Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

viernes, 30 de diciembre de 2022

La soledad sonora



No sé si la soledad sonora era para San Juan de la Cruz el modo íntimo en el que se dejaba llevar por la emoción poética, pero sí sé que para mí era eso, ayer noche, el concierto al que pude asistir en el Teatro Municipal de La Bañeza gracias a la información que Raquel me pasó días atrás.
La soledad sonora en la cristalina voz de Amancio Prada y en los poemas que desgranó como se desgrana el cereal que nos alimenta desde tiempo inmemorial a los heridos por la poesía.
Que el nuevo año venga bueno y repleto de versos.

martes, 27 de diciembre de 2022

Nadan dos chicos

 

Toda la semana había ido creciendo la sensación de retirada. Algún que otro tiroteo, sangriento a veces, pero en su mayor parte horas de espera, disparos al azar y el rezo del rosario. Típico, ir a encontrarse en el lado menos atractivo de un alzamiento. Pues una a una los británicos fueron aislando las avanzadas rebeldes. Las rodearon, y más o menos se despreocuparon de ellas para concentrar su ira en la Oficina Central de Correos, donde la bandera ondeaba sobre Connolly y Pearse, quizá el genio y de seguro el alma de la lucha.

La orden de rendición llegó el domingo por la mañana. El sentimiento de humillación cundió entre parte de los hombres que toda la semana habían mantenido la ilusión de que las cosas iban bien. MacMurrough encontró a Jim en la capilla improvisada en la sala de disección del colegio, donde los rebeldes muertos yacían sobre las mesas de autopsia. Miraba, ya sin parpadear, como últimamente hacía. Un polvillo de escombros le cubría las mejillas y le daba un aspecto pétreo, al que una lágrima parecía agrietar.

-Vamos, querido –dijo MacMurrough-. Ahora debemos dejarlo.

-¿Qué va a pasar?

-Lo tratarán con respeto, estoy seguro. Son soldados.

-Quiero decir con nosotros.

-Bueno, nos harán prisioneros.

-Ya.

Se le había caído el rosario, y MacMurrough se agachó para recogerlo.

-Te lo puedes quedar –dijo el chico-, ya no  lo voy a necesitar nunca más.

Los británicos los llevaron por las calles. Todo el ávido Dublín se agolpó en el camino. En medio de aquella turba que los insultaba y escupía, un hombre se quitó solemnemente el sombrero. Aquel pequeño, hermoso y callado gesto hizo que MacMurrough recordara a Wilde, cuando también éste fue exhibido ante la muchedumbre. Y MacMurrough se preguntó si de verdad podría haber algo más tras todo esto, que al caer tan bajo uno se alce de nuevo para salir victorioso.

 

Jamie O`Neill.
Nadan dos chicos.
Editorial Pre-Textos.


viernes, 23 de diciembre de 2022

Su mirada oscura


Carmen Jodra Davó.
Las moras agraces.
Poesía Hiperión


jueves, 22 de diciembre de 2022

Vamos a celebrar

Porque más vale alejarse de algunas cosas y de algunos cosos...

Porque es mejor el escepticismo que la sorpresa...

Porque cuesta menos reír que llorar... (y hay que economizar)


Porque no importa el tamaño (salvo que alguien demuestre lo contrario, que no creo) y nadie es la medida  de todas las cosas...


Aunque te atropelle lo que venga...

Aunque el mundo se ponga cuesta arriba...

 

domingo, 18 de diciembre de 2022

Er furbo

Y así, queridos niños, es como una nueva generación de fanáticos rudimentarios, comentaristas deportivos sin mejores credenciales que aportar, presidentes de estamentos de toda condición en permanente periodo electoral, sátrapas federativos, publicistas sin imaginación, aspirantes a lacayos, patriotas todos de peluche y de cartón en este carnaval esférico, elevaron a los altares, a la derecha de Dios, a otro simple mortal con la única gracia en sus piernas que la de darle, más o menos bien, cien o ciento una patadas a un balón.

viernes, 16 de diciembre de 2022

Madrid


 Insomnio

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro.
Y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo con la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid, 
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, 
las tristes azucenas letales de tus noches? 

