Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

domingo, 27 de junio de 2021

En el bosque


Tengo un amigo que tiene especial predilección por los grabados en los que aparecen tríos femeninos, muchas veces de espaldas. En las paredes de su casa hay unas cuantos cuadros con grabados de este tipo. Cuando viajaba por el mundo, antes de este parón, intentaba localizar alguno para traérselo y que pudiera añadirlo a su colección. De vez en cuando tenía éxito. Él a cambio, con más resultado que yo, me traía "Islas del Tesoro" en las que fondear.
Espero que con esta fotografía en la que aparecen algunas de nuestras amigas, cual ninfas de los bosques de una forma altamente involuntaria y más que probablemente a su pesar, consiga contrarrestar la ventaja que me lleva. 

viernes, 25 de junio de 2021

Tal como éramos


No sé, realmente, si el tiempo camina hacia atrás y si, en ese caso, es la memoria, frágil e insumisa a la vez, la que lo impulsa.
Lo que sí sé es que Vila (en la escuela nos nombrábamos por los apellidos) ha expuesto (hermosa palabra de resonancias fotográficas) nuestro pasado en un perfecto caleidoscopio  dentro de la muestra que en estos días se puede disfrutar en la Sala Robayera de Miengo. Y yo me alegro profundamente. No solo porque él, de alguna manera, me inició en las artes mágicas de la fotografía cuando éramos unos bachilleres, sino porque, aunque se califique modestamente como fotógrafo aficionado, él es mucho más que eso. Y además, es en la afición, desde mi punto de vista, donde reside el encanto de cualquier actividad.
Pues eso.  Que el compañero Javier Vila consigue con sus imágenes familiares el prodigio que el título de su exposición anticipa. Que “el tiempo corra siempre hacia atrás”. Y con ello que algunos de nosotros nos reconozcamos tal como éramos entonces.   

lunes, 21 de junio de 2021

Hilos


Nuestras vidas son hilos que se entrecruzan, hilos que se enredan, hilos infinitos que van y vuelven mil veces por los caminos de la Tierra. Hilos que nos permiten sentir, ser y conocer. Hilos que se juntan y se separan y se vuelven a encontrar.
Entre la fotografía de la izquierda y la fotografía de la derecha hay veinte años de distancia y sin embargo apenas un parpadeo. La primera la tomé en el autobús que nos acogió durante unos cuantos tramos de la marcha zapatista de 2001 por las carreteras de México. La segunda está hecha hace muy pocos días por mi amigo José Gabriel en los últimos pasos por Madrid de la marcha saharaui. En ambas aparece Iván, un gallego afable al que la sonrisa, hoy y entonces, se le escapa por los ojos. En 2001 integrante del autobús 42, un gallego entre una inmensa mayoría de catalanes. Un autobús que cinco cántabros tomamos en Toluca por asalto y a los que los amigos mediterráneos pretendieron enseñar a bailar sardanas con mucho ánimos pero infructuosamente.
Hoy, Iván es el rostro visible de "Pallasos en Rebeldía" y sigue en esa brecha que día a día intentamos ensanchar haciendo que nuestros granitos de arena detengan el mecanismo del reloj con el que cuenta las horas la injusticia.
Han pasado veinte años (que no son nada, tal y como dice la canción) y desde la llegada de la comandancia zapatista al Zócalo de México no había vuelto a saber de él, pero no se me ha despintado. Así que debe ser verdad aquello que leíamos entonces en algunas camisetas y que decía algo así como "los iguales se reconocen por los caminos del mundo". Hilos.  


jueves, 17 de junio de 2021

Deprisa, deprisa


La peor calamidad de nuestro siglo es, según se supone, la falta de tiempo; nuestra percepción de esto y no un amor desinteresado por la ciencia ni por la sabiduría es lo que nos induce a dedicar tan gran proporción de ingenio y de los ingresos de nuestras sociedades a buscar medios más rápidos de hacer las cosas..., como si el objetivo final de la Humanidad fuera aproximarse no a un perfecto humanitarismo, sino a un perfecto relámpago.

La mujer del teniente francés.
John Fowles.
Orbis.

viernes, 11 de junio de 2021

El dolor


Y seguimos sorprendiéndonos con el dolor, 
con la insensatez de los actos más viles
servidos en un plato de cristal a la hora de la cena. 
Pero nos alimentamos con el dolor, con el horror. 
Y hacemos una esforzada digestión
para llegar al día siguiente 
y perdurar en la levedad de nuestra deriva.

viernes, 4 de junio de 2021

Repliegue


Uno elige el desayuno por las mañanas y tal vez lo que va a hacer en las siguientes horas.  A veces uno elige, si lo dejan, una opción de vida u otra y una política que no le haga sentirse demasiado miserable. En las bifurcaciones uno elige, en los atascos también elige. Elige quedarse en la orilla o adentrarse en el mar. Elige marcharse, elige volver. Elige estarse quieto. Cuando se puede -que no siempre se puede- se elige hablar o se elige el silencio. Y si los otros se lo permiten, elige con quién prefiere quedarse. También uno elige ser. 
A veces, uno elige un "a pesar de todo" y otras un "por nada del mundo". Hay ocasiones en que se elige avanzar contra el huracán y hoy, precisamente hoy, en este tiempo menesteroso, la melancolía y yo elegimos nuevamente replegarnos.   

martes, 1 de junio de 2021

Premonición de la tormenta


Se trata de mirar al cielo
y saber que en algún momento,
entre la duda de que existimos
y la certeza de que somos infinitamente pequeños,
va a llover.

Va a llover con esas gotas gruesas 
que redoblan en el suelo cuando caen
como una marcha de infantes que van a la guerra
sin saber exactamente a qué van.

Va a llover y van a caerse las nubes
como velos blancos en la mitad de un escenario, 
interrumpiendo la obra y el final del día.

Y habrá cien o ciento cincuenta trompetas
resonando en los oídos
mientras se observa en la distancia
el vuelo de algunos pájaros
poniendo la dignidad  y las plumas a buen recaudo.

Porque va a llover
sobre nuestras cabezas
y sobre los turbios manejos de la dicha
y del tiempo del amor y de la muerte.

Y también sobre la esperanza de que cuando acabe la jornada
llegará también el fin de la tormenta. 

Y entonces será el momento
en que tú y yo, ajenos al ruido
 y a las malas artes del enemigo,
 nos pongamos a sembrar.