Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

martes, 30 de enero de 2024

El cine a cámara lenta: tres pasos y vuelta








Supongo que así se inventó el cine.

domingo, 28 de enero de 2024

Cintas de cassette en tiempos de Spotify


No existen los días perfectos, como tampoco existe la felicidad completa, pero en esta espléndida película de Wim Wenders, el protagonista de Perfect Days, cada mañana cuando abre la puerta de su casa para ir al trabajo parece querer convencernos de que sí.
Hay una receta. En todo el metraje hay una receta para rebelarse contra el alambicado mundo alrededor: El señor Hirayama disfruta de una vida sencilla y monótona, aunque varios pormenores parecen querer confirmar que no siempre las cosas fueron así y que hubo un antes más azaroso, del que se ha retirado voluntariamente hasta llegar a ese presente de pequeños detalles y canciones que van subrayando cada día. No voy a entrar en ellos; baste decir que uno sale de la película, si no feliz, con buen sabor de boca y convencido de que le han contado la historia de un náufrago deliberado, un buen salvaje con cintas de cassette en su furgoneta en los desdichados tiempos de Spotify.

viernes, 26 de enero de 2024

Las tempestálidas


No es esta fascinación por el pasado, al fin y al cabo, un intento de alcanzar ese lugar intacto, por remoto que esté, en el que las cosas permanecen enteras, en el que huele a césped, en el que observas a bocajarro la rosa y su laberinto. Digo lugar, pero es más bien un tiempo, un lugar en el tiempo. Un consejo de mi parte: nunca, jamás, tras una larga ausencia, visites el lugar que dejaste de niño. Ha sido reemplazado, vaciado de tiempo, abandonado, convertido en fantasmagoría.     
     No
                queda
                                nada
                                                allí. 


Gueorgui Gospodínov.
Las tempestálidas.
Fulgencio Pimentel Ed.
Traducción: María Vútova y César Sánchez.

miércoles, 24 de enero de 2024

Poesía Vertical


 Fragmento.


Qué criterio de pájaro inventado
construye la figura de la tarde
con una morosidad sin decadencia,
como si en vez de ser el pájaro el que vuela en el aire
fuera el aire el que vuela en el pájaro.

Roberto Juarroz.
Poesía Vertical.

martes, 23 de enero de 2024

Teoría de la relatividad

Mientras el secretario general de las Naciones Unidas clama durante veinte minutos, como si fuera un desvalido en el desierto del Néguev, contra las violaciones de los derechos, todo un pueblo sigue siendo acorralado en un reducido espacio de destrucción.

Mientras el cuerpo diplomático de Israel declara “non grata” a la Organización de Naciones Unidas y a su secretario general, y tarda en ello diez minutos más o menos, un cuerpo de rescate formado por un número indescifrable de desesperados, aparta con sus manos trozos de edificio bombardeado para recuperar trozos de cuerpos o, en el mejor de los casos, cuerpos completos, pero inertes, de los habitantes de unas viviendas, que ahora podrían llamarse “muriendas”, pero que ya no son porque ya no tienen nombre.

Mientras el presidente de los Estados Unidos firma el traspaso de armas a su aliado, y en la rúbrica se demora menos de un minuto, en el hospital Al-Shifa, en ese minuto, se acaban los suministros de los anestesistas y los cirujanos se ven obligados a operar en vivo y a la luz de una linterna porque la electricidad se agotó hace varios días. Y mientras esto sucede, el mandatario máximo de Sión afirma que seguirá hasta el final. Y no sabemos si ese final es el final de todo lo que queda por morir en Gaza, o también el final de sus compatriotas rehenes de Hamás. O es el final del tiempo, o es directamente su propio final, su autoinmolación en nombre de su odio.

Mientras, en Europa, el alto representante de la unión para asuntos exteriores y política de seguridad, tarda más en pedir el final del fuego que en recitar de corrido su cargo exagerado; detrás de sus discursos y del laberinto de palabras se esconden todos los países en ese espejismo que es la Unión - Alemania en su mala conciencia, Francia en sus fronteras y en sus territorios de ultramar, España en su gallardía de opereta-. Y mientras, el tiempo de miles de niños, el tiempo de miles de madres, el tiempo se termina sin haber empezado, demostrando con sus muertes cuanto tiene el tiempo de relativo.