Dámaso Alonso
Hijos de la ira.


lunes, 5 de diciembre de 2022

Vida y color


Somos
como una caja de acuarelas.
La vida
nos da color.


viernes, 2 de diciembre de 2022

Cabestros

El término cabestro, según leo, se refiere a algunos toros castrados y mansos, que no son de lidia y que se utilizan como guía para conducir reses bravas. Lo digo porque siempre pensé, aunque no sé por qué, que se llamaba cabestros a aquellos que entrechocaban sus cuernos con una testarudez (no hay palabra mejor elegida) digna de otras empresas.

También leo que se le llama cabestro a persona torpe y que se deja influir demasiado fácilmente por los demás. Tampoco me explico muy bien la razón.

Al menos, salgo de dudas y me temo que tengo poco de cabestro, pero una vez más, y lo siento porque me doy cuenta de que me cuesta remediarlo, me ha vuelto a ocurrir en los últimos días que he golpeado mi testa contra la testa de algún otro ciervo montuno por un quítame allá esa insidia.

Tengo dudas de que merezca la pena, la verdad, por el mal rato, porque a este ciervo le tenía estima y porque creo que no nos deja en muy buen lugar a ninguno de los dos, pese a que al menos con estas cosas quizá vayamos sabiendo los senderos que pisamos. Sin embargo, con todo lo malo, prefiero que sea así a que las cosas se vayan diluyendo sigilosamente con paso de zorro y con los enconos intactos. También me ha ocurrido a veces.

De todos modos, durante esta crisis no he dejado de pensar, mientras cruzábamos espadas dialécticas, en una película que he visto recientemente titulada “As bestas”.

No pretendo generalizar porque sería erróneo como siempre, pero cuánto mejor solucionan las disputas, muchas de ellas, las féminas, rediós.

jueves, 1 de diciembre de 2022

Grecidad


Estos árboles no transigen con tener menos cielo,
estas piedras no transigen con los pasos enemigos,
estos rostros no transigen más que con el sol,
estos corazones no transigen más que con la justicia.

                                                                    Yannis Ritsos
                                                                     Grecidad

 

 La casa natal del poeta Yannis Ritsos en la ciudad griega de Monemvasia. 

jueves, 24 de noviembre de 2022

Paulina


Por algún lado debe de estar ella,
saltando a los caminos de tierra por la ventana,
escapándose para jugar como lo que es,
una pequeña infanta de la primera posguerra
y no esa niña adulta que le hacen ser. 

Por algún lado debe de estar
creciendo antes de tiempo
a la sombra de las hijas que van viniendo
y a la sombra de los queridos muertos
que se fueron quedando. 

Por algún lado,
en ese cuerpo aparentemente viejo
vestido de flores nuevas
y colores brillantemente tardíos.
Por algún lado.

Cuidando a la grey con mando en plaza,
mente lúcida y ternura.
Cuidando sin que se notara,
como una madre guerrera
en mitad de los combates cotidianos.

Por algún lado debe de estar ella,
esposa migrante que mira al mar
con la misma atención
que miraba antes los bosques
y los campos de cebada de su aldea.

Por algún lado debe de estar, ella, Paulina,
jugando al escondite con nosotros
que, de pronto, no sabemos dónde está,
y la buscamos en cada curva del sendero
con impaciencia y con ahínco. 

Por algún lado, entre cielos y aves,
andarina incansable por la vereda
que nosotros mismos recorremos,
aturdidos, renqueantes, sin acortar
por el momento la ventaja 

 y echándola ya de menos. 

lunes, 21 de noviembre de 2022

Donde envejecen las piedras


Por las murallas de Micenas,
 y también por las de Tirinto, 
donde envejecen las piedras,
y cuando ya ningún rastro llama
 a recordar las añejas victorias de Agamenón
 y el resto de los héroes aqueos, 
aún vaga, solitario, el roquero
 envuelto en su manto de sombra.

