Si hay algo que me gusta de la Navidad, entre tanto dislate sentimental y tanto suicidio comercial, es la mañana del día 25. Ese espacio de salvación en el que los naúfragos nos encontramos, asombrados de haber sobrevivido a las tormentas de la noche buena mientras nos preparamos convenientemente para los ciclones de los días malos que quedan por venir.
Pues tiene suerte, en realidad si saca partido al evento es que no esta del todo preparado.Me recuerda a la frase de un albertosaurus (pariente del T-REX) que una mañana de hace 65 millones de años pensó:-"Hoy va a hacer calor"
ResponderEliminar