Un segundo para disparar, un segundo para morir. Diez años para que juzgue lo que inapelablemente debe juzgar la corte penal internacional.  

domingo, 21 de enero de 2024

Oxímoron


Ahí está. Ya leí por un país muerto, por héroes muertos y por los que no han nacido. Mis palabras de venganza contenida se deshacen en el aire como saliva filtrada a medida que van saliendo de mi boca. Son como noticias antiguas. Las que escaparon a través de los años por el laberinto de las lámparas de los receptores de radio. En ellos escuchaban aproximarse las desgracias nuestros abuelos. Aquí llegaron. Son las mismas noticias antiguas que seguimos escuchando nosotros. A mi espalda, un oxímoron. Dos, si pienso en las noticias. Nos engañamos con palabras que nunca deberían pronunciarse en la misma frase mientras se mueran los niños sin haber nacido apenas. Al lado, una portada que habla de la abolición del trabajo cuando, en realidad, tendría que decir "la abolición de los Estados". ¡Ay, la laguna estigia del Jordán!. La maldita tragedia.

viernes, 19 de enero de 2024

La poesía

 

La poesía no detiene bombas
pero mueve voluntades.


jueves, 18 de enero de 2024

Donde se cuenta el modo de hacer sopa de patata rayada para inviernos friolentos y corazones aciagos

Mi amigo Javi, que tanto me ha enseñado sobre arte del Barroco y sobre el arte de viajar y desde luego sobre aves y el arte de pajarear, ha alcanzado la edad feliz de la jubilación, él tan buen profe a tiempo completo. Y de pronto me pide que le enseñe recetas de cocina para ocupar también su tiempo libre en el proceloso arte de la gastronomía. Él tan buen profe y tan... ladino, no se contenta con la urgencia de la prosa y prefiere unir las cazuelas y los endecasílabos. ¿Y cómo creen que me voy a negar?

Se pone en la cazuela el agua a hervir
que con sal o con caldo sin exceso,
pues la cordura siempre es contrapeso,
para esta encomienda puede servir.

Al tiempo picamos ajo y cebolla
al gusto y tesón del que lo trabaja
y todo este contubernio se maja
con yerbas variadas para la olla.

Todo nos sirve: orégano y tomillo,
de cilantro o perejil solo un tanto
romero, comino, y si no me achanto,
de la pimienta un escote sencillo. 

Unimos las yerbas y las verduras
en la sartén con un poco de aceite
y al final para placer y deleite
algo de buen pimentón sin usuras. 

Y pon mucha atención, que no se abrase,
pues se amarga la hiel en el dislate.
Liaríamos tristes el petate,
con bochorno nos vamos a otra fase. 

En un cuenco rayamos la patata
y cuando en el caldo salen burbujas,
como cosa de magos o de brujas,
lo rayado iría a salto de mata. 

Luego añadimos lo de la sartén
y esperamos que cueza todo junto
un momento y nos vamos a otro asunto.
Y si el condumio es del agrado, amén.

                                                               MCH


La barnacla solitaria

4 de enero
11 de enero
13 de enero
14 de enero
17 de enero

El día 4 de enero vi a esta barnacla carinegra por primera vez al volver de Laredo, donde había ido a ver a sus congéneres de la especie bernicla, procedentes según dicen los que saben de los fríos de Siberia. Esta, solitaria, alejada bastantes kilómetros de las otras que pasan los días en la bahía entre Santoña y Laredo, está en el Pas. Se trata, citando de nuevo a los que saben, de un ejemplar que corresponde a una subespecie, denominada hrota, que viene de los fríos de Groenlandia. Fríos todos son.
La diferencia física más apreciable, no sé si la única, está en que su vientre es más pálido que el de las berniclas. Al principio, para ser justos, ni me di cuenta. ¡Qué le vamos a hacer!
El caso es que ahí sigue, día tras día, imperturbable. Yo, todos los días que puedo, me siento frente a ella durante un rato, y la saludo pensando en las diferentes soledades.