 

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Las chicas de campo


 "Me sorprendió que no me propusiera que nos acostásemos hasta al menos la sexta cena. No sabía si tomármelo a mal. La noche en que por fin sacó el tema iba borracho como una cuba, y mi helada choza no tenía nada de nidito de amor. Las rosas se habían marchitado, pero no las había tirado aún, y mi cama era tan pequeña que los pies se le salían del colchón. Me tumbé a su lado (sin deshacer la cama, sobre el edredón) con la ropa puesta. Naturalmente Frank me rompió la cremallera cuando estaba trasteando con ella, y yo me dije: 'Espero que me deje dinero para el arreglo, aunque da lo mismo: por mucho dinero que me dé, me haría falta un título para poder arreglarla, de lo complicado que es coser una cremallera'. Estaba segura de que la cama iba a desplomarse. En esa clase de situaciones uno siempre sabe cuándo la cama no va a resistir. Total, que al final consiguió bajarme la cremallera y cuando me quedé en camiseta interior (hacía un frío que pelaba) me pasó los dedos por la tripa, que empezaba a crecer por culpa de las comilonas, las salsas y demás. Me di cuenta de que yo debía hacer lo mismo, así que lo desvestí un poco hasta que llegué a la piel y ¡sorpresa! Tenía la piel suave, nada que ver con su cutis rugoso. Se animó con el manoseo, al principio con ansia, hasta que se quedó traspuesto. El manoseo y las cabezadas se repitieron varias veces hasta que al final me preguntó: '¿Cómo se hace?', y en ese momento comprendí por qué no había intentado nada hasta entonces. Ay, estos irlandeses: especialistas en batallas, asedios y masacres, pero desastrosos en la cama. De todos modos, me lo veía venir. Eso lo hizo cien veces más apetecible que a la mayoría de los depredadores con los que había salido anteriormente, que esperaban que yo les pagase el cine, me violaban en la última fila y luego se me metían en casa a zamparse mis latas de judías y, para colmo, exigían una sesión de sexo sorprendente y novedoso, sin importarles un bledo que me quedara embarazada, porque claro, a ellos les gustaba natural, sin impermeable. Le preparé a Frank una taza de café instantáneo y cuando se quedó dormido le eché una manta por encima y apagué la luz. Yo me quedé en la butaca, repasando el año y medio que llevaba en Londres, los hombres que había conocido en ese tiempo y el hartazgo que me producía tener que mantener los tacones y la cara impecables para cuando llegara el Don Perfecto que se suponía que tenía que llegar algún día".    

Trilogía Las chicas de campo.
Edna O'Brien.
De Bolsillo. 

martes, 15 de noviembre de 2022

El sello


 Feliz 101 aniversario.

jueves, 10 de noviembre de 2022

El día de las librerías es todos los días


Dicen que en un rato es el día de las librerías, pero debe ser que nos estamos acostumbrando a que haya un día para todo, o un día para cada cosa, que no es lo mismo pero es igual, como decía la canción. O tal vez es que el día de las librerías está pensado para aquellos que solamente ese día van a las librerías. Bueno, que me enrollo. El caso es que para algunos todos los días son fiesta y todos los días son un buen día para adentrarse a la aventura en una librería. Algo que les recomiendo. Se pueden encontrar sorpresas fantásticas y maravillas de todo tipo. Son buenas para los días malos y una alegría en los días tristes. Si hay que celebrar se celebra. Si hay que remontar de una decepción o de un desenamoramiento, a la librería. Hay librerías para cada caso y para cada cosa. Y lo mejor, sorpréndanse: hay libros, muchos libros, libros a la medida de cada cual. Libros para amantes, libros para náufragos, libros para solitarios, libros para ornitománticos... Libros, libros, libros. 
En la fotografía que acompaña, entre el abigarramiento, también hay libros. Es una librería de mi barrio de Atenas. ¿Que por qué es mi barrio? Porque me peta, aunque solamente haya estado en la capital griega en dos ocasiones y unos pocos días cada vez. Y porque me gusta. Y además es el lugar con más librerías por kilómetro cuadrado que he conocido nunca.
Es el Barrio de Exarchia. Quien lo probó lo entiende. Quien lo caminó lo sabe.
Pero otro día, con más tiempo, hablaré de él y de sus gentes. 

