víveres para una temporada. Los suficientes para no salir innecesariamente. Luego volví para sacar de paseo a Mayo por los prados. El buen tiempo se fue agotando poco a poco a medida que escuchaba silbar al viento en mis orejas y las nubes se hacían dueñas de la situación. Más tarde, mientras volvía a casa empezó a llover.

Podría hablar de la pintada facha que me encontré en la superficie de la carretera a pocos metros de mi casa, pero no voy a dar ese gusto a los imbéciles. La libertad de mierda que les produce sueños húmedos está muy sobrevalorada hoy en día. Y tampoco es libertad. Se pueden ir desengañando.

Lo mejor del día llegó por la noche. No he hablado hasta ahora del buen Reverte, ése que se murió antes de ayer, pero a lo tonto a lo tonto he contabilizado un montón de libros suyos en mi biblioteca. Lo primero que leí fue una novela que transcurre en Madrid titulada “Todos los sueños del mundo”.  Pero luego he viajado a Grecia con él en mi equipaje  y también a las fuentes del Nilo azul. He recordado  África con sus historias y he satisfecho la sed de aventuras leyendo sus andanzas por el Paso del Noroeste y por el Yukón.  En Derry también me paré a contemplar la entrada del Bogside.

Algún día también yo, como él o como Ulises, llegaré a Itaca.  

lunes, 2 de noviembre de 2020

Punto y seguido (Día décimo)


Voy a salir de casa después de 13 días. 
Un minúsculo paso para la civilización
 y un gran paso para mi humanidad.
Que ya va siendo hora de cambiarla de lugar.

domingo, 1 de noviembre de 2020

Los días y las noches (Día noveno)


Me gusta pensar que las aves se multiplicarán, aunque sea en la misma medida en que nosotros nos extingamos, y que Mayo siempre contará con alguien que le haga compañía aquí o en las grandes praderas. También me gusta pensar en que los amigos no han de ser legión pero han de ser.  Y que en algún momento estos tiempos de miseria pasarán como pasan los días y las noches.


sábado, 31 de octubre de 2020

El infinito en un sueño (Día octavo)


"Misteriosos grupos de hombres a caballo recorren los caminos de Grecia. Los campesinos los observan con desconfianza desde sus tierras  o desde las puertas de sus cabañas. La experiencia les ha enseñado que solo viaja la gente peligrosa: soldados, mercenarios y traficantes de esclavos. Arrugan la frente y gruñen hasta que los ven hundirse otra vez en el horizonte. No les gustan los forasteros armados"  

El infinito en un junco
Irene Vallejo
Siruela


De libros quemados en los purgatorios del poder
y de los amigos de Ajmatova memorizando poemas indestructibles.
Y un sueño donde encuentro 
las polvorientas sandalias de Heródoto
en un caravasar armenio.

viernes, 30 de octubre de 2020

Apariencias (Día séptimo)


Como mi perro cuando eriza la piel del lomo
para parecer más fornido y amedrentar con su miedo a posibles enemigos.
O como algunas aves que amplían exageradamente el grosor del buche
para seducir a las hembras y alejar así la soledad.
También a veces, contra el temor, mi sombra
es mucho más grande que yo.

jueves, 29 de octubre de 2020

El afán (Día sexto)


Todo está a mayor distancia
que la que mi brazo alcanza.
Y mi mano solo toca el aire, 
las ínfimas partículas de oxigeno
y de hidrógeno que navegan
en el universo cercano,
que es como no tocar nada real.
Sin embargo, extiendo los dedos
con coraje y me inclino
sobre la ventana intentando llegar
a los caminos de la imaginación,
donde mi brazo es un remo
y mi aliento hincha las velas
que me han de llevar muy lejos. 

miércoles, 28 de octubre de 2020

Il Medico della Peste (Día quinto)

Ella era joven. Y hasta me pareció guapa, embutida en su uniforme de campaña, aunque solamente pude ver sus ojos y escuchar una voz cantarina que me decía: "te voy a molestar un poco".

Y es verdad que el hisopo en lo más profundo de la nariz es desagradable, pero más lo es la inseguridad, la duda y el desasosiego.

"Me has hecho llorar", le dije cuando terminó.

"Sí, te he emocionado", replicó burlona.




martes, 27 de octubre de 2020

Exploraciones (Día cuarto)


Examino mi cuerpo como si recorriera el mundo.
Aquí una ciénaga, una meseta, un acantilado,
una depresión, o más bien lo que no llega a ser
más que una tristeza profunda, un océano de tristeza.

Un poco más allá, un soplo de aire en el corazón
del bosque o en las montañas de la desesperanza.

Y allí, donde el dolor es el hábito, se alzan los estados febriles,
lugares desolados de impunidad, miseria y espanto.

