Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

jueves, 29 de diciembre de 2011

Fin de año


Todos los años desde hace muchos recibo al nuevo con esta joya. No tiene nada que ver con la algarabía de las uvas y a mí me gusta más.
Una vez un amigo cuando se la di a conocer se grabó una cinta de cassette tantas veces como le cupo por las dos caras. No hay que exagerar, pero es una estupenda manera de acabar y de empezar.
Salud para todos.

martes, 27 de diciembre de 2011

Triste, solitario y final


"Stewart, Wayne y Martin estaban desparramados en medio del escenario. Soriano había aterrizado su cuerpo de ochenta kilos sobre los noventa de Wayne. El cowboy estaba aprisionado bajo el argentino, formando ambos una cruz de movimientos desesperados. Wayne aferró a su rival del cuello y apretó. El periodista se puso colorado, quiso toser pero no pudo. Metió un dedo en el ojo derecho del actor y con una rodilla lo golpeó entre las piernas. Wayne gritó y se retorció. Soriano comenzó a levantarse y buscó con la vista a Marlowe. Un error estúpido: el puño derecho de Martin le dio en la mandíbula y lo levantó del piso. Cayó sobre Charles Bronson. Éste lo detuvo con el brazo derecho y con el izquierdo le pegó en el estómago primero y en la nariz después. El argentino cayó boca abajo, con medio cuerpo fuera del escenario. Sangró sobre el vestido blanco de Mia Farrow. Le pareció un papelón. Cerró los ojos."

Triste, solitario y final.
Osvaldo Soriano.
Seix Barral.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Mañana de Navidad

Si hay algo que me gusta de la Navidad, entre tanto dislate sentimental y tanto suicidio comercial, es la mañana del día 25. Ese espacio de salvación en el que los naúfragos nos encontramos, asombrados de haber sobrevivido a las tormentas de la noche buena mientras nos preparamos convenientemente para los ciclones de los días malos que quedan por venir.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Soledades del Invierno

Corre el año 1964 y hace un cuarto de siglo que el ejército franquista ha derrotado a la República. En un lugar que no viene en el cuento unas monjitas, entre un fru-fru de hábitos y una ligera brisa de tocas con olor a cirio y a devocionario, entre camas de hospital, celebran con melífluo alborozo: "¡Veinticinco años de paz, veinticinco años de paz!"
Mientras tanto,"El Pardal", un viejo minero con más carbón en la piel que años a cuestas, inmovilizado a consecuencia de una explosión de grisú y en medio de tanto gozo, masculla entre dientes, como quien mastica acíbar: "¡Coooño! ¡Y para nosotros de inclemencias!"

(Historia contada por L. Valbuena)

General Invierno

Entre vendimia de carteras ministeriales y bolitas de lotería hemos entrado en el largo invierno.
Como poco dura cuatro años.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El nombre por el que me llamas

Foto: Javier Portillo.

Hace unos días tuvimos la oportunidad de observar las evoluciones de esta rapaz cerca de Villafáfila. Los que saben nombrar a los pájaros la siguen llamando, con cierta terquedad, lechuza campestre, pese a que ahora se encuentra más aceptada la denominación de búho campestre.

Sea búho o sea lechuza, lo cierto es que este hermoso pájaro no necesita más nombre que el del aire para sostenerse.

lunes, 19 de diciembre de 2011

El fútbol a sol y sombra

POBRE MI MADRE QUERIDA.

A fines de los años sesenta, el poeta Jorge Enrique Adoum regresó al Ecuador, después de mucha ausencia. No bien llegó, cumplió con el ritual obligatorio de la ciudad de Quito: se fue al estadio, a ver jugar al equipo del Aucas. Era un partido importante, y el estadio estaba repleto.

Antes del comienzo, se hizo un minuto de silencio por la madre del árbitro, muerta en la víspera. Todos se pusieron en pie, todos callaron. Acto seguido, un dirigente pronunció un discurso destacando la actitud del deportista ejemplar que iba a arbitrar el partido, cumpliendo con su deber en las más tristes circunstancias. Al centro de la cancha, cabizbajo, el hombre de negro recibió el cerrado aplauso del público. Adoum pestañeó, se pellizcó un brazo: no podía creer. ¿En qué país estaba? Mucho habían cambiado las cosas. Antes, la gente sólo se ocupaba del árbitro para gritarle hijo de puta.

Y empezó el partido. A los quince minutos, estalló el estadio: gol del Aucas. Pero el árbitro anuló el gol, por fuera de juego, y de inmediato la multitud recordó a la difunta autora de sus días:

-¡Huérfano de puta! -rugieron las tribunas.

Eduardo Galeano.

El fútbol a sol y sombra.

Editorial Siglo XXI.

domingo, 18 de diciembre de 2011

viernes, 16 de diciembre de 2011

Pedro Garfias

En la alta noche


Alguna vez, en la alta noche, siento
por mis hombros un río de tristezas
pasar, y oigo las horas detenerse,
y veo las sombras agruparse inquietas.
Digo que es noche alta, y que el silencio
tirante y duro, me devuelve en trémula
palpitación jadeante, eco preciso,
el latir de mis venas.
Solos la noche y yo, con mis dos manos
sacudo el tronco de feroz corteza
hasta ver desprenderse de la copa
tiernos luceros, pálidas estrellas,
y me sonrío con mi secreto... dentro
de mil años, caerán sobre la tierra.