   

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Café

Podría poner aquí una imagen bucólica y campestre, optimista, cercana a la felicidad que proporciona un paseo por el bosque o la contemplación del mar, pero es que siguen bombardeándonos con escenas de guerra, misiles balísticos entre Coreas y otras amenazas. Además parece que estamos inmersos en una cumbre del clima, que más bien parece una depresión, y para colmo ha aparecido de nuevo en nuestras vidas de esforzados televidentes un fantasma del pasado con tupé amarillo y voz meliflua hasta el hartazgo a consecuencia de no sé qué elecciones, en las que muchos indocumentados juegan sin contemplaciones con nuestras vidas.  
Así que prefiero, por hoy, poner una fotografía de un lugar que, a veces, puede parecer la última esperanza, el caravasar añorado, el albergue de los perdedores. El lugar en el que detenernos antes de que, por fin, nos extingamos repletos de buenos deseos.  

martes, 8 de noviembre de 2022

Retrato con poeta al fondo

Siempre que voy a Soria me gusta tomarme un café en el Círculo de Recreo (o Casino) de la ciudad porque me agrada el sitio y por ver donde se solazan o solazaban los burgueses del lugar. Esta vez el amigo Gabriel, que de fotos sabe un rato, me tomó ésta en las dependencias destinadas a los socios (previo permiso de acceso, claro) con un poeta paisano al fondo.
¡Ay, Gerardo Diego, Gerardo Diego!

viernes, 4 de noviembre de 2022

El Museo de la Acrópolis


Museo de la Acrópolis de Atenas.
La convivencia entre seres animados e inanimados, entre los seres del ahora y del pasado.
El vértigo del tiempo.


miércoles, 2 de noviembre de 2022

Argentina, 1985


El día 31 de octubre, ha sido entronizado, parece ser, como el Día de Reparación a las víctimas del franquismo o algo así. Supongo que en este tipo de acontecimientos y fechas señaladas se va más a la excusa que al fondo. Y es que la reparación no debe tener fecha pero sí debe tener tiempo. Todo el tiempo del mundo. Algo que aquí se suele tapar con paños calientes.
Para celebrar ese día, no obstante, me fui en León a ver la película “Argentina 1985”, que cuenta el atrevimiento que tuvieron allí para juzgar a la cúpula de dictadores (que es lo mismo que asesinos) que asolaron durante siete años, aunque fueron más, aquel país hermano.

Y digo atrevimiento, arrojo o valentía, que es lo que ha faltado aquí.

La película se centra en las figuras históricas de los fiscales Strassera y Moreno Ocampo, pero con la fotografía que acompaña prefiero recordar al trabajo callado y que raramente se recuerda de sus jóvenes ayudantes. Tengo para mí, aunque puedo equivocarme, que fue precisamente esa labor animosa, junto a otras que no se ven reflejadas adecuadamente en la película, la que convenció a los protagonistas mencionados para saber que podían llegar y que el reto no era una entelequia.

El otoño en León





Por múltiples razones casi nunca llegábamos. El otoño en el norte de León siempre nos sorprendía en otro lugar. Un amigo nos decía, mientras apurábamos los últimos días en Atenas, que el pueblo estaba espectacular. Por eso, casi tres semanas después no confiábamos en contemplar el esplendor de colores en el paisaje y la paradoja de la agonía de los árboles lloviendo sobre los caminos. 
Ayer, por fin, pudimos recorrer durante unas horas este otoño tan particular. 

viernes, 28 de octubre de 2022

Avenida de las Sabinas





Andar entre la madera vetusta
y la intangible poesía 
de las sabinas.
Banderas de un reino difunto
que penden de sus ramas.
Deambular entre el crepúsculo y el rocío.
Contemplar, ensimismado, 
el paso discreto de las aves
de la luz a la soledad,
de la soledad a la membranza.

 

miércoles, 26 de octubre de 2022

El poema más hermoso del mundo

Frente a la Acrópolis de Atenas se levanta un pequeño cerro que llaman Colina de Filopapo o de las Musas. La vista desde allí es espléndida, pero aún lo es más que las mencionadas musas se transfiguren en mosquiteros y macaones bailando alrededor de tus ojos. Tal vez, por fin, con su ayuda, termine por escribir algún día, remedando a los buenos deseos de la canción del Sabina, el poema más hermoso del mundo. O no. 

lunes, 24 de octubre de 2022

El mundo es redondo


Hace unas horas, en Calatañazor, José Gabriel camina, solitario, por los adarves, tal vez vigilando la plaza, tal vez meditando cómo "desfacer" algún entuerto armado con su cámara; que una imagen, dicen, a veces es como una espada y vale más que mil palabras y así cura injusticias o escribe poesía, según sea de oportuna la conciencia y el tesón del caballero. Y también nos grita que el mundo puede ser ancho y ajeno, pero también es redondo y nuestro. La aviesa dualidad.

miércoles, 19 de octubre de 2022

Gente leyendo

                  Playa en la región de Ática cerca de Maratón. Grecia.
 

