Somos millones en esta isla errónea y apenas alguno sabe que llevamos vidas de náufrago

jueves, 18 de enero de 2024

La barnacla solitaria

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17 de enero

El día 4 de enero vi a esta barnacla carinegra por primera vez al volver de Laredo, donde había ido a ver a sus congéneres de la especie bernicla, procedentes según dicen los que saben de los fríos de Siberia. Esta, solitaria, alejada bastantes kilómetros de las otras que pasan los días en la bahía entre Santoña y Laredo, está en el Pas. Se trata, citando de nuevo a los que saben, de un ejemplar que corresponde a una subespecie, denominada hrota, que viene de los fríos de Groenlandia. Fríos todos son.
La diferencia física más apreciable, no sé si la única, está en que su vientre es más pálido que el de las berniclas. Al principio, para ser justos, ni me di cuenta. ¡Qué le vamos a hacer!
El caso es que ahí sigue, día tras día, imperturbable. Yo, todos los días que puedo, me siento frente a ella durante un rato, y la saludo pensando en las diferentes soledades.

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