Sondeo los precipicios, los mundos deshabitados
-espejo de mi sangre-, y los fondos abisales
más allá de las ventanas. Y ahí soy, nada más, una isla
a tiempo completo mientras canto en los abismos.



lunes, 26 de octubre de 2020

Un lapso de tiempo (Día tercero)

 

No nos bastó con observar el paisaje
desde el cerro. Eran más montañas
las que se levantaban desde mis ojos.
Interminables elevaciones cada vez más grises.
Cada vez más sólidas. Y cada vez 
más niebla sobre nuestras espaldas.
Como si nos obligásemos a recordar
lo que nos había llevado hasta allí
y tu rostro fuera tan joven
como aquel primer día.
Por si llegas, como entonces,
despreocupada, atrevida y feliz
a pesar de aquel viejo uniforme de las monjas.
Por si acaso. Por si las moscas...
He preparado café para cuando vuelvas. 


domingo, 25 de octubre de 2020

Territorio en destrucción (Día segundo)


Somos un pequeño territorio en destrucción.
Mansas praderas que arden con la perseverancia
de los papeles viejos
y los contratos inacabados.
Árboles de la fe y de los alientos que se tronzan
como un designio.
Los ríos sanguíneos de nuestro cuerpo ceden
y nacen las edades sin nosotros.
Desde arriba nos mira el milano real,
tan indolente como seguro de su presa.





sábado, 24 de octubre de 2020

El monstruo (Día primero)


 Hay un monstruo que me come la sopa
y me hace cosquillas cuando me muestro cansado,
que me esparce los trastos,
que me mezcla los libros
y se entretiene en colgarme espantajos
a la espalda 
cada vez que estoy despistado.
Hay un monstruo marino
con cola de sierpe,
con garras de trasgo,
con negro propósito,
que me nubla el sentido,
que cruza mis sueños,
que pone fuego en mi frente
y me habla con sangre
y me enseña los dientes
y pronuncia muy despacio
todos y cada uno
de las distintos vocablos
que nombra el miedo.



martes, 20 de octubre de 2020

Un faisán en tierra extraña


Este paisano no es de aquí. Ha sido introducido, probablemente, para servir como objetivo para el plomo de escopeteros. Este verano he visto también alguna que otra perdiz despistada, que en bosque bajo castellano no llama la atención, pero aquí viene a ser como un guiri con sandalias y calcetines.

No sé cómo son los faisanes en su medio, pero éste en estos lares es un poco torpe y como no se espabile le auguro menos futuro que a un testigo de Jehová en una asamblea de anarquistas. Espero equivocarme y que vuele sobre los prados por mucho tiempo mientras vigila las andanzas de sus nietos.

Porque no me digan que no es guapo el susodicho. 

lunes, 19 de octubre de 2020

Elena Garro

Hoy mi madre cumpliría 84 años y es la memoria que perdí.


Aquí estoy, sentado sobre esta piedra aparente. Solo mi memoria sabe lo que encierra. La veo y me recuerdo, y como el agua va al agua, así yo, melancólico, vengo a encontrarme en su imagen cubierta por el polvo, rodeada por las hierbas, encerrada en sí misma y condenada a la memoria y a su variado espejo. La veo, me veo y me transfiguro en multitud de colores y de tiempos. Estoy, estuve en muchos ojos. Yo solo soy memoria y la memoria que de mí se tenga.

Elena Garro. 
Los recuerdos del porvenir. 
Alfaguara.


 

domingo, 18 de octubre de 2020

Milano Real


 Ya están llegando los milanos reales.

viernes, 16 de octubre de 2020

La envolvente


La vida se está poniendo resbaladiza y se nos amotinan cada día los conjuros y los deseos. Pero a veces, quizá en precaria correspondencia, el cielo en batalla o los filtros de la luz del orbe y los turbulentos abrazos de nube se muestran espléndidos y osados hasta saquearte las lágrimas y la respiración.
Sólo hay que esperar el momento, la presunción de la lluvia, la soledad...

jueves, 15 de octubre de 2020

Garza Real


Como casi todas las aves, la garza real pone pies en polvorosa -o alas en la nube, para ser exactos- en cuanto te acercas a la distancia que ella considera prudencial. Sin embargo ésta, distraída en el acertijo que suponían las aguas del Bernesga, me dejó contemplarla durante largo tiempo desde el pretil del puente de piedra que comunica con San Marcos. Luego, cuando ya fue consciente de que unos cuantos transeúntes paraban su deambular para verla en sus negocios se alejó volando, medrosa, a hacerse invisible entre los matorrales de la orilla. 

martes, 13 de octubre de 2020

El reyezuelo


Durante una semana he acudido todas las tardes al Parque de Quevedo en León, en una rutina que me libraba precisamente de una rutina hospitalaria. Todas las tardes se han hecho presentes los reyezuelos listados, pequeños, inquietos, para nada temerosos, con su característico canto y su cresta llamativamente naranja.

El reyezuelo. Sin duda, el más grato representante de la monarquía.

lunes, 12 de octubre de 2020

Mayo


 No hay más patria que los amigos que te esperan. 

domingo, 11 de octubre de 2020

Volar



Entonces
abro los brazos
descuidadamente
y los agito
cada vez más rápido,
 cada vez más rápido, 
cada vez más rápido.
Y vuelo.