viernes, 27 de noviembre de 2020
Crónica de Indias
miércoles, 25 de noviembre de 2020
El deseo de volar
martes, 24 de noviembre de 2020
Ron Padgett
viernes, 20 de noviembre de 2020
Cervantes: Soneto con estrambote
Al Túmulo del Rey Felipe II en Sevilla
martes, 17 de noviembre de 2020
Perímetros y confines
domingo, 15 de noviembre de 2020
Raro
sábado, 14 de noviembre de 2020
La hispanibundia
viernes, 13 de noviembre de 2020
Brindis
miércoles, 11 de noviembre de 2020
martes, 10 de noviembre de 2020
Sobre mi cabeza
domingo, 8 de noviembre de 2020
La gracia
No deja de tener su gracia que un país que ha roto tantos países en nombre de su democracia se esté descosiendo centímetro a centímetro. No olvidamos Chile.
No deja de tener su gracia que algunos sepan situar en un mapa a los estados de Oregón o de Montana y al tiempo sean incapaces de situar Soria o Guadalajara. Mucho imperialismo cultural es lo que hay.
No deja de tener su gracia que sientan alivio por la marcha de “Boquita de piñón Trump” muchos de los que blanquean al “mantenido” del sin igual partido facha carpetovetónico. Rasero doble, sin más.
No deja de tener su gracia el diluvio de publicidad de seguros privados de salud con que nos aporrean desde los medios de comunicación. Que tu mano derecha no sepa de las andanzas de la izquierda.
No deja de tener su gracia que Biden les parezca a algunos un paladín. Nivel sótano.
No deja de tener su gracia que alguien nos quiera hacer creer que Kamala Harris puede ser la culminación del progresismo solamente por el hecho de ser mujer. Hemos olvidado a la sin par Margaret Thatcher.
miércoles, 4 de noviembre de 2020
Murphy for president
martes, 3 de noviembre de 2020
Itaca
Podría hablar de la pintada facha que me encontré en la superficie de la carretera a pocos metros de mi casa, pero no voy a dar ese gusto a los imbéciles. La libertad de mierda que les produce sueños húmedos está muy sobrevalorada hoy en día. Y tampoco es libertad. Se pueden ir desengañando.
Lo mejor del día llegó por la noche. No he hablado hasta ahora del buen Reverte, ése que se murió antes de ayer, pero a lo tonto a lo tonto he contabilizado un montón de libros suyos en mi biblioteca. Lo primero que leí fue una novela que transcurre en Madrid titulada “Todos los sueños del mundo”. Pero luego he viajado a Grecia con él en mi equipaje y también a las fuentes del Nilo azul. He recordado África con sus historias y he satisfecho la sed de aventuras leyendo sus andanzas por el Paso del Noroeste y por el Yukón. En Derry también me paré a contemplar la entrada del Bogside.
Algún día también yo, como él o como Ulises, llegaré a Itaca.