Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 25 de enero de 2022

Entre canes

                                                                                        Fotografía: José Gabriel Herrería

Podría titular esta fotografía "caminando entre fieras", salvo porque el único representante de un mundo de fieras y de salvajes camina erguido. Así que dadas las circunstancias (y las circunstancias son que no hay manera de vivir en paz en este planeta enfermo), si tengo que elegir, elijo caminar por donde veis entre canes alegres, bondadosos y pacíficos.  Y que sea lo que el destino quiera.

domingo, 16 de enero de 2022

Territorios


Extraigo de mis días los lugares a los que la vida me trae.
Recorro sus veredas y me detengo ante un débil aleteo,
ante una superficie de hielo en la que contemplo lo que nunca fui
y lo que jamás podré ser. Voy de una luna que me aguarda
temerosa en el próximo cielo a dos estrellas imaginarias
que parpadeaban antaño, cuando éramos metales en el fuego,
dúctiles como el tiempo del aprendizaje y del arraigo.

jueves, 13 de enero de 2022

Genio y figura


Evidentemente Mayo lo intenta, aunque ya la edad y el físico no le permiten esas alegrías; pero imagino que el gato lo sabe, porque se conocen de largo, y por eso se recrea en la suerte. En ambos casos, cosas del instinto y del transcurrir cotidiano.  
 

martes, 11 de enero de 2022

Pueblos XVII

      San Cebrián de Mudá (Palencia).
 

domingo, 9 de enero de 2022

La abuela


En la casa de mi padre encuentro esta fotografía de mi abuela joven. Tenía un recuerdo nebuloso de la imagen. La había visto hace mucho tiempo, cuando parecíamos una familia.
Me gustaría imaginar que está tomada en Cuba, en aquella ciudad de Cienfuegos, donde terminó casándose con el abuelo y adonde yo acudí una vez buscando una huella que, en mi ensoñación, atravesaba los años y que, en realidad, me temo que no existió jamás.
Era hermosa la abuela.

viernes, 7 de enero de 2022

Distopía


Un paréntesis abierto, una interrogación,
un punto y seguido tal vez
detrás de una palabra que jamás existió.





miércoles, 5 de enero de 2022

Bond


Nació en 1900 en Filadelfia y toda su vida tuvo algo del siglo XIX. Se interesó por la naturaleza desde la infancia. Probablemente fue su padre, jefe de una expedición científica al delta del Orinoco, quien le trajo los especímenes de mariposa más valiosos de sus vitrinas. Su madre murió al estallar la Gran Guerra. Huérfanos, padre e hijo se trasladaron a Inglaterra, donde el niño se graduó en la prestigiosa Harrow School, y más tarde  en la Universidad de Cambridge. Tras su graduación regresó a los Estados Unidos y aceptó un trabajo de banquero en su ciudad natal. Sin embargo, al cabo de unos años dejó su trabajo para participar en una expedición por el curso inferior del río Amazonas. Era una especie de escriba. Describió las especies recién adquiridas. Tras su regreso, se dedicó a estudiar la avifauna caribeña, las aves que viven en cientos de islas dispersas por el océano.
En 1936 publicó su obra más importante, el manual de especies caribeñas Aves de las Indias Occidentales, reeditado varias veces y conocido también con el título, ligeramente más largo, de Guía de Campo sobre las Aves de las Indias Occidentales: Una guía sobre todas las especies de Aves conocidas de las Antillas Mayores, las Antillas Inferiores y las Islas Bahamas. Publicaba constantemente en revistas profesionales. Demostró, entre otras cosas, que las aves del Caribe descienden de especies norteamericanas.En reconocimiento a sus contribuciones se le concedió la Medalla Brewster, el más alto honor de la Sociedad Ornitológica Americana. Murió en 1989 en Filadelfia. Se llamaba Bond. James Bond. 

Mirad las aves del cielo.
Stanislaw Lubienski.
Traducción de Amelia Serraller.
Volcano Libros.

lunes, 3 de enero de 2022

Hamnet


Según contaban, por esos lares había una niña que vivía en la linde de un bosque.
¿Sabéis que hay una niña que vive en la linde de un bosque?, se decían unos a otros cuando se sentaban al amor de la lumbre por la noche, mientras amasaban el pan, mientras cardaban la lana para hilarla. Claro, esos cuentos hacen la noche más corta, calman a un niño inquieto, distraen a otros de las preocupaciones.
En la linde del bosque, una niña.

Hamnet.
Maggie O'Farrell.
Libros del Asteroide.