Los que éramos

 

Aunque no estamos todos.

martes, 16 de enero de 2024

La voz melodiosa


Ella le esperaba en la puerta del palacio y le seguía por el bosque. Si en alguna ocasión Alpargata se volvía y le decía algo, la muchacha se ocultaba tras un árbol y no retomaba su camino hasta que no lo hacía él. 
Pero un día Eugenia se puso a su lado y caminó a su misma altura hasta la parada del tranvía. Entonces la muchacha le tomó de una mano y le dijo:
-Tienes unas manos muy bonitas.
Alpargata se miró las manos y acto seguido contempló a la muchacha de los ojos armenios. Era la primera vez que alguien le decía algo así. Vio sus manos reflejadas en los ojos de ella y le parecieron también bonitas.
Al sábado siguiente bajaron ya desde el palacio cogidos de la mano. Pero no fueron hasta la parada del tranvía sino que se adentraron en la parte más oscura del bosque. Contemplaron la claridad que desprendían las luces de la ciudad, como lucernas sobre el mar. El aire olía a limonero. La muchacha se tumbó sobre una pinaza y le dijo:
-Entra en mí.
Primero, él le besó los ojos y seguidamente penetró en ella. Él contaba las piedras del suelo y ella las estrellas. Después contó él las estrellas y ella las piedras del suelo. Y así muchas veces.

Montserrat Roig
La voz melodiosa
Plaza y Janés.

sábado, 13 de enero de 2024

Mochuelos


Desde que no estás
me presienten los mochuelos 
por el linde de la vida. 


viernes, 12 de enero de 2024

martes, 9 de enero de 2024

Nostalgia de la luz

Yo creo que la memoria tiene fuerza de gravedad. Siempre nos atrae.
Los que tienen memoria son capaces de vivir en el frágil tiempo presente.
 Los que no la tienen no viven en ninguna parte.

Patricio Guzmán.


Desde 2014, año en el que visité Chile la última vez (por el momento), guardaba en un lápiz de memoria el hermoso -y terrible a la vez- documental de Patricio Guzmán titulado "Nostalgia de la luz", un sorprendente juego de inmensidades. Por un lado, la astronómica de estrellas y constelaciones y, por otro, la no menos inmensa del inabarcable desierto de Atacama y la incansable búsqueda de los restos, por parte de sus familiares, de las víctimas de la dictadura fascista de Pinochet.

Hasta hace unos días, por cuestiones que hasta para mi son difíciles de entender, no había visto el documental, que permaneció durante todos estos años guardado en mi monedero, como ya he dicho, en un pequeño "pendrive". Ahora por fin rindo homenaje a tan excelso cineasta y, por ende, a la desolación.  

  

domingo, 7 de enero de 2024

El eider está bien


Cada cierto tiempo nos acercamos a la marisma donde el eider ha establecido sus reales de unos años para acá. Lo insólito ha acabado por convertirse en normalidad y parece que  nuestra ave del norte sigue sin tener ganas de seguir las costumbres de su especie y emigrar siguiendo el curso de las estaciones. Digamos que quizá ha encontrado su lugar en el mundo entre nosotros; lo cual, aunque extraño, está bien. A él le hace, en cierta manera, un rebelde y a nosotros unos privilegiados. Aquí le vemos estableciendo relaciones de proximidad con una gaviota patiamarilla. Por de pronto, el eider está bien. Y nosotros, ante el año que se avecina, por el momento también.

sábado, 6 de enero de 2024

Flores, mariposas y sol


Llamamos al fotógrafo ambulante que pasaba esta mañana por el campo.
Nos sentamos bajo los almendros, colocamos en medio a la abuela y al abuelo y fruncimos los labios para no reír al ver la ventanilla redonda que se parece al ojo de una vaca soñolienta.
En la fotografía sólo salieron flores, mariposas y sol.
La abuela y el abuelo rieron al ver que no somos sino flores, mariposas y sol.
Y nosotros reímos con ellos, y todo alrededor de nosotros reía - todo: las flores, las mariposas y el sol.

