Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

jueves, 31 de mayo de 2012

Libertarias

"Matar es pecado", dice la joven monja, que ha huido del convento tomado por los milicianos al comienzo de la Guerra Civil en Barcelona.
La anarquista, espiritista, coja y librera que la acoge en su local va sacando con determinación diversos libros de los anaqueles y se los entrega a la religiosa mientras le contesta: "Toma, lee y aprende. Entérate bien de cuantas maneras hay de matar".   


Libertarias.
Vicente Aranda.  

miércoles, 30 de mayo de 2012

Pista de pruebas


En esta cocina, que también es rural aunque de otro modo (para que nos vamos a engañar), se baila lo justo porque a veces, cuando se acumula el personal, solamente da para un chotis minimalista. Pero al titular se le ve contento con la compañía.
Eso sí, en el punto álgido de la elaboración culinaria las parejas de baile estaban fuera.
Desde allí supervisaban. Se supone.

martes, 29 de mayo de 2012

Ojos en la sopa


Cuenta mi madre que un día su abuelo se fue a la feria de ganado de Orejo y, tras observar a los diferentes animales y saludar a los paisanos y cerrar los tratos que le convinieron, se encaminó a la fonda más cercana para comer.
Aquel día había sopa en el menú, la típica sopa de fideo y caldo de gallina. No se sabe muy bien por qué pero el abuelo de mi madre, tras animada conversación, apostó con otro comensal para ver cual de los dos podía llegar a tener más ojos en la sopa, a razón de peseta por ojo. Hay que decir que llamaban ojos a los círculos de grasa que se formaban en la superficie del plato.
A continuación  el abuelo tomó el recipiente con aceite que había sobre la mesa y vertió una cantidad mínima sobre la sopa, formándose inmediatamente un número incontable de pequeños ojos.
Su rival, ni corto ni perezoso, alentado por un deseo irrefrenable de victoria, tomó el jarro y echó y echó aceite sobre su sopa, Y tanto aceite echó que sobre la sopa apareció un único, inmenso y solitario ojo.

lunes, 28 de mayo de 2012

Diez pequeños indios

Corliss vivía sola. Suponía que era un cosa rara para una estudiante de segundo curso de diecinueve años, especialmente para una estudiante nativa americana que vivía de becas y la suerte y la caridad familiar, pero no podía soportar la idea de compartir su apartamento con otra persona. No quería vivir con otro indio porque comprendía a los indios demasiado bien. Si metía a un compañero de habitación indio, Corliss sabía que pronto metería al primo del compañero, a su hermano, a su medio tío, al perro que había perdido hacía mucho tiempo, y la única aportación que todos ellos harían al alquiler serían unas excusas ralas. Los indios estaban acostumbrados a compartir y lo llamaban tribalismo, pero Corliss sospechaba que era otra forma fallida de comunismo. Durante los dos últimos siglos, los indios habían aprendido a hacer cola para conseguir comida, amor, esperanza, sexo y sueños, pero no sabían separarse. Eran buenos haciendo cola pero no sabían si serían buenos en cualquier otra cosa. Por supuesto, todo tipo de gente se encargaba de confirmar los miedos y las inseguridades de los indios. Los indios no habían inventado la fila. Y George Armstrong Custer está vivito y coleando en el siglo XXI, pensó Corliss, aunque mata a los indios tirando grandes pilas de papeles oficiales sobre sus cráneos. Pero los indios se convertían a sí mismos  en blancos fáciles para el aplastamiento burocrático del cráneo, ¿no? Lo indios cogían números y hacían fila para que les aplastaran el cráneo. Preferían morir de pie y juntos en una fila que vagar solos en el páramo. Los indios tenían pánico a estar solos, al exilio, pero Corliss siempre había soñado con la soledad. Como había compartido el hogar de su infancia con una madre india, un padre indio, siete hermanos indios, y un surtido aleatorio de primos, extraños y gorrones indios, apreciaba su soledad doméstica y la consideraba sagrada. Puede que viviera en un gulag académico, pero ella había elegido vivir así. [...]
Corliss tampoco quería vivir con un compañero blanco, independientemente de lo interesante que él o ella fuera a resultar. [...]  Los blancos, al margen de lo listos que fueran, tenían una visión demasiado romántica de los indios. Los blancos miraban el Gran Cañón, las Cataratas del Niágara, la luna llena, a los bebés recién nacidos y a los indios con el mismo sentimentalismo bobalicón. Como era una india lista, Corliss siempre se había aprovechado de esta mirada romántica, pero eso no significaba que quisiera compartir la nevera con ella. Si los blancos asumían que era serena, espiritual y sabia sólo porque era una india, y creían que era especial gracias a esas suposiciones equivocadas, Corliss no veía ninguna razón para llevarles la contraria. El mundo es un lugar competitivo, y una chica india y pobre necesita todas las ventajas que pueda obtener. Así que si George W. Bush, un hombre que no poseía ninguna distinción excepcional, aparte de ser el hijo de un ex presidente de Estados Unidos, podía convertirse en presidente, Corliss imaginaba que ella podía sin duda beneficiarse de algunos estereotipos étnicos positivos sin sentirse culpable por ello. Durante cinco siglos, a los indios se les masacraba porque eran indios, de modo que si Corliss recibía de vez en cuando un café gratis de parte de la lesbiana ecologista indiófila local, ¿quién podía encontrar algo malo en eso? En el siglo XXI, cualquier india con un vocabulario decente ejercía un enorme poder social, pero solamente si era una estoica que apenas hablaba. Si vivía con una persona blanca, Corliss sabía que pronto la considerarían corriente, porque era corriente. Es difícil compartir el cuarto de baño con una india y conservar una idea romántica de ella. Si circulaba el rumor de que Corliss era corriente, incluso aburrida, podía perder su poder y su magia. Sabía que llegaría el día en que los blancos comprenderían por fin que los indios son tan infatigablemente aburridos, egoístas y malolientes como ellos, y que ese sería un día maravilloso para los derechos humanos, pero un día terrible para Corliss.        