Guarnecidos y guarecidos, pertrechados con armas que únicamente matan el tiempo y a algún insecto molesto tras un consistente papirotazo, aguardan en la playa en las inmediaciones de Maratón como atenienses o tebanos. No temen al día.
Cuando quieran pueden desembarcar los persas.

martes, 18 de octubre de 2022

Un viento ábrego cruza el barrio de Kerameikos



He de reconocer que me hacía mucha ilusión. Y aún no sé muy bien por qué. Tal vez porque soy un poco sentimental o porque es de gente decente alegrarse del buen hacer de los amigos. O también porque, siendo lego y profano, me parecía cosa de magia que una obra de teatro, un monólogo complejo y denso como es el de la obra "Cientos de pájaros te impiden andar" pudiera ser captado, y sobre todo sentido, por espectadores que hablan otro idioma, aunque sea cierto que el griego haya aportado al castellano mucho más vocabulario del que nos paramos a pensar. La verdad es que ya hace más de una quincena de días (parece mentira que haya pasado este tiempo) fuimos inusualmente testigos de una, la última de momento, de las puestas en escena de la Compañía de teatro Ábrego en el extranjero.
En el barrio de Kerameikos, a una parada de metro del céntrico Monastiraki, en Atenas se desplegaron los ecos lorquianos de "Bodas de sangre", en versión corregida y aumentada de Ábrego, ante un público atento, atónito y entregado a la interpretación soberbia de María. 
Qué importa que el idioma sea ajeno para estos griegos si la actriz que pone voz, cuerpo y alma al drama más viejo del mundo les está interpelando en el lenguaje universal del teatro.
Que importa que lo que sucede en el escenario se remonte a un pequeño rincón del sur de España si en Grecia, cuna por otra parte de las artes escénicas y de unas cuantas masacres, también saben demasiado a lo largo de su Historia de sangres derramadas y de violencias.
Al final, la oleada de aplausos y la emoción, por fin liberada, fueron la necesaria catarsis (otra palabra griega) para todos los que allí estuvimos.
Y después, en la noche, de regreso al centro de Atenas, caminando los cuatro por calles oscuras, con la Acrópolis al fondo como faro que guía a todos los teatreros del mundo y a sus ocasionales acompañantes, le escucho decir a Pati, como en un imperceptible lamento, que Ábrego ha tenido por el mundo muchos éxitos como el de hoy de los que nadie sabe.
Pero esta vez sí que hubo quien diera fe.
Al día siguiente emprendimos viaje a Ítaca. Y la ciudad nos siguió.

   

lunes, 17 de octubre de 2022

Kalliroi Siganou-Parren


Desde el alto donde acaban las casas del pueblo, Calírroe Parren contempla el mar azul y las costas cercanas de Dokos y del Peloponeso (...) Hace unos meses, mientras Venizelos recorría Francia e Inglaterra tratando de recabar de la Entente créditos para armamento y promesas territoriales en caso de victoria aliada, Calírroe escribió en su periódico que solo las mujeres, haciendo oír su voz en los parlamentos de los poderosos con las manos limpias de sangre, podrán garantizar la supervivencia de la humanidad el día que termine la Gran Guerra. Ahora su periódico ha dejado de editarse. (...)
Con una sonrisa y un enigmático suspiro, recuerda ahora también su disputa en la prensa con Roídis. El literato sostenía que las mujeres que se empeñan en escribir deben moverse dentro de los límites que impone su condición femenina, pues de lo contrario, al entrar en  el terreno de los hombres, hacen aún más patentes los defectos de su género y resultan estrepitosamente ridículas. Citando a Proudhon, Roídis se atrevía incluso a defender que las dos únicas profesiones propias de la mujer son la de sus labores y la de ramera. Hubo que decirle que desconocía por completo a las mujeres; y explicarle también que las incorrecciones gramaticales que las griegas cometen cuando escriben son la patética consecuencia de que tengan prohibido el acceso a las instituciones de enseñanza superior.
Calírroe está cansada de defender lo obvio y aún se pregunta con asombro cómo es posible que una mentalidad cimentada sobre la estupidez, el egoísmo y la injusticia haya logrado perpetuarse durante tantos siglos. (...)
Ahora Calírroe Parren se pasea por Hidra bajo el sol de invierno para llenar sus días de exilio. El gobierno de Venizelos la ha confinado aquí para acallar una voz de mujer que se pronuncia por la neutralidad en esta guerra infame. Han cerrado su periódico y la han mandado a este lugar para apartarla de una vez de la opinión política. (...)
Calírroe Parren está exilada en Hidra, tiene cincuenta y siete años y se pregunta cuántos han de pasar aún para que llegue el día del sentido común.