Pedro Garfias

jueves, 15 de diciembre de 2011

9 años en Irak

Las tropas de Estados Unidos se marchan de Irak sin haber encontrado ni una sola de las armas de destrucción masiva de las que hablaban.
Salvo que busquen en sus propios arsenales.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Paso de lobos

Nos acercamos al norte de Zamora en busca de lobos, pero lobos no vimos.
Ayer tarde, lluvia y frío y larga y paciente espera tuvimos.
Ciervos y mastines en la llanura.
Pero lobos, lo que se dice lobos, no vimos.
Tal vez alguna sombra de lobos en nuestros ojos.
Pero lobos no vimos.
Pernoctamos en Villardeciervos tras partida de tute, opípara cena y un clásico del balompié patrio en el que triunfa el que más hace por ganar.
Por la mañana oscuridad y frío y niebla y frío. Y larga y paciente espera en el paso de los lobos.
Pero lobos no vimos.
Muchos ciervos con sus cuernas y otra vez un fugaz espíritu de lobo saltando los escajos.

Pero lobos, lobos, no vimos.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Los que éramos entonces

Esta es una foto desaparecida y añorada durante mucho tiempo. Y ahora, que la he encontrado por una carambola del destino, constato que los desaparecidos son los que en ella están.

En julio de 1975, y con 14 años la mayoría, estaban a punto de cambiar muchas cosas, tanto en ellos como a su alrededor: el último año de campamento, el último año en la escuela, el último año de Franco...

La vida eclosionando.

Al contemplar de nuevo la fotografía, me doy cuenta de que en realidad no he vuelto a ver a ninguno, aunque a veces me haya tropezado por la calle (o en un espejo) a gente que me recuerda a ellos. Entonces nos paramos y hablamos de algunas cosas, de cómo nos va, de cómo hemos llegado aquí y también del tiempo, del tiempo que pasa. Galopando.

martes, 6 de diciembre de 2011

Gente leyendo


De vez en cuando, de los cofres enterrados por las arenas del tiempo, surgen imágenes curiosas como ésta. En ella se intuyen las barbas de un vecino pelar y el peligro cierto de que, por influencia de la gravedad, las letras de la historia se desparramen por el suelo.
Mientras pongo las mías a remojar ante el avance rápido de mi experta peluquera, sirva como homenaje a una de las actividades a las que, voluntariamente, he dedicado más tiempo desde que me acuerdo.

Postdata: No parece el libro mal tejado para que nos guarezcamos los dos. O los tres.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Dibujos de viaje (13)

El Kankou Moussa atracado cerca de Tombouctú (Malí)

domingo, 4 de diciembre de 2011

Cita para celebrar derrotas

El mundo está dividido entre "ellos" y "nosotros";
y aunque son ellos los que siempre ganan,
nosotros no vamos a rendirnos por tan endeble motivo.

Al Lewis

sábado, 3 de diciembre de 2011

Carcoma


Años ha me dio por el óleo y pinté algunos cuadros con ese ritmillo moroso y relajado que me caracteriza. Nada del otro mundo, visto desde ahora y ya reconocido entonces. Lo cierto es que lo fui abandonando ante ciertas presiones externas que creían ver en mi un artistazo, si no de revista, al menos de catálogo. Uno era joven pero tenía ojos en la cara, y además siempre ha sido poco dado a escuchar cantos de sirena.

El caso es que hace unos días han aparecido por casa estos restos del naufragio. Otra parte debe andar expuesta por los pasillos de la familia. Los que veis llegaron en pésimas condiciones (otros fueron directamente a la basura con más agujeros que un campo de golf), razón por la que me puse a separarlos de sus apolillados bastidores, grapa a grapa. Todavía no sé muy bien qué me impulsa en este intento de conservarlos, pero mientras lo hacía pensaba en la moraleja de la carcoma, en cómo esos humildes insectos trabajadores arruinan, a poco tiempo que se les dé, cualquier atisbo de transcendencia que nos hayamos permitido.

Menos mal que su poder para destruir no incluye el placer de los ratos en que fueron fabricados.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Don Nica

Al hermano de la Violeta le han dado un premio de poetas. Precisamente a él, Nicanor Parra, que es un antipoeta. Algo así como el otro lado de la luna o una estrella extrañada de una Vía Láctea en la que ni siquiera cree. Algo así como un irónico martillo pilón o un antiejemplo para superpoetas de yeso y escayola, esos "cuasivates" autopromocionados que no saben reirse ni de premios ni de chistes. Pues bienvenido sea el premio y también los chistes.

Hay que pavimentar la cordillera
pero no con cemento ni con sangre
como supuse en 1970
hay que pavimentarla con violetas

hay que cubrirlo todo con violetas
humildad
igualdad
fraternidad
hay que llenar el mundo de violetas

Nicanor Parra
Chistes para desorientar a la (policía) poesía
Colección Visor de Poesía.

jueves, 1 de diciembre de 2011