DIEZ PEQUEÑOS INDIOS
Sherman Alexie
XORDICA EDITORIAL.
ISBN: 978-84-96457-57-7

domingo, 27 de mayo de 2012

A la sombra de Sol




Feliz cumple.

viernes, 25 de mayo de 2012

Yo también me lo pensaría


La crisis del euro y la crisis de valores, los mercados y los mercaderes, los bancos y los banqueros, los países periféricos, las herencias recibidas y los justificantes y las justificaciones, la prima de riesgo y la prima angélica (la teutona), las agencias de calificación y la descalificación de las agencias, Aguirre la emperatriz y sus cortinas de humo, el Presidente está en viaje de negocios o no está, la rebaja laboral y la sonrisilla de los patrones, las intervenciones y las nacionalizaciones, educación para la pleitesía, la botella (¿batalla?) olímpica o mejor que se lo quede Tokio, el Cardenal, el IBI y el perdón de los pecados...

Jooooder. 

jueves, 24 de mayo de 2012

Grecia y el Euro

Y como diría J.R. a Merkel: V-e-t-e-t-ú
                                                

martes, 22 de mayo de 2012

Abrir la calle



Por esa calle, casi sin querer,
pasa un perro cojo y asustado,
ovejas que se comerán el mundo,
un anciano ilustrado, en una mano una azada
y en la otra los versos del capitán.
Pasa Sol a los cuatro años.
Pasa el viento, la soledad hecha silencio,
un guardia civil sin destino
y el destino del emboscado.
Por esa calle, casi sin querer, 
pasa Sol a los quince años.
Pasa un jardinero inglés
y una abuela que aún no sabe
que lleva una marca olímpica en sus piernas.
Pasa Abril y pasa Mayo.
Pasa un hombre que se marcha
tras vender todas sus vacas,
pasa el pasado
y no llega el porvenir.
Pasa Sol a los veintisiete años.
Por esa calle, casi sin querer,
pasan volando alimoches y ruiseñores
como pasa el tiempo volando.
Pasa la vida de puntillas
y pasa el ruido de la muerte.
Pasa la ausencia como un vértigo.
Sol a los treinta y nueve años.
Por esa calle pasan las horas del día
y el rigor de la noche indescifrable.   