Yannis Ritsos.
Sueño de un mediodía de verano.
Traducción de Selma Ancira.
Acantilado.


martes, 2 de enero de 2024

Árboles de Navidad


Nunca he tenido costumbre de adornar árboles con bolitas de colores y espumillón en fechas de Navidad. Siempre me produjo una terrible pereza. No digamos ya la parafernalia de las figuras del Nacimiento. 
Sin embargo, en estos días de frío y nieblas pasados en la montaña de León, desde la ventana, al calor del fuego de la cocina económica he contemplado los mejores Árboles de Navidad que podía pedir. Ahí están, los chopos frente a la casa con una bandada de milanos reales descansando tranquilos de la dura tarea de sobrevivir. Los ornamentos más hermosos.

lunes, 1 de enero de 2024

Un poema-pájaro de Jacques Prévert


Saludo al pájaro


Yo te saludo
grajo de agua de negro azabache
que antaño conocí
pájaro de las hadas
pájaro del fuego pájaro de las calles
pájaro de los que transportan a niños y a locos
Yo te saludo
pájaro jocoso
pájaro burlón
y me inflamo en tu honor
y me consumo
en carne y huesos
y en fuegos de artificio
sobre la escalinata del ayuntamiento
de la plaza de San Sulpicio
en París
por donde pasabas rápido
cuando yo era niño
riendo entre las hojas del viento
Yo te saludo
pájaro jocoso
pájaro tan feliz y tan hermoso
pájaro libre
pájaro igual
pájaro fraternal
pájaro de la dicha natural
Yo te saludo y me acuerdo
de los momentos más bellos
Yo te saludo pájaro de la ternura
pájaro de las primeras caricias
y nunca olvidaré tu risa
cuando posado allí en la torre
magnífico pájaro de humor
guiñaste el ojo
señalando con el ala
a los graznadores pájaros de la moral
a las pobres zancudas humanas
e inhumanas
cuervos verdes de San Sulpicio
tristes pájaros de infierno
tristes pájaros de paraíso
brincando alrededor del edificio
sin ver oculta entre los andamios
a la muchacha que abre su blusa
delante del muchacho deslumbrado de amor
Yo te saludo
pájaro de los perezosos
pájaro de los chicos enamorados
Yo te saludo
pájaro viril
Yo te saludo
pájaro de las ciudades
Yo te saludo
pájaro imposible
pájaro de los suburbios
pájaro del Gros-Caillou
pájaro de Petits-Champs
pájaro de las Halles pájaro de los Inocentes
Yo te saludo
pájaro de los Blancs-Manteaux
pájaro del Rey de Sicilia
pájaro de los subsuelos
pájaro de las cloacas
pájaro de los carboneros y de los traperos
pájaro de los gorreros de la rue de Rosiers
Yo te saludo
pájaro de las verdades primeras
pájaro de la palabra empeñada
pájaro de los secretos bien guardados
Yo te saludo
pájaro del empedrado
pájaro de los proletarios
pájaro del Primero de Mayo
Yo te saludo
pájaro civil
pájaro de la obra
pájaro de los altos hornos y de los hombres vivos
Yo te saludo
pájaro de las criadas
pájaro de los muñecos de nieve
pájaro del sol invernal
pájaro de los orfanatos
pájaro del Muelle de las flores y de los esquiladores de perros
Yo te saludo
pájaro de los bohemios
pájaro de los inútiles
pájaro del tren elevado
Yo te saludo
pájaro de los juegos de palabras
pájaro de los juegos de manos
pájaro de los juegos de villanos
Yo te saludo
pájaro del placer prohibido
pájaro de los desgraciados pájaro de los muertos de hambre
pájaro de las madres solteras y de los jardines públicos
pájaro de los amores efímeros y de las mujeres públicas
Yo te saludo
pájaro de los soldados con permiso
pájaro de los insumisos
pájaro del arroyo pájaro de los tugurios
Yo te saludo
pájaro de los hospitales
pájaro de la Salpêtrière
pájaro de la Maternidad
pájaro del vagabundeo
pájaro de la miseria
pájaro de los cortes de luz
Yo te saludo
Fénix vigoroso
Y te nombro
Presidente de la Verdadera República de los Pájaros
y te regalo por adelantado
la colilla de mi vida
para que tú renazcas
cuando yo muera
de las cenizas del que fue tu amigo.

  

Jacques Prévert.
Palabras.
Lumen.
Traducción de Federico Gorbea.