Hidra, 1918.
Historia menor de Grecia.
Pedro Olalla.
Acantilado. 

 

sábado, 15 de octubre de 2022

Piedras de Ítaca


A menudo recojo piedras
que luego voy guardando en los bolsillos o en la mochila;
piedras para no marcharme, aunque me marche, 
de los lugares que he amado
 o que me han amado
 durante unos instantes; 
piedras que atan mi memoria para ser dichoso
como se atan los recuerdos apacibles
con un nudo entre los dedos. 

martes, 27 de septiembre de 2022

Historia menor de Grecia


Introducción (extracto)

He querido, en fin, hacer un libro que permita sentir y pensar al mismo tiempo: sentir hondo, pensar alto, y también hablar claro. Nada más le pido a la historia ni a la literatura. 
No es seguro, no obstante, que con estos esfuerzos logremos ayudar a mejorar el mundo. No es seguro tampoco que la actitud humanista que esta obra explora y defiende acabe triunfando sobre el abuso y la barbarie. Pero sí es absolutamente seguro que el abuso y la barbarie triunfarán con más dificultad entre quienes han hecho suyo este espíritu que entre quienes lo ignoran o lo menosprecian. Trabajando en esta obra, creo haber aprendido que lo que ha hecho mejor al mundo es la voluntad y la integridad de algunos individuos; y que si hoy el mundo es en algo mejor que en el pasado es porque ha habido hombres que en algún momento han preferido hacer lo que consideraban bueno, aunque hayan fracasado o sucumbido, o, mejor dicho, aunque en ocasiones su victoria haya sido tan sólo moral. Hoy, al igual que siempre, son progresistas quienes luchan contra la injusticia y la ignorancia, y son retrógrados quienes las favorecen por alguna razón. 
Escribir este libro me ha hecho consciente de la fragilidad de la civilización, me ha recordado que sus conquistas son efímeras y han de ser defendidas cada día que amanece, me ha ayudado a entender que la única civilización posible y digna de tal nombre es la que une a los hombres contra la barbarie, y me ha enseñado de un modo extraordinario a ser humilde, la única lección que nos repite de continuo la historia.

                                                                         Pedro Olalla
                                                                         Atenas, 2012.     

Historia menor de Grecia.
Pedro Olalla.
Acantilado.

sábado, 24 de septiembre de 2022

Los detalles



El artista florentino Piero di Cosimo pintó "Venus, Marte y Amor" en el año 1505. El cuadro se encuentra actualmente en la Gemäldegallerie de Berlín, frente al nuevo edificio de la Filarmónica. Y allí que nos fuimos a admirar cuadros, que al final no vimos porque coincidió que había unas cuantas salas cerradas, y a descubrir otras pinturas no tan famosas, pero que te permiten dedicarte al instructivo y placentero arte de los detalles.
Es recomendable. Fíjense en los detalles. No solo en las grandes pinacotecas sino en cualquier orden de la vida. Los detalles te permiten descubrir lo inapreciable, lo que se pretende ocultar o aquello a lo que el otro no le da importancia y, sin embargo, la tiene. Los detalles dicen mucho de ti mismo y también de los demás. A veces hacen que no camines sin ver o a tontas y a locas o en el más estúpido de los sonambulismos. Y en ocasiones te permiten descubrir que la misma mariposa que días atrás estuvo al otro lado de la lente de tu cámara fotográfica, también estuvo ante los ojos y el pensamiento de un pintor de Florencia 517 años antes.
Magia y supervivencia.

viernes, 23 de septiembre de 2022

El Muro









Recién regresado de Berlín compruebo, constato, confirmo 
que hay muchos muros, demasiados muros, 
que nos imponen, que nos aprietan, que nos constriñen.
Muros silenciosos, inmóviles, feroces.
Muros trampa, muros espejo, muros lamento,
muros ciegos,
muros velo,
muros cerrojo, 
muros por dentro.