domingo, 20 de mayo de 2012

Pista de Baile

Por lo que sé, las cocinas rurales fueron siempre algo así como un club social con mucha literatura. Estancias amplias y caldeadas en las que se reunía la gente cuando la televisión no era nada y el invierno se adelgazaba entre cuentos y cantares.
En la que veis, aún hoy la gente hace larga escala junto a la lumbre. Se disfruta del yantar, se cuenta y se habla (aunque sea más alto de lo necesario) del futuro y del pasado. El presente, sin embargo, se vive.
Y a veces, porque ellos son así, hasta se baila. 

jueves, 17 de mayo de 2012

La región más transparente

Aquí caímos. Qué le vamos a hacer. Aguantarnos, mano. A ver si algún día mis dedos tocan los tuyos. Ven, déjate caer conmigo en la cicatriz lunar de nuestra ciudad, ciudad puñado de alcantarillas, ciudad cristal de vahos y escarcha mineral, ciudad presencia de todos nuestros olvidos, ciudad de acantilados carnívoros, ciudad olor inmóvil, ciudad de la brevedad inmensa, ciudad del sol detenido, ciudad de calcinaciones largas, ciudad a fuego lento, ciudad con el agua al cuello, ciudad del letargo pícaro, ciudad de los nervios negros, ciudad de los tres ombligos, ciudad de la risa gualda, ciudad del hedor torcido, ciudad rígida entre el aire y los gusanos, ciudad vieja en las luces, vieja ciudad en su cuna de aves agoreras, ciudad nueva junto al polvo esculpido, ciudad a la vera del cielo gigante, ciudad de barnices oscuros y pedrería, ciudad bajo el lodo esplendente, ciudad de víscera y cuerdas, ciudad de la derrota violada (la que no pudimos amamantar a la luz, la derrota secreta), ciudad del tianguis sumiso, carne de tinaja, ciudad reflexión de la furia, ciudad del fracaso ansiado, ciudad en tempestad de cúpulas, ciudad abrevadero de las fauces rígidas del hermano empapado de sed y costras, ciudad tejida en la amnesia, resurrección de infancias, encarnación de pluma, ciudad perro, ciudad famélica, suntuosa villa, ciudad lepra y cólera, hundida ciudad. Tuna incandescente. Águila sin alas. Serpiente de estrellas. Aquí nos tocó. Qué le vamos a hacer. En la región más transparente del aire.    


Carlos Fuentes.
La Región más Transparente.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Apocalipse Now

Un coronel perturbado y aficionado al surf:

-¿Hueles eso? ¿Hueles eso?.
Es napalm.
Nada huele como el napalm.
Me gusta el olor del napalm por la mañana.

Apocalipse Now.
Francis Ford Coppola

martes, 15 de mayo de 2012

Librerías (28):Croacia

Fotografía de Valentín Andrés.
Dubrovnik (Croacia).

lunes, 14 de mayo de 2012

El Moncayo


Y frente al Moncayo, como tantas veces cantó Labordeta, finaliza la travesía que nos ha llevado en dos días y medio desde los bosques en los que habita el Mochuelo Boreal y las cumbres pirenaicas en las que la Perdiz Nival nos dio esquinazo, hasta los dominios de la Carraca en las afueras de Lleida y los páramos navarros donde se esconde la alondra de Dupont y vuelan las Ortegas.

(Por mucho que miré no encontré teleféricos). 

domingo, 13 de mayo de 2012

Alondra Ricotí

Foto de Javier Portillo

A la Alondra Ricotí también la nombran como Alondra de Dupont. Al regreso de Pirineos cumplo años y me regalo una agradable comida en un pueblo de Navarra junto a mis compañeros de viaje y, de paso, una factura tirando a inesperada (por decirlo graciosamente). Luego vamos a un páramo en el que es fácilmente identificable el canto de muchas alondras (por el ricotiii, ricotiii). Curiosísimo ver como se lanzan desde el aire en picado hacia el suelo como alcatraces.

sábado, 12 de mayo de 2012

¡¡¡No me jodáis el Valnera!!!

El (des)gobierno de Cantabria planea hacer un teleférico desde la Vega de Pas al Castro Valnera que suba tan alto, tan alto como su necedad.
Hay serias dudas de que pueda llegar a conseguirlo.

viernes, 11 de mayo de 2012

La Pirenaica 3

Subimos monte arriba en busca de la perdiz nival, nuestro siguiente objetivo de observación, pero la suerte y la perdiz esta vez fueron esquivas, o quizá, y por lógica, se disimularon muy bien en el paisaje. Pese al frío y la adversidad me volví a sentir como en los viejos tiempos montañeros. Felizmente hecho polvo.

jueves, 10 de mayo de 2012

Me declaro vencido

Me declaro vencido. Los años que me quedan
los malviviré en penumbra. Cada mañana
deshojaré una rosa -la misma-
y con tinta evanescente escribiré un verso
débil y nostálgico en cada pétalo.
Os lego mi sombra en testamento:
es lo más perdurable y sólido que tengo,
y los cuatro palmos de mundo tranquilo
que creo cada día con la mirada.
Cuando muera, cavad un profundo hoyo
y enterradme en él de pie, frente al mediodía,
que el sol, al salir, me ciegue en el fondo de los ojos.
Así la gente que me vea exclamará:
-Mirad, un muerto con la mirada viva.



Miquel Marti i Pol

miércoles, 9 de mayo de 2012

martes, 8 de mayo de 2012

La Pirenaica 2

Fotografía de Javier Portillo.

Si jugáramos a adivinar el pensamiento de la lechuza de Tengmalm, asomada a la ventana de su casa, mientras cuatro alborozados, a la par que nerviosos, humanos parloteaban, se abrazaban, hacían que se iban y luego volvían, tomaban fotos frenéticamente, y todo como en una danza incomprensible, habría que empezar por valorar que es posible que el pájaro jamás hubiera visto antes a seres como aquellos y menos en actitudes tan ridículas. 
Esos ojos grandes e imperturbables que tanto me miran lo mismo pueden significar resignación como sorpresa.
Vete tú a saber.

lunes, 7 de mayo de 2012

La Pirenaica

De noche subimos al bosque para intentar localizar el nido del año pasado. Sin embargo no tenemos suerte en esta primera aproximación y nos retiramos en busca de un sueño oportuno tras el largo viaje. Mientras descendemos, la luna llena nos permite observar más allá de pinos y abetos la carga de nieve que aún mantienen las cumbres. 
Por la mañana, por fin encontramos el agujero en el árbol seco donde esperábamos ver a la lechuza de Tengmalm, llamada también mochuelo boreal. Rozamos la madera suavemente para llamar su atención, pero la rapaz no responde.
El resto de la mañana lo dedicamos a buscar otras hendiduras en los árboles, antiguas viviendas de pájaros carpinteros como el pito negro, que ahora pueden servir como habitáculo para esta rapaz nocturna. Tras innumerables intentos y a punto de abandonar, con sorpresa comprobamos que el último árbol tiene dos entradas, una a cada lado del tronco, y que desde la segunda unos grandes ojos amarillos nos observan serenos e impertérritos.

jueves, 3 de mayo de 2012

Una oferta que no vas a poder rechazar


Para Bertobgood

Espero que en ese bar al que vas estén sonando los Creedence.

martes, 1 de mayo de 2012

Tablarrasa


Cuando los romanos vencieron a Cartago sembraron de sal las tierras del derrotado para que nunca nada pudiera volver a crecer.

Los mismos que dijeron que Atila, su caballo, marchitaba toda la hierba que pisaba.

Hubo un tiempo en el que en los dominios de España no se ponía el sol. Y sin embargo estaban llenos de sombras.

El gobierno de Israel aplana con sus máquinas las casas palestinas y cualquier atisbo de esperanza.

Las guerras preventivas –todas son ahora así- hacen iguales a las víctimas y diferentes a los agresores.

Siempre quisimos distribuir la riqueza  y ellos rasearnos